A muy poco de iniciarse en Chile el histórico proceso de escribir una nueva constitución, en Sindical.cl conversamos con una de las 155 personas que estarán a cargo de esta tarea. Se trata de Aurora Delgado, uno de los pocos casos de dirigentes sindicales del mundo del trabajo que ocupará un puesto en la Convención Constitucional.

Delgado es matrona de profesión, es oriunda de Valdivia y en esta entrevista cuenta sobre sus expectativas de cara al proceso y cómo sus 15 años como dirigente de la  Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) le servirán para avanzar en la dignidad de las y los trabajadores.

¿Cómo vive estos momentos previos?

Con bastante expectativa y obviamente muy contenta y con una gran responsabilidad de representar a los espacios de los cuales provengo, como es la Confederación de Profesionales Universitarios de la Salud (Fenpruss), el Movimiento No + AFP y un espacio de deliberación, de mucho trabajo y de aglutinación de varias organizaciones que es la Asamblea Popular Constituyente de la Región de Los Ríos.

¿Qué opina de la composición de la Convención Constitucional?

Muy diversa, representa todas las miradas y realidades del mundo social y particularmente, de aquellos que han  luchado por muchos años por restituir derechos y que hoy día no están consagrados en la constitución del 80, sino que por el contrario, lo que ha primado son privilegios, desigualdades profundas, que se hicieron sentir el 18 de octubre de 2019.

La diversidad y pluralidad que se vio reflejada en esta composición de los 155 integrantes que componemos la Convención Constitucional, habla de un país distinto, de un país en que efectivamente se van a incorporar todas estas realidades

¿De qué forma le puede aportar a su trabajo como convencional su experiencia como dirigente de la Fenpruss?

Desde el mundo sindical hay dos elementos fundamentales que son, su representación, y la de los espacios en que las y los trabajadores hemos vivido la precariedad de manera muy brutal en este momento de la pandemia. Además, ir recomponiendo lo que son las distintas actividades desde los sindicatos en términos de luchas tan importantes como es la negociación colectiva ramal, la huelga como derecho humano y el valor del trabajo. Yo creo que son elementos fundamentales que desde el mundo del sindicato se han querido levantar y que es necesario consagrar en la nueva constitución.

Y desde el ámbito de la salud, no es menor que seamos alrededor de 5 convencionales los que estamos representando a este sector, un derecho fundamental que hoy día lo están viviendo muy mal distintas personas en la pandemia, donde muchos han fallecido por estas medida erráticas levantadas y que no ha sabido llevar el gobierno. Y por otro lado desde los movimientos sociales, el hecho de ser una sindicalista y haber asumido luchas sociales como el No + AFP, va a ser un “plus” importante en términos de levantar demandas como la seguridad social y donde hoy hay una desprotección y abandono de parte del Estado.

¿Cuáles son los puntos más débiles que tiene la actual constitución y que deben ser cambiados con respecto a los derechos de las y los trabajadores?

Hoy día empezamos con una hoja en blanco, y eso es importante porque el mundo del trabajo, los derechos y protección de las y los trabajadores no está consagrado en  la actual constitución. Lo que está resguardado es la libertad al trabajo, libertad en relación a la elección del trabajo, pero no en las condiciones que nosotros necesitamos, que es la seguridad, mejorar las condiciones laborales, en términos de salario. Hemos visto que para el reajuste del salario mínimo ha ido de mal en peor.

Es una oportunidad para que el valor del trabajo sea reconocido en esta nueva constitución y que implica esta igualdad en términos de lo que es el salario, y cuando hablamos de equidad también, en relación a las mujeres, de igual trabajo, igual paga. Y por otro lado, los mecanismos de redistribución de la riqueza, ya que quienes hoy día aportamos al capital, a la economía, son los trabajadores y trabajadoras, ¿y que está sucediendo?, que no tenemos los mecanismos principales para ello y nivelar la cancha, como es la negociación colectiva ramal, el derecho a huelga, el derecho a la sindicalización en lo que se refiere al sector público, donde las y los trabajadores realizan huelgas de hecho, no de derecho.

Finalmente, ¿Qué espera de este largo e importante proceso histórico que comienza este 4 de julio?

Es una oportunidad histórica, un gran desafío, y lo que se viene, es que podamos, con todas las fuerzas existentes, políticas y sociales transformadoras, podamos llegar a un gran pacto social. Se requiere voluntad, altura de miras, porque es una responsabilidad que la ciudadanía nos mandató, para escribir una constitución, pero que requiere fundamentalmente la participación de todas, de todos, de todes. Lo que requiere este proceso constituyente es que estemos todos involucrados y comprometidos, porque la constitución no se va a escribir con 155 personas, sino que tiene que ser escrita por todos los habitantes.

Hay una gran esperanza, porque debemos confluir, porque esa es la responsabilidad, y la razón por la cual se votó por el apruebo, por una nueva constitución a través de una Convención Constitucional. Las asambleas y los cabildos van a cobrar un rol fundamental en este trabajo y compromiso para llegar a lo que nosotros tanto ansiamos, una sociedad distinta, igualitaria, paritaria, solidaria y que vivamos en dignidad.