OPINIÓN: Creo que no es necesario decir que el modelo social en Chile está en crisis, que está haciendo aguas, que la participación es baja por la desconfianza en la instituciones, y que no debemos permitir que la gangrena del engaño y el fraude se apodere y destruya el movimiento sindical.
Por Luis Mundaca, Secretario General Federación Sindicatos Heiniken CCU.
Es un deber ético denunciar este atentado a la democracia sindical, que pretende ganar cargos de consejeros a la CUT, para tener su control, a través de algunas organizaciones “fantasmas”, es decir, en estado jurídico en receso, que votan y llevan candidatos siendo inexistentes, y algunos “electores” que votan por cientos de trabajadores que no están. Estos dirigentes creen que todo se compra o se vende, pues pagan por más cuotas y así inflan los padrones de sus organizaciones, probablemente ellos también estén a la venta.
Algunas Listas de candidatos recibieron un padrón electoral tarde, desordenado y sin lógica de correlación, a pesar de esto, previamente se habían conseguido el estatus de muchas organizaciones que aparecían afiliadas y al hacer la comparación salió a la luz lo que muchos ya han denunciado.
Creo que fue una ofensa a la democracia sindical la elección del 25 de agosto, el jueves negro del sindicalismo chileno, que aún no termina. A casi una semana desde el comienzo de la votación , hemos visto retrasos, caos, suspensiones, mala entrega de la información, esto no da para más, en casi siete ciudades no se pudieron llevar a cabo la elección ese jueves, y prácticamente en ninguna región se llevo un proceso claro, incluso hubo dirigentes de base real sin poder votar. Al ver todo esto, lo justo y lógico es que el Colegio Electoral Nacional de la CUT renuncie, por su gran incapacidad a llevar la elección y no dar garantías democráticas de ninguna especie.
Habrá que hacer un fuerte llamado a la cordura política sindical, a todos los actores sindicales a declarar nulas las elecciones y/o constituir una directiva de transición, comprometiendo el realizar las modificaciones estatutarias para una elección transparente y trabajar para que en breve refundemos la Central y podamos transitar a elecciones universales para fortalecer la democracia sindical en un futuro no muy lejano, los trabajadores y trabajadoras de Chile se merecen una CUT de verdad.
Ante todo esto: ¿qué diría don Clotario? ¿Qué haría Luis Emilio?