PAULINA
Hasta hace un tiempo, Paulina Vargas (32 años) era la presidenta regional metropolitana de la Asociación de Funcionarios del Servicio de Registro Civil e Identificación (Anercich). Este era su segundo período en la directiva regional, puesto que en 2010 fue electa secretaria.
Ingresó a trabajar como relacionadora de bienestar en el Registro Civil hace 14 años, los mismos que lleva como socia de Anercich, agrupación que representa a 3100 trabajadores de la institución a nivel nacional.
Paulina dice que se acercó a la asociación por su inclinación al trabajo social y por “la necesidad de hacer cosas para la gente, que no están dentro de las competencias del área de bienestar. Entonces, fueron mis compañeros, quienes me pidieron que me incorpore, porque allí hay más oportunidades para hacer gestiones”.
Afirmó que siendo dirigenta ha aprendido “a tener cuero de chancho, porque una tiene toda la disposición y las ganas de hacer muchas cosas, pero nunca le va a dar el gusto a todo el mundo. Cuando tú estás haciendo tu pega, pasas por la vida de la gente y chao. Pero en los dos años que estás como dirigente, la gente está con los ojos puestos en ti”.
Paulina, además, participó en dos instancias de formación sindical durante 2015. La primera fue un Diplomado de Formación Continua y la segunda correspondió a la Escuela de Relaciones Laborales María Rozas, curso que buscaba formar a dirigentas del sector público y privado, ambas en la Vicaría de Pastoral Social Caritas.
“Una viene con un chip distinto, no tanto por ser joven, sino que por tener desarrolladas ciertas habilidades sociales, que te hacen tener una visión de que somos todos iguales, que todo se resuelve con el diálogo. Tiene que ver conmigo, no tanto con la juventud, porque al final siempre he sido bien vieja chica para mis cosas”, aclaró.