El 12 de junio se conmemora el día Mundial contra el Trabajo Infantil, y este año 2021 toma mayor fuerza, ya que es declarado por la ONU el “Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil”. Chile al igual que varios países se encuentran comprometidos con esta causa implementando diversas acciones acelerando el progreso hacia el objetivo establecido por la meta 8.7 de los ODS de poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para el año 2025.
Como Vicaría de Pastoral Social Caritas estamos comprometidos con aquellos más vulnerables y excluidos, desde la opción preferencial por los más pobres. Y es en esta realidad que viven los niños, niñas y adolescentes trabajadores y sus familias, donde hemos podido encontrar estos rostros sufrientes, a quienes desde hace más de 20 años hemos acompañado en un tránsito hacia la erradicación progresiva del trabajo infantil, trabajando con las familias y las comunidades locales.
En estos años hemos visualizado que, si bien esta realidad es multicausal, una de las principales causas continúa siendo la precariedad y/o ausencia de trabajo estable en los adultos del grupo familiar, accediendo a empleos con bajos ingresos y/o de carácter temporal. Lo que lleva a las familias a buscar distintas estrategias de supervivencia, una de éstas es el ingreso de los niños y niñas al mundo laboral, con el objeto de contribuir a la economía familiar. Resulta fundamental abordarlo y relevarlo más aún en el contexto actual que estamos viviendo a raíz de la actual crisis sanitaria y económica que está sufriendo el mundo por la Pandemia del COVID – 19, ya que se estima que las cifras de trabajo infantil aumentarán considerablemente, debido al desempleo y a que el comercio informal, está siendo y será, una manera de subsistencia en miles de familias, pudiendo incorporarse los niños, niñas y adolescentes a éste.
Es por esta razón que es sumamente importante continuar con este camino de acompañamiento, visibilizando y sensibilizando entorno a la realidad del trabajo infantil. Todas y todos podemos hacer una diferencia mirando a nuestro alrededor, estando atentos en nuestros trabajos si en las cadenas productivas hay algún niño, niña o joven trabajador, mirando nuestros entornos cercanos, no para enjuiciar, sino más bien para poder hacer conciencia y buscar alternativas de subsistencias para esos grupos familiares. Es necesario redoblar los esfuerzos, las iniciativas y estrategias para lograr alcanzar esta meta, más aún en el contexto actual en el que estamos viviendo, donde los niños, niñas y jóvenes una vez más pueden ser invisibilizados y pueden ver sus derechos vulnerados.
Mónica Ruiz Cisternas
Coordinadora Línea Niñez y Juventudes
Área Animación Solidaria de la Vicaría de Pastoral Social Caritas