ENTREVISTA: En Sindical.cl conversamos con las cuatro mujeres electas del Sindicato Banco Estado, que están en su directiva nacional. Ellas nos contaron de su experiencia, sus temores e hicieron una invitación a otras mujeres a soltarse las amarras y ser felices.
Por Paula Ampuero Ulloa
Por primera vez en el Sindicato del Banco Estado hay cuatro mujeres en el directorio nacional, compuesto por 11 dirigentes. Una de ellas es Secretaria General, y las otras tres son directoras nacionales. Pero la realidad del banco, es mucho más equitativa, porque han logrado equiparar al 50% la cantidad de trabajadores y trabajadoras.
Estas mujeres, Loreto Pinto, secretaria general; y las directoras nacionales, Elga Benítez, Bárbara Mauriziano e Ivonne Danovaro, se decidieron a asumir este desafío luego de años siendo delegadas. Algunas dieron el salto antes, pero todas coincidieron en que fue una decisión que tuvieron que pensar mucho y planificarse no solo en el ámbito profesional para poder hacerlo. De las cuatro, solo Loreto tiene una hija pequeña. En tanto, Bárbara, Elga e Ivonne, esperaron a que sus hijos e hijas crecieran para postularse a la directiva nacional.
¿Por qué decidieron ser dirigentas sindicales?
Elga (E): Siempre fui delegada en mi oficina y llegó un minuto en que quise ir al sindicato, eso hace cinco años. Yo ya llevo dos reelecciones a directora nacional. Quería dedicarme al bienestar de las personas, porque considero que mejorar la calidad de vida de la gente es una labor importante, y ese es mi mayor objetivo ahora.
Loreto (L): Llevo 14 años en el banco, mi vida partió en el mundo sindical como delegada, y posterior a ello, como esta pasión no puede quedarse quieta, decidí sumarme al cuerpo de delegados, que es la estructura que tiene el sindicato a nivel regional, y ahí me dio gusto aportar un granito de arena desde el área central donde trabajan cerca de cuatro mil personas. Entonces, la motivación para postularme a la directiva nacional nace netamente del gusto de conocer lo que es un sindicato, de lo que compete el trabajo mismo del día a día y de estar en constante comunicación con las personas y poder aportar a mejorar, tanto su calidad de vida fuera de la pega, como también dentro del banco.
Ivonne (I): Desde el colegio y en las distintas etapas de mi vida, siempre me he sentido interesada por los temas sociales, por representar y defender los derechos de los demás. Cuando llegué al Banco, de inmediato me sentí motivada por el tema sindical, asumiendo como delegada en las distintas áreas y sucursales donde trabajé. Luego vino la oportunidad de postular al Sindicato y tuve el privilegio de ingresar a la Directiva Nacional, lo que es una enorme responsabilidad, pero también una gran alegría, porque nada da más satisfacciones que luchar por otros.
Bárbara (B): Me interesó de muy chica el tema social, comunitario, siempre estaba metida en algo, en cosas de participación. Ahora, ya más madura y con logros familiares, a mi me interesaba mucho algo que me llenara un poquito más el espíritu, porque el trabajo diario, así tan agobiador, como que no me llenaba tanto. Así que sentí que este era el paso siguiente que tenía que dar. De verdad me siento muy llena con esto, con el servicio a los demás, que al final es para uno también, porque todo es para todos. Todo esto se trata de servicio y de organización; estoy muy contenta pudiendo aportar en este proyecto.
En relación a ser mujer, siempre se dice que es mucho más difícil que las mujeres sean dirigentes sindicales. Eso queda evidenciado en la tasa de sindicalización de mujeres, en la cantidad de dirigentas que hay. ¿Cómo compatibilizan ustedes los múltiples roles en los que se tienen que desarrollar con este cargo tan importante, cómo es ser de la directiva nacional?
(E): Yo me dediqué a esto una vez que mi hija más chica ya tenía una edad en que se las arreglaba sola. Yo veo que es difícil, veo a Loreto que viene llegando con una hija chica y es fregado, creo que tiene mucho mayor valor, porque ella va a tener que ver a su hija, no dejarla de lado, en paralelo a esta pega que es muy demandante. Más encima nosotros como somos un sindicato grande, con más de 9500 trabajadores afiliados, tenemos que recorrer mucho el país y ahí dejas de lado a tu familia, yo digo si, la he dejado de lado, pero mi hija está en una edad en que la podía dejar más libre, por eso quizás no entré antes al sindicato.
(L): Tengo 38 años, una hija de nueve. Estar acá fue producto de una planificación previa, por supuesto, con mi familia. Sin ellos es imposible haber dado este paso, sin ese apoyo que lo tengo hasta el día de hoy, y que espero tenerlo siempre no hubiera sido posible, así de simple. Pienso que, en tiempos actuales el hecho de ser mamá -en mi opinión, respetando a todas las que puedan existir- no te puede obstaculizar para desarrollarte en otros ámbitos. No tengo la varita mágica en la mano para adivinar el futuro, pero yo creo que la mujer tiene que desarrollarse en todos los roles posibles y no cerrarse las puertas al día de mañana enfrentar nuevos desafíos.
(B): Concuerdo con Helga, yo también, como somos un poquito mayores que la Loreto, tuve que esperar un tiempo. Me habían propuesto en alguna oportunidad postularme y yo decía que no, que tenía una hija chica, y para mí era importante -como decía Helga- poder estar ahí. Ahora ya está grande y tengo la sensación de que ya hice la pega. Me siento con la libertad de hacer lo que yo quiera hacer, y puedo viajar tranquilamente, porque mi hija está grande.
¿Qué piensan del panorama con el que tiene que lidiar una mujer al momento de decidirse por tener participación en una directiva sindical?
(B): Hay un tema que siempre lo he escuchado por ahí, que nadie les pregunta a los hombres importantes con quienes dejaron a sus hijos cuando sale de gira, eso es super decidor.
(E): Y bueno, este país lamentablemente es un país de machistas, y también derepente las mujeres son un poquito temerosas y no se atreven a enfrentar un montón de cosas o no se atreven a sentirse felices. Creo que lo importante de nosotras es que decidimos hacer lo que queríamos hacer, a diferencia de muchas mujeres. Y es que cuando tú haces las cosas con cariño, sea lo que sea lo que vas a hacer lo vas a hacer bien. La mujer derepente se reprime para darle la felicidad a los hijos, al marido, preocuparse del papá y la mamá y no se da cuenta qué es lo que quiere, por siempre andar tratando de hacer feliz al resto. Y yo creo que lo más importante para uno y para estar bien en la vida es ser feliz con lo que uno quiere hacer.
(I): La verdad que en este país, a las mujeres siempre nos cuesta, debido a que el machismo es parte de nuestra idiosincrasia, por lo cual para lograr nuestros objetivos debemos hacer más esfuerzos, pero siempre he sido una persona decidida a enfrentar y superar los obstáculos, por lo tanto, nada ha impedido que haga valer mis opiniones ni tampoco defender lo que creo justo.
(L): Yo quisiera hacer énfasis al punto de vista de competencia y capacidad. El hecho de ser mujer no te inhibe a desarrollar roles en todo ámbito, por muchos años, o en décadas pasadas, el concepto de mujer era mirado de una forma -en mi opinión- un poco despectiva, eran desplazadas, decían que las mujeres no tenían capacidad, que solo servían para estar en la casa, cuidando los niños, haciendo el aseo, pero eso ya hace un par de décadas ha ido evolucionando y hoy día es eso, si tienes competencias y capacidades, ¿por qué no?
Dentro del Banco Estado, ¿cómo están en materia de género? ¿Tienen nuevas propuestas para seguir avanzando, por ejemplo, en la corresponsabilidad parental?
(L): El Banco, junto con el sindicato, constantemente ha estado en la vanguardia y de forma anticipada en muchos temas que en el futuro se han transformado en ley, por ejemplo, por contrato colectivo, mucho antes de que existiera el permiso de paternidad nosotros ya lo teníamos. Inicialmente con un período de cinco días, luego de ello, el Estado promulgó la ley y se dio ese beneficio para todo efecto de trabajadores, y el Banco continuó con el sindicato (por contrato colectivo) a la vanguardia, y lo amplió a 10 días. Actualmente los trabajadores que van a ser papás gozan de este beneficio aumentado a lo que hoy es la ley respecto al tema.
(L): Y sobre las mujeres también ha ocurrido lo mismo, recuerdo el tiempo que fue promulgada la ley del permiso posparental, ya el banco tenía con el sindicato, el tema del regreso progresivo de la mujer cuando fuera mamá. Antiguamente teníamos el posnatal de los 84 días y por ley la mujer se tiene que incorporar al trabajo, pues bien, dentro de lo que es el sindicato, a través del banco, se logró que las mujeres cuando vuelvan del posnatal pudiesen trabajar media jornada. Hoy día existe la facilidad de bien tomar el beneficio legal del permiso posparental o retornar al trabajo después del 84 día y con trabajo media jornada, durante el tiempo del permiso posparental. O sea, estamos preocupados de ese tema en lo que es hoy día.
(L): De cara al futuro, tal vez debiéramos apuntar también a algún tipo de beneficio -esto como una idea- que por ejemplo tenga que ver con los horarios de trabajo, ver la forma de hacer una pequeña reducción de jornada laboral, un poco para que la mujer pueda tener sus tiempos, ya sea para estar con deportes, familia, lo que sea. Y ver cosas nuevas que hoy día sigan teniendo al sindicato a la vanguardia en temas de género que después salen a nivel gubernamental. Como negociar aumento de días de vacaciones, por ejemplo.
¿Y sobre equidad de género en cuanto a los cargos?
(L): Dentro del banco el porcentaje de mujeres respecto al total, alcanza casi al 50%, dejando de lado los cargos, existe bastante equidad entre los trabajadores. En los cargos altos estamos al debe.
(B): Con la Reforma Laboral se dio el tema de un porcentaje mínimo de mujeres (en la directiva sindical), esperamos que se pueda ver reflejado en el futuro, por ejemplo, en los ascensos, en las jefaturas cuando se nombren. Yo tengo entendido que algo de eso está sucediendo en el banco, pero ojalá que sea una cosa permanente, y que quede como una política permanente. Hay que ir avanzando de a poquito.
Con respecto al cambio de la Reforma Laboral en materia de género, de poner una cuota de que un tercio de la directiva sindical sean ser mujeres, ¿cómo lo ven ustedes como política pública en general? ¿Es necesario que haya mujeres en una mesa negociadora, le da otro toque a la negociación colectiva?
(E): Yo creo que, de todas maneras, la mujer piensa distinto en algunas cosas a los hombres, mirando aspectos que ellos quizás fríamente no miran. Entonces, se necesita la mirada de la mujer. Tengo el concepto de que cuando la mujer quiere trabajar, trabaja y lo hace bien. No tengo nada contra el género masculino, pero creo que las cosas andan mejor cuando nos complementamos entre todos.
(B): A mí me va a tocar por primera vez estar en una mesa negociadora el próximo año, entonces, en la práctica no sé cómo es, pero creo de todas maneras que, en todo orden de cosas, tiene que haber equilibrio, como dice Elga. Los hombres a veces son super buenos para negociar, pero tienen sus puntos de vista y sus intereses, así que por mucho que puedan defender los derechos de las mujeres no lo van a hacer de la misma manera que una. Y cuando la mitad de los trabajadores del Banco y de los socios del sindicato son mujeres, entonces, es súper importante que en la mesa negociadora estemos representadas.
Algún consejo que ustedes quieran dar a otras mujeres para que se entusiasmen a ser dirigentas sindicales.
(L): Me gustaría transmitir a las mujeres que se crean el cuento, que confíen más en sí mismas, que suban la autoestima. Hay muchas personas que tienen su estrella para ser exitosas en lo que quieren hacer, en este caso, defender los derechos de los trabajadores, pero falta ese tema, de que alguien las empuje. Hay que atreverse, ser más osadas.
(I): Mi mensaje a las mujeres, sobre todo a aquellas que quieren defender los derechos de los trabajadores, es hacerlo con fuerza, pero también capacitándose, aprendiendo de otras experiencias, dado que el mundo sindical actual exige dirigentes preparados, con la capacidad de hablar con argumentos y entregar un mensaje fuerte y claro.
(E): Creo que la mujer debe darse su espacio, debe realizar lo que quiere. Si alguien quiere quedarse en la casa con sus hijos que lo haga, pero la mujer que quiere hacer otras cosas, y se frena por sus responsabilidades familiares, yo creo que está mal. Lo más importante para uno es realizarse como persona, como mujer. Si tú estás realizada, si estás bien haciendo lo que tú quieres, tú le vas a dar a tu entorno lo mejor de ti y van a ser todos mucho más felices.