NOTICIA: Entra en vigencia nueva Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos de Manipulación de Carga. En septiembre de 2017 comenzó a regir la modificación al Código del Trabajo para reducir el peso máximo de carga humana de 50 a 25 kilos.
[Santiago, 01 de marzo de 2018] Este mes entró en vigencia la nueva Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos de Manipulación de Carga, elaborada por la Subsecretaría de Previsión Social. El texto es una versión actualizada respecto de la que regía desde 2008 e incluye, por tanto, las modificaciones de pesos máximos de carga humana establecidos por la Ley del Saco, que entró en vigor en septiembre del año pasado.
Esta Guía fue aprobada mediante Resolución Exenta N°22 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y constituye una herramienta para la mejora de la gestión de los riesgos asociados al manejo manual de carga. Así, aborda la identificación, evaluación y control de dichos riesgos, además de establecer los niveles de implementación.
La nueva Ley del Saco, que requirió la actualización de la Guía, estableció que si la carga manual por parte de los trabajadores es inevitable y las ayudas mecánicas no pueden usarse, el peso máximo de carga es de 25 kilos en el caso de los hombres mayores de 18 años. Previo a esta modificación, la carga manual autorizada era de 50 kilos. En tanto, el límite para mujeres es de 20 kilos.
La referida ley consignó, asimismo, que en aquellos lugares de trabajo en que se realice carga manual –es decir, labores en las que se requiere el uso de la fuerza humana para levantar, sostener, colocar, empujar, desplazar, descender o transportar cualquier objeto animado o inanimado cuyo peso supere los 3 kilos–, se deben identificar los peligros, evaluar sus riesgos y gestionarlos para eliminarlos o mitigarlos con el fin de no dañar la salud de los trabajadores.
La Ley del Saco entró en vigencia en septiembre de 2017 y, junto a la Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos de Manipulación de Carga recientemente publicada en el Diario Oficial, no sólo posicionan a Chile a la altura de los estándares internacionales, dijo la Subsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara. “Lo principal es que su objetivo está en proteger a los trabajadores. Esa protección, además, genera un impacto positivo en la productividad de las empresas, pues estas medidas derivan en menores enfermedades músculo esqueléticas y, por tanto, en menos ausentismo laboral”, agregó.
Los estudios indican que en Chile el diagnóstico de lumbago se ha mantenido en el tercer lugar de frecuencia en el período 2007-2015, con un promedio cercano a 10 mil casos anuales. De igual modo, y de acuerdo a información del Ministerio de Salud, la principal causa de ausentismo laboral en Chile es, precisamente, el lumbago.
Con todo, la Guía proporciona los instrumentos que deben ser utilizados por cada nivel de implementación, de manera que empleadores, trabajadores, expertos en prevención de riesgos y especialistas en ergonomía, encontrarán en este texto los elementos necesarios para participar en la gestión de los riesgos asociados al manejo manual de carga.
Entre los contenidos del documento destacan los efectos del manejo de carga manual en la salud de los trabajadores; las características de los sectores económicos que la realizan; las variables para la gestión de los riesgos asociados al manejo de carga; las responsabilidades en la gestión del riesgo; la fiscalización; y las técnicas para la identificación y evaluación de los riesgos del manejo de carga humana.
La Ley del Saco y la Guía Técnica están alineadas con el compromiso y los avances concretos de la tarea desarrollada por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, en torno a los principios definidos en la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Dicha Política, y el posterior Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo, que ya fue aprobado por el Comité de Ministros constituido para estos efectos, fueron construidos según los lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); es decir, se elaboraron de manera regionalizada y tripartita, con la participación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y el Gobierno, entre otros.