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OPINIÓN – Cierre del comercio a las 19 horas: Mejor calidad de vida


Magdalena Castillo D. Presidenta Central Autónoma de Trabajadores y Trabajadoras de Chile “Cat” y Secretaria General Confederación de Trabajadores del Comercio y Servicios “Consfetracosi”

En el año 1990 entré a trabajar en una empresa del retail, el horario era de 9:50 de la mañana hasta las 19:40 horas, de lunes a viernes y los sábados de 9:50 a 14:40 horas. Los domingos y festivos eran libres, se compartía con la familia y los supermercados funcionaban hasta el sábado.  Se trabajaban 48 horas a la semana.

Eran otros tiempos, había vida familiar, tiempo de educación y de recreación, la llegada del sistema de mall a Chile vino a cambiarlo todo, el mercado instauró un modelo de comercio donde se encontraban el comercio, servicios, espacios de recreación y todo lo que el cliente pudiera necesitar en sábados, domingos y festivos, donde el horario se extendió de 10 de la mañana hasta las 21:00 o 22:00 horas dependiendo del tipo de mall. No fue fácil cambiar la cultura de los chilenos y chilenas, ya que buscando recreación gratis y dándoles facilidades para endeudarse se comenzaron a llenar los grandes centros comerciales, los cuales vendían en dos o tres días lo que se vendía en una semana, eso hizo que las grandes empresas comenzaran a construir centros comerciales en todo el territorio chileno. Ya no se trabajaban 48 horas semanales, sino que 60 y más.

La mayoría de los vendedores y vendedoras eran jóvenes y solter@s o jef@s de hogar que se vieron en la necesidad de trabajar largas jornadas de trabajo, no importando dejar de lado a la familia.  El sistema obligó a que el comercio en el resto de la ciudad tuviera que competir con las grandes tiendas y malls cambiando sus horarios de atención, trabajando hasta el domingo y más de 48 horas a la semana, esto no significó contratar más personal para hacer turnos.  

Atrás quedaron las largas luchas de los trabajadores y trabajadoras del comercio y retail donde luchábamos por “¡No al domingo”! Los centros comerciales ganaron la batalla y se cambiaron los horarios de atención de lunes a domingo, y de 10 a 21 o 22 horas, no respetando la familia, eliminando el derecho al descanso y ni pensar en capacitarse.

En el año 2001, la reforma laboral nos cambió la jordana de trabajo a 45 horas a la semana, esto no significó más puestos de trabajo, sino que los propios trabajadores y trabajadoras se vieron de repente con dos días libres a la semana, donde muchos no coincidían con su familia, porque cuando la familia estudiaba o trabajaba, ell@s descansaban, no sabían que hacer, después se acomodaron y comenzaron a realizar sus trámites legales en sus días libres.  Este sistema dejó muchas familias desintegradas, otros cayeron en la drogadicción para seguir funcionando en los horarios del comercio. Las organizaciones del Comercio y servicios, nos hemos unido para lograr reivindicar algunos derechos conculcados en este sistema, se ha logrado tener dos domingos libres al mes, y entre 12 meses tener 7 domingos adicionales, lograr que algunos feriados fueran irrenunciables, es decir que se cierre el comercio.

En este caminar, las mujeres hemos pagado muy caro en este sistema de trabajo, primero porque las redes de apoyo no siempre están para las mujeres del comercio y retail, ninguna sala cuna funciona hasta las 21 o 22 horas, no hay jardines infantiles que cuiden a los niños y niñas hasta ese horario, y muchas de estas mujeres no les alcanza para pagarle a otra mujer para que cuide a los hijos e hijas, pero tienen estabilidad en este tipo de trabajo, sin decir que la mayoría de las mujeres y hombres no viven cerca de los centros comerciales, sino que, la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras viven en los extremos de la ciudad, recorriendo largas horas de trayecto entre su trabajo y su hogar. Por otro lado muchas mujeres jóvenes han sido violentadas o violadas por andar tarde en la noche camino de su trabajo a la casa, eso ha generado un alto nivel de violencia contra las mujeres, pero este tipo de violencia es naturalizada y no se contabiliza en muchas estadísticas.

En el año 2019 se propuso rebajar las horas de trabajo a 40 horas, y salieron varias opiniones de todos los sectores, tanto el empresariado como el gobierno, manifestaron que era una aberración rebajar a 40 horas la semana de trabajo, pero sí propusieron 41 horas a la semana.  En ese año salieron muchos personajes públicos y de gobierno, dando opiniones que dejaron mucho que desear de una autoridad pública.

Nos llegó el 18 de octubre y nos cambió la vida. Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, la ciudadanía se vio obligada a cerrar el comercio a horas muy distintas producto de las movilizaciones y desmanes que se produjeron, generaron un gran temor en la ciudadanía, especialmente en los empleadores que se vieron en la necesidad de cerrar el comercio entre las 16 y las 17 horas para no ser saqueados o asaltados.

La pandemia demostró que nada es seguro, que la vida se puede perder en cualquier minuto producto de un contagio en tu lugar de trabajo, en el transporte público o en lugares cerrados.  Se cambiaron los horarios de trabajo producto del Estado de Excepción lo que trajo consigo un toque de queda, que significó que el transporte público se guardara temprano y el resto de los ciudadanos debía retirarse antes del trabajo, especialmente el comercio que era esencial en esta pandemia.

Hoy los trabajadores y trabajadoras del comercio y servicios, queremos recuperar la calidad de vida familiar y estamos promoviendo que el horario del comercio sea hasta las 19:00 horas, queremos tener derecho al descanso, llegar con luz a nuestros hogares, poder compartir con nuestros hijos, hijas o nuestros adultos mayores que dependen de nosotros. No queremos que más mujeres sean violentadas, asaltadas o intimidadas por andar tarde producto del horario de salida del trabajo.  Creemos que podemos recuperar nuestra calidad de vida  y disfrutar de nuestra familia.



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