ENTREVISTA: Conversamos con Claudia Donaire y Bárbara Figueroa, dos integrantes del Consejo Superior Laboral, quienes nos contaron cómo han sido estos seis meses de trabajo, el funcionamiento al interior del organismo, cuáles son sus funciones respectivas dentro de esta instancia de diálogo social y la funcionalidad que éste tiene.
Por Bárbara Coloma
El pasado 03 de marzo, el ejecutivo publicó el reglamento que puso en marcha el Consejo Superior Laboral, instancia que surgió como moción dentro de la discusión de la Reforma Laboral. En el decreto, se define como una instancia que busca “elaborar, analizar y discutir propuestas y recomendaciones de política pública en materia de relaciones laborales y mercado del trabajo”.
Se dispuso que sería de carácter tripartito, contando con tres representantes del ejecutivo, tres del mundo empresarial donde al menos uno debería representar a la pequeña y mediana empresa, y tres del mundo sindical, considerando que fueran representantes de organizaciones laborales que tuvieran un alto grado de representatividad a lo largo del país.
Los integrantes nombrados por el ejecutivo son Claudia Donaire, del ministerio del Trabajo, Guillermo Miranda, exdirector de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Jaime Ruiz-Tagle, director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile.
Los representantes de los trabajadores, se encuentra Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, Secretario General de la CUT y José Sandoval, presidente del sindicato interempresa de camioneros.
Representando al mundo empresarial están Andrea Tokman, economista jefa del grupo Quiñenco, Alberto Salas, expresidente de la Confederación de la Producción y Comercio (CPC) y Juan Araya, presidente de la Confederación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme). Para esta entrevista no conseguimos tener la visión de los empleadores.
¿Cuándo y quién te pide que participes del Consejo?
Claudia Donaire (C): A mí la petición me la hizo formalmente la Ministra (del Trabajo y Previsión Social), la fecha exacta no la recuerdo, pero tiene que haber sido a fines de abril o principios de mayo de este año.
Bárbara (B): Bueno, la propuesta del Consejo Superior Laboral, como propuesta a incorporarse en el proyecto de Reforma Laboral, fue un proyecto que surge de la CUT. Fuimos nosotros los que planteamos en su momento la necesidad de que existiera una instancia de diálogo social y de diálogo tripartito, en el marco de las nuevas relaciones laborales, entendiendo que el proyecto lo que buscaba era tratar de darle el mismo peso o equilibrar la relación entre trabajador y empleador. Eso no solo tenía que entenderse en el marco de la negociación colectiva, sino como parte de un proceso de diálogo social permanente, un diálogo entre los actores del mundo del trabajo para negociar, pero también para discutir sobre otras materias vinculadas al mundo del trabajo.
Tal como lo que está establecido en la ley, lo que se indica es que en el caso del mundo empresarial o en el mundo del empleador, tenía que resguardarse la participación dentro de los tres representantes de este sector de al menos un representante de la pequeña y mediana empresa. Entendiendo que la idea es que exista diversidad en el Consejo, que las miradas representadas del mundo empleador, o las particularidades. Y en el caso del mundo sindical, lo que se establece en la ley es que serán los representantes la central o centrales más representativas del país.
Para determinar el grado de representación de las organizaciones, lo que se hizo fue solicitar un informe a la dirección del Trabajo que diera cuenta del nivel de representatividad que tenían las organizaciones sindicales, para determinar qué o quiénes organizaciones iban a estar representadas por el mundo del trabajo. En este caso, dado el nivel amplio de representatividad que tiene la CUT por sobre las otras dos centrales que existen en nuestro país, significó que la participación nuestra fuera la que está garantizada en el Consejo.
¿Cuándo y cómo hicieron desde el mundo del sindical el requerimiento de esta instancia de diálogo?
(B): En la última etapa de debate de la Reforma Laboral. Cuando ya el proyecto de ley ingresa al senado, ahí comienza a cobrar mucha más fuerza la idea de poder establecer una instancia de diálogo tripartito. Nosotros lo hicimos pensando en las experiencias que conocíamos de los consejos en Argentina, Uruguay, España incluso y considerando los marcos generales de la OIT. Entonces sobre esa base fuimos haciendo una propuesta, que sin duda tuvo modificaciones después, nosotros aspiramos a que fuera un órgano resolutivo o vinculante al menos respecto de las políticas laborales.
¿Cuáles fueron los requisitos para nombrar a los representantes del Gobierno?
(C): En el caso del Ministerio del Trabajo se pensó en una persona que tuviera conocimiento cabal de la reforma, pero además que tuviera experiencia en instancias de diálogo social similares, que hubiese estado articulado en alguna ocasión o instancias de participación tripartitas. Ese era mi caso.
¿En qué otras instancias habías participado?
(C): Mi principal experiencia en el Gobierno ha sido participar en la atención de sectores conflictivos, me ha tocado en más de una oportunidad presidir mesas tripartitas en el sector de la pesca, industrial, en el sector portuario. También estuve a cargo en el Gobierno anterior de Bachelet en el departamento de la DT, cuyo cometido principalmente y esencialmente era articular procesos de negociación colectiva, que son instancias de diálogo que se conocen en la legislación vigente.
En términos prácticos, ¿cuál es la función específica del Consejo Superior laboral?
(C): Lo que hace es debatir a requerimiento de sus consejeros temas que forman parte del debate que la ley los faculta opinar, en que los faculta a proponer, analizar o sugerir política pública, que son esencialmente temas regulatorios, en materia de derechos laborales, individual y colectiva, por cierto en todo lo que incide en el mercado del trabajo. Y particularmente tiene que ver (con) elaborar informe de implementación de la reforma laboral. Prácticamente es parte esencial del trabajo que se hace este año por razones obvias, y es de que como es un sistema nuevo implica levantar mucha estadística, mucho producto y eso hay que desarrollarlo a partir de lo que existe pero también con la orientación que quieran darle los propios consejeros.
(B): Tiene carácter consultivo, no es vinculante, tiene la obligación sobre todo en esta primera etapa de emanar informes. A nosotros, por ejemplo, nos corresponde ya presentar a marzo del próximo año al gobierno central, a la presidenta, el primer informe sobre implementación de la Reforma Laboral.
En esta primera etapa el carácter del Consejo está muy determinado, dado que no es un Consejo que tiene antecedentes, no tenemos una cultura en nuestro país de espacios de diálogos tripartitos permanente, excepto Chile Valora y otras, los que no tienen el rango de política pública como tiene el Consejo Superior Laboral, los otros espacios son más bien específicos.
El Consejo lo que hace en su informe es generar recomendaciones al ejecutivo y lo que uno espera, es que esas recomendaciones sean consideradas con bastante valor. Nuestra aspiración como CUT, es que transitemos de un Consejo que hoy día está abocado al debate de implementación de la reforma laboral, a un Consejo que adquiera el peso específico de los internacionales como la OIT, que sean espacios como de esta envergadura, y ya discutir sobre todo lo que tiene que ver con políticas del ámbito laboral, y no solo estar restringidos al ámbito de las relaciones laborales entre empleadores y sindicatos.
Los temas de discusión del Consejo principalmente, ¿quién los propone o quién los ha propuesto en las sesiones?
(C): Hasta ahora han sido sólo temas de consenso. Hacer el informe requiere por ejemplo conocer estadística, entonces por lo menos en dos sesiones hemos estado fiscalizando las estadísticas. También analizamos en otra oportunidad otras cosas distintas a la reforma, como por ejemplo, hemos revisado todo lo que son los criterios, que también están en la ley, para asignar los recursos para los fondos de formación sindical, sea de las facciones dirigidas a los dirigente sindicales, a la formación de dirigentes, en la línea continua, formación continua de especialización, en la línea de nuevos dirigentes sindicales y en la línea de liderazgo de mujeres. También hemos mirado los criterios para capacitación para la pequeña y mediana empresa y la micro también, que en el fondo es particularmente entregarle habilidades a los empresarios pequeños, a sus ejecutivos que puedan ellos designar en materias que tienen que ver con la reforma laboral.
(B): Todas las contrapartes tenemos derecho a incorporar temas de tablas y también temáticas a abordar (…). Por ejemplo, en la última sesión, abordamos el debate sobre el proyecto de reforma al sistema de pensiones, y esa fue una solicitud que se hizo de parte del mundo empleador. Es decir, también tenemos la posibilidad, somos flexibles, y es dinámico este espacio, por lo tanto, ahí todos tienen la posibilidad de proponer temáticas, abordar puntos de tablas, proponer materias a abordar en una próxima reunión.
¿Cómo se coordina el tema de los fondos para formación?
(C): La ley da un presupuesto, genera un programa, es un criterio para impartir los fondos y para hacer los cursos ahora lo tienen que proponer al ministerio el Consejo. Tiene que garantizar que un 20 por ciento del presupuesto de formación, por ejemplo, vayan a empresarios de pequeña y mediana empresa… no todo al mundo sindical, sino que una parte importante para las empresas de menor tamaño. Y también tiene que abocarse a que hay una distribución geográfica, donde una parte importante también vaya a regiones. La ley nos obliga a un guarismo, tenemos que ahí articular.
¿De qué organismo depende el Consejo de forma administrativa y económica?
(C): El Consejo es autónomo. Pero en cuanto al soporte administrativo y económico es de la subsecretaría (del Trabajo). Nosotros tenemos la posibilidad de definir por ejemplo, de hacer estudios, que es el que vamos a encargarle a algún organismo, en materia de preparación de estadísticas en materia de huelgas extra legales, que muy probablemente lo vamos a tener que solicitar al COES, que tiene la estadística previa, por ende tiene insumos que son precisos, tienen estadística que son del 79 al 2009, y ese estudio que nosotros proponemos hacer lo tiene que pagar el ministerio porque la ley así lo dispone a través de la subsecretaría.
¿Cómo ha sido el trabajo con el resto de los integrantes del consejo?
(C): Ha sido una buena experiencia. El Consejo se instala con muchas expectativas y desafíos, pero nosotros hemos tratado de aterrizar y ver qué es posible hacer, sobre todo porque tenemos que informar sobre la reforma laboral y eso nos genera una agenda obligatoria.
También, todos los consejeros, por razones obvias, tienen mucho interés en hacer trabajo en lo otro, que es lo que más les piden sus mandantes. Por lo tanto, el equipo que se ha constituido ahí, es un equipo de gente con mucha experiencia, está el caso del representante que designó el Ministerio de Hacienda, que es Jaime Ruiz Tagle, es una persona con basta experiencia en materia académica, estudios analítico y estadísticos, trabajó en Microdatos de la Universidad de Chile, por lo tanto es una persona con mucha aporte en el trabajo cotidiano.
Designado por el Ministerio de Economía, tenemos a un ex director de OIT en Chile, por lo tanto también es un hombre con mucha capacidad política y con mucha experiencia política también en el diálogo social. Por el lado de los empleadores tenemos a Alberto Salas, que es una persona muy componedora, con basta experiencia que conoce además por su trabajo gremial en el último tiempo a más sectores que aquellos no más tradicionales por su formación en el sector minero. Por ende ahí también hay un aporte importante. Andrea Tokman, es dirigente empresarial, pero también tiene un pasado en mundo del gobierno y también en la academia, similar al de Jaime Ruiz Tagle.
Por otro lado, el dirigente de las empresas de menor tamaño, Juan Araya ha participado en muchas instancias similares, por ende, tiene mucha experiencia. Y por el lado de los trabajadores tenemos a la dirigente de la CUT, al secretario general, Nolberto Díaz, y también tenemos a José Sandoval que es del sector de transporte, además es contraparte en muchas mesas sectoriales con Juan Araya, por ende también es una persona que trabaja en negociaciones colectivas como asesores, por ende manejan la reforma de manera directa y en el caso de la presidenta, Bárbara Figueroa, ella fue interlocutora como parte de la CUT en el debate legislativo de la reforma.
(B): Ha sido un espacio yo diría bastante fraterno. Cada una de las partes, ha planteado sus puntos de vista. Estamos en una etapa además muy primaria, entonces todavía uno no podría decir tenemos todos los elementos para poder ver el real impacto o alcance de lo que está significando la implementación de la reforma. Si bien, nosotros tenemos nuestra información y estuvimos recorriendo durante todo el mes de agosto el país para ir a conocer también en terreno cómo se estaba viviendo la implementación de la reforma, todavía hay elemento que uno no puede determinar o dimensionar.
En este marco, en tan poquito tiempo que llevamos, en una institucionalidad que es nueva, en un espacio de diálogo social y de tripartismo que es novedoso para instituciones como el Ministerio del Trabajo, donde tu juntas a trabajadores y a empleadores a debatir sobre políticas públicas. Esto ha permitido poner el espíritu, montar el diálogo social como el instrumento y por lo tanto con mucho respeto nosotros tratamos de poner nuestros puntos de vista, defendemos nuestras legítimas posiciones, pero en un marco bastante fraterno, bastante respetuoso.
¿Cómo beneficia el Consejo a los trabajadores? Hay alguna instancia o algo más pequeño donde los trabajadores puedan proponerles a ustedes sus temas.
(C): Por razones de tiempo no hemos desarrollado una relación directa con organizaciones sindicales distintas a las previstas inicialmente al constituir el Consejo. Esta forma de diálogo es a través de consejos sectoriales, porque no podemos ver todos los temas.
No va haber tiempo para traerlos a todos, vamos a tener que tener mecanismos, y desafortunadamente los actores tienen distintas agendas. Entonces para ordenar aquello, creemos que el mejor procedimiento es ordenar los consejos sectoriales y para eso hoy día tomamos un acuerdo de generar una regulación para formalizar consejos tripartitos que hoy día existen autónomamente en muchos sectores como consejos sectoriales del Consejo, en el que van a poder estar representados sectores que tal vez no están en el Consejo Superior Laboral, porque no tienen ese nivel de amplitud, pero sí a nivel sectorial puede tener sentido que estén.
A nivel sectoriales muchas veces no están las centrales sindicales, están los sindicatos base, por razones obvias, porque son los sindicatos bases lo que representan a su sector y probablemente las centrales no tienen ahí una gran representatividad y conocimiento en esos sectores. Y en el fondo va a haber la oportunidad de que cada actor sea dueño de sus propios espacios, y la relación con el consejo ya no va a ser una relación de subordinación, sino que va a ser una relación de articulación.
(B): Lo que nosotros esperamos es que con el tiempo todos nos vayamos permeando mucho más de estas instancias de diálogo, que no solamente tengamos constituido el consejo como central, sino que también puedan empezar para conformarse a la brevedad, porque eso es parte de la normativa, no solamente el Consejo Superior central, sino que también consejos superiores en regiones, que eso también está garantizado por ley.
¿Qué esperamos del Consejo Superior? Que una vez que se conformen estos brazos territoriales se descentralicen las estructuras en regiones y que se conformen los consejos sectoriales y que efectivamente el consejo superior laboral pueda ser una instancia de debate de políticas públicas. Por eso para nosotros es importante aunque no sea una instancia que tiene un carácter vinculante ni resolutivo ni es mandante sobre definiciones de los Gobiernos.
Sí debiera entenderse, como es entendido en todo el mundo, el debate o los espacios de diálogo social como espacios que trascienden finalmente la pura voluntad de un Gobierno y que por lo tanto tienen la capacidad de pensar y proyectar políticas públicas más allá de un período presidencial.
Se podría decir entonces, que una de las mayores dificultades que enfrenta el Consejo ¿es el alcance que tiene?
(B): Yo diría que no tanto el alcance porque sería muy injusto hacer un juicio hoy día respecto del alcance que tiene el Consejo cuando estás recién instalando una política. Lo que uno esperaría es que una institución como esta que es nueva en nuestro país, que comienza a hacerse camino el tema del diálogo social y el tripartismo en las relaciones laborales, rápidamente también tenga representación en las regiones. Es decir, que de alguna manera se empiece a familiarizar nuestra institucionalidad, nuestras instituciones en este caso el ministerio del trabajo con espacios de diálogos entre las contrapartes.
Yo no lo vería como una dificultad, vamos a lograr constituir esta institución pero va a depender de la capacidad que tengamos los actores de darle el peso específico que requiere para que después se transforme en una herramienta que vaya más allá de las atribuciones que la ley le da.
¿Qué le dirías a los trabajadores sobre qué esperar del Consejo?
(B): Lo primero es que hay que empaparse de una política de diálogo social que no estamos empapados en nuestro país, por lo tanto, lo que nosotros hemos hecho proponiendo en su momento y siendo esto recogido por el Ejecutivo es también dar una señal de que aquí tenemos que construir relaciones civilizadas.
Cuando nosotros discutimos de la reforma laboral, decíamos este no es un debate sobre la revolución, aquí no estamos planteandonos unas medidas que rompen con todo lo que teníamos. Estamos hablando de pisos mínimos. Si uno mira eso, entendido así el debate que hicimos sobre la reforma laboral, cuando uno piensa en instancias de diálogo social como estas, lo que está pensando detrás de eso es la posibilidad de tener una institucionalidad y una democracia que sea más fuerte. Finalmente, tu no sacas nada con proponer súper buenas políticas si eso no lo conectas, no lo discutes, no lo pones en relación con los incumbentes.
El Consejo Superior Laboral puede ser una puerta de entrada a un debate en nuestro país sobre el valor que tiene para la democracia tener contrapartes fuertes, tener actores muy legitimados y además siendo parte del desafío de las políticas públicas. Porque eso no sólo tiene un valor para nosotros, para el movimiento sindical, porque ahí tu vas a poder plantear tus inquietudes o vas a poder llevar tus temáticas, sino que también tiene un valor para el ejercicio de una democracia realmente sana, donde nosotros no somos solamente un accesorio, no somos solo fuerza de trabajo, intelectual o física, sino que también podemos ser constructores de políticas públicas, porque estamos ahí, estamos en las instancias de producción, estamos generando riquezas para nuestro país, estamos generando conocimiento, estamos generando desarrollo.