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Al servicio del mundo laboral y sindical

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Conociendo nuevas dirigentas: María José Andrade, Sindicato de Trabajadores del Colegio Sankt Thomas Morus


María José Andrade es profesora de historia del Colegio Sankt Thomas Morus hace siete años. Cuando ingresó a trabajar al colegio, en el año 2018, se unió de inmediato al sindicato, donde estuvo participando como secretaria desde el 2021 hasta abril del 2024, año en el que asumió el cargo de presidenta hasta la fecha.

Por María Fernanda Vidal

¿Cómo fue tu primer acercamiento al mundo sindical? ¿Habías tenido experiencia previa? ¿Cuál era tu opinión al respecto?

La verdad es que no. Conocía un poco más sobre la historia del movimiento sindical en Chile, y en general, por mi profesión pero no sobre su realidad concreta actual. Por lo que, en realidad, tampoco es que tuviera una opinión concreta muy formada acerca de esto. Así que no es que mi visión haya cambiado, en realidad se ha enriquecido básicamente.

¿Cómo pensabas que era el mundo sindical antes de entrar a ser parte de este?

Pensaba quizás que era menos diverso de lo que es en realidad, a pesar de que las problemáticas finalmente son las mismas, las situaciones en general en los distintos lugares de trabajo son súper distintas y tampoco conocía en realidad lo particular que es todo el asunto laboral dentro de los establecimientos educacionales y sobre todo en colegios particulares que tiene esta particularidad, valga la redundancia, de regirse no solo por cuestiones relativas al Ministerio de Educación, sino que además del Ministerio del Trabajo y en específico de regularse las relaciones entre empleador y trabajador por el Código del Trabajo.

¿Alguna vez participaste siendo presidenta, líder en alguna instancia? ¿O esta sería la primera vez que ocupas un cargo así?

En el sindicato mismo, sí. Fuera del sindicato no había tenido otra experiencia que yo recuerde significativa. Sí estuve en esta misma directiva del sindicato en el período anterior siendo secretaria, así que este es mi segundo período.

¿Cómo llegaste al sindicato? ¿Qué te motivó a participar y cómo descubriste que querías ser presidenta del sindicato?

Hay dos cuestiones que me motivan especialmente para trabajar como dirigente del sindicato del colegio; primero, una característica personal mía que tiene que ver con el sentido de justicia. En general siempre, en todo ámbito de la vida, he tendido a defender lo que considero que es justo. Me provoca mucha rabia las injusticias en general y siendo las relaciones laborales esencialmente asimétricas donde siempre se ve favorecido por la normativa y por el sistema, el empleador. Me interesa siempre equilibrar un poco la balanza en favor del trabajador.

Por otro lado, siendo profesora además y sabiendo el rol social que cumple la escuela como institución en general, tengo un interés profundo en mejorar la educación de nuestros jóvenes, de nuestros niños y en particular, evidentemente, trabajando en el Colegio Thomas Morus como profesora he podido confirmar en el fondo que la calidad de la educación depende en muy gran medida de las condiciones laborales que tengan los docentes, los trabajadores en general, pero en particular los profesores. 

Además, tengo un interés personal por la educación de este colegio, no solo porque yo trabajo ahí, sino que además, es el establecimiento donde se educan mis hijos. Entonces, el interés por mejorar la educación en este colegio además tiene una cuestión personal y en general, estoy convencida que la calidad de la educación en un colegio depende mucho de las condiciones laborales que tengan todos sus trabajadores y en particular los profesores.

¿Cuántos años llevas en el sindicato?

Al sindicato mismo ingresé apenas entré a trabajar al colegio en el 2018 pero me presenté, yo creo, que al año siguiente -creo que llevaba un año trabajando en el colegio apenas- y en ese momento no quedé. Me presenté nuevamente y ahí salí secretaria, estuve tres años y ahora estoy desde abril del año pasado con el cargo de presidenta.

¿Cómo ha sido tu experiencia en el sindicato? ¿Qué es lo que más te gusta de ser líder sindical?

La experiencia dentro del sindicato ha sido intensa. Esa es una palabra que lo puede resumir. Ha tenido de dulce y de agraz, en realidad. Lo más bonito siempre ha sido ver la unidad de los trabajadores, especialmente en momentos más complicados. El año pasado tuvimos una huelga de ocho días, era la segunda huelga que tenemos en la historia; la vez anterior había sido una huelga de 1 día. Esta vez fueron ocho días bien pesados y la verdad es que en la calle se veía un solo grupo, un solo colectivo que tenía un mismo interés, que luchaba por una misma consigna sin importar el estamento al que perteneciera, el sueldo que tuviera, el régimen laboral por el que estuviera contratado y esa unidad fue súper importante: fue esencial para tener un aguante que fue así pero implacable. En esos ocho días, que no se vio un movimiento que estuviera flaqueando, fue un movimiento que mostró una entereza muy admirable. Ese ha sido uno de los aspectos más bonitos que me ha tocado ver. En términos personales, para mí algo muy positivo o que me motiva mucho a trabajar por esto, es la forma en cómo uno puede afectar y mejorar en términos prácticos y reales la vida de las personas, tanto en términos de la vida de los alumnos que uno ve en el colegio como de los trabajadores mismos.

El trabajo es parte fundamental de la vida de todas las personas, no solo porque es la manera en que uno se gana la vida, sino porque también uno pasa la mayor parte del tiempo allí: en un ambiente laboral que debería favorecer una buena comunicación, trabajo en equipo, etc. Entonces es fundamental poder lograr cambios reales, positivos en ese aspecto para mejorar la vida de las personas. 

Algo que he visto durante este tiempo siendo dirigenta sindical, es que hay un aspecto a mejorar que es el tema de la participación durante el año, de los mismos socios. Yo creo que es una cuestión como sistémica, he hablado con otros dirigentes también que en general no es tan fácil lograr que las personas participen con el poco tiempo que tienen. Todo el mundo tiene un montón de obligaciones y es difícil que lograr que las personas puedan destinar espacio, tiempo y energía para una organización de este tipo donde todo el trabajo se hace Ad Honorem. 

Otras cuestiones que han sido más desmotivantes y decepcionantes es cuando se ve poca voluntad por parte del empleador de acceder o siquiera considerar a veces algunas medidas que ni siquiera tienen costo económico, que sí pueden ser muy significativas para los trabajadores. Es súper triste ver que en pleno siglo XXI se mantengan ciertos patrones de conducta que son propios del siglo XIX, según los cuales un trabajador es mucho más productivo porque está sentado en su puesto de trabajo dentro de un horario aunque puede que esté súper estresado y no produzca mucho en todas esas horas y en general, también es desmotivante o ha sido desmotivante dentro de toda mi experiencia sindical, cuando el sistema permite que el empleador tome medidas arbitrarias ya sea porque hay poca o mala fiscalización sobre distintos asuntos o en general por la facilidad con la que por ejemplo puedan despedir a un trabajador por necesidades de la empresa aunque tenga un desempeño ejemplar escondiendo, obviamente, otros motivos que seguramente tienen algún carácter político, personal… Esas han sido cuestiones que, dentro de una experiencia sindical, han sido muy positivas y ciertas otras cosas que a uno le gustaría que fueran mejores.

¿Cómo fomentarías la participación?

Por un lado, hay que apelar un poco a la comodidad de los socios de participar, en el sentido de no incordiar mucho en todas las obligaciones personales, familiares que los trabajadores puedan tener, en el sentido de que obviamente si uno hace una asamblea por ejemplo, significa quedarse más tarde en el colegio en este caso para una asamblea… muchas veces significa que las personas no se pueden quedar hasta más tarde porque tienen otras obligaciones. Intentar, en lo posible, hacer las cosas online. En ese sentido, agradecemos harto la pandemia que normalizó un poco que reuniones, incluso como esta de ahora, se puedan hacer de forma normal.

Uno tiene que dedicar menos tiempo, menos energía, menos dinero, cuestiones logísticas de traslado, cosas así. Mis hijos están aquí en la casa haciendo otras cosas y no tengo que tener a alguien cuidándolos ni mucho menos y en ese sentido también uno piensa en los trabajadores. Todas las reuniones que podemos hacer online, las hacemos de esa forma sin, en todo caso, descuidar esas personales, de encuentros físicos que siempre son buenos más que para entregar información, para encontrarnos justamente.

En un colegio la realidad del día a día es súper dinámica, hay mucha gente con la que uno no se encuentra, entonces tratamos de hacer una mezcla en los que haya ciertos momentos de encuentro que quizás no sean obligatorios o sean en algún momento que moleste un poco menos y que sean atractivos con algo rico para comer, una instancia como más entretenida. Esos son espacios donde se da también mucho mejor la discusión, la conversación, el debate en torno a algunas ideas que muchas veces en las instancias online no se favorece mucho.

¿Qué has aprendido siendo dirigenta sindical?

Un montón de cosas, la verdad. Ha sido para mi una experiencia súper enriquecedora. Por un lado, uno aprende un montón de cosas, entrecomillas, de contenido: normativa laboral que uno desconoce, prácticas que se dan en distintos lados. Además, fuera de ser la presidenta del sindicato, soy secretaria de la Federación de Sindicatos de Colegios Particulares (FESICOP), de la que obviamente mi sindicato es parte y con eso he podido conocer, además, las realidades de otros colegios particulares, subvencionados también que ha sido un aprendizaje gigante que sirve un montón para comparar distintas realidades y en ese sentido, ha sido súper enriquecedor también. 

He aprendido también lo importante que es muchas veces dar estas instancias de participación. Siempre he sido de esa idea pero también muchas veces, el hecho de tener que tomar decisiones día a día, hace que uno a veces pueda pensar en que uno tiene la razón en tomar una decisión sin necesariamente consultarlo, y la práctica o toda esta experiencia me ha demostrado lo importante que es justamente consultar siempre a las bases, discutir acerca de eso y no simplemente tomar las decisiones dentro de la misma directiva entre las tres personas que la conformamos. En ese sentido, la práctica democrática ha sido fundamental, la transparencia también dentro de por lo menos los dos períodos en los que he estado en la directiva.

¿Crees que hay dificultades para ser líder sindical siendo mujer o ya no se ve eso? ¿Tuviste alguna dificultad?

No, la verdad es que no. De hecho, por el contrario, siempre hay que cumplir con ciertas cuotas de género. En mi rubro la verdad es que hay una presencia grande de mujeres, de hecho en el sindicato somos mayoritariamente mujeres, somos muchas más mujeres las profesoras. En básica está conformado en gran medida por mujeres, entonces en nuestra realidad no se da mucho eso. Ahora, sí es cierto -y eso lo puedo ver por ejemplo en la FESICOP- que a pesar de que hay gran presencia femenina, dentro del directorio soy la única mujer. Entonces, se ve también en ciertas partes que, a lo mejor, a las mujeres en general se nos hace difícil tomar más responsabilidades y si estoy en una federación representando a mi sindicato de base y dicen: “Hay elecciones ¿A quién le interesa postularse al directorio? ¿Tener algún cargo de responsabilidad?” Generalmente somos las mujeres las que tenemos que hacer más malabares para poder conciliar la vida personal y familiar con este otro tipo de responsabilidades, así que eso lo he podido ver en la federación.

¿Cuáles crees que son los desafíos en el mundo sindical?

Yo creo que hay dos desafíos que son importantes. Uno es el lograr, aumentar y mantener. En el fondo, cautivar y mantener la participación de los socios. Siempre es difícil y no solamente en los sindicatos, en general en todo tipo de organizaciones sociales, comunales, es difícil lograr la participación de la gente. Ese es un desafío importante.

En segundo lugar, creo que es muy importante tender hacia la unidad de los trabajadores, especialmente dentro de ciertas áreas… sería maravilloso hacer una negociación ramal por ejemplo pero aunque pueda parecer un sueño un poco lejano, sí creo que es importante que dentro de cada sector se vaya generando unidad entre los sindicatos, se vayan conformando federaciones, se vaya trabajando en conjunto; sindicatos hermanos porque los problemas que se tienen son muy similares y uno puede aprender mucho de los demás y porque bueno, en la unidad está la fuerza.

¿Cuáles crees que deberían ser las fortalezas de un líder sindical?

Antes de las características específicas que tenga que tener un líder sindical, yo creo que lo más relevante para ejercer un cargo de este tipo es la motivación. Yo creo que es mi característica más importante como presidenta del sindicato. Soy una dirigenta que tiene muchas ganas de trabajar por este. Para mí, el trabajo del sindicato está dentro de mis prioridades y le quito mucho tiempo a otras cosas para trabajar por el sindicato. Yo desde que entré al colegio participé activamente en el sindicato, desde el día uno; comisión que había tenía ganas de participar, me leía todos los documentos que había que leer y apenas pude, intenté ser parte de la directiva. Entonces, yo creo que la motivación es algo fundamental. 

Por otro lado, creo que es súper importante tener características de empatía, más que en el sentido de ponerse en el lugar del otro; más bien saber interpretar fielmente los intereses de la asamblea, que tiene que ver eso también con cómo escuchar, preguntar, consultar intentando además siempre mantener la unidad entre los socios pese a las diferencias que hay entre las personas porque por mucho que exista este prejuicio y estereotipo de que todos los sindicatos y todas las personas dentro de un sindicato son comunistas, son todos de izquierda. Es que no es así: dentro de los sindicatos están trabajadores que piensan distinto, que tienen distintos intereses políticos, sociales, con familia, sin familia, adultos, jóvenes, hombres, mujeres… Es muy importante lograr tener ese sentido, esa empatía, esa capacidad de interpretar los intereses de un colectivo que puede ser muy diverso. Yo creo que esas son las dos características de un dirigente sindical y tener tiempo, poder organizarlo.

Finalmente, ¿qué le dirías a las personas que están pensando en organizar un sindicato o postular a la directiva de uno?

Que lo hagan, pues. Si tienen la motivación de hacerlo, que lo hagan. Bueno, los que estén empezando a formar un sindicato que se aventuren, que busquen apoyo en otros sindicatos, en federaciones si quieren consultar al respecto pero que lo hagan porque la situación de los trabajadores siempre mejora cuando se puede luchar por la garantía de sus derechos y por mejorar sus condiciones laborales en colectivo. Los trabajadores, de forma individual, es muy difícil que puedan negociar mejoras en sus condiciones que realmente les favorezcan. En este caso lo mismo, la unidad hace la fuerza así que formen ese sindicato. 

Los que estén pensando en postularse a la dirigencia, si tienen la motivación, háganlo y lo mismo: busquen apoyo en otras dirigencias, en otros sindicatos porque uno aprende mucho de las experiencias de los demás porque realmente es un trabajo que vale la pena, que es muy gratificante, que van a tener momentos muy desmotivantes sí, pero la verdad es que es un trabajo que tiene su recompensa moral, por un lado. Por otro lado, si uno hace bien la pega también, pone recompensas materiales en el sentido de que realmente se puedan lograr estas mejoras.



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