OPINIÓN: Ya nos hablaba el profesor Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia y cercano a los movimientos sociales, durante su exposición en nuestra Asamblea Nacional, sobre la importancia de la educación en la formación de los pueblos; idea planteada por Luis Emilio Recabarren, quien a principios del siglo XX ya vislumbraba lo fundamental de una buena educación y de la autoformación de los dirigentes.
Por Christian San Martín Romo, Presidente Directorio Nacional APROJUNJI
En dicha asamblea tuvimos la posibilidad de dialogar y discutir los cambios que se vienen en educación parvularia, donde sacamos varias conclusiones que compartimos con los lectores.
Desde el desembarco en la Moneda de la Nueva Mayoría, el tema transversal ha sido la Educación y su Reforma. Todos han opinado y cada uno desde sus lógicas y perspectivas han querido contribuir al debate, para un cambio que es un clamor popular. Bien nos decía la presidenta que los niños y niñas no marchan, pero si pueden exigir y es un derecho de ellos a una educación de calidad, a opinar, a ser bien tratados, a no ser discrimidados. Aquella voz debe ser escuchada y en justicia otorgar una educación pública inicial para todos y sin distinción alguna.
En ese contexto se hace necesario recoger la visión de los trabajadores de la educación inicial, para que podamos posicionar algunos temas y contribuir al debate desde la base de la experiencia. El Programa de Gobierno en materia de Educación Parvularia ha establecido una serie de iniciativas que van desde la cobertura, la calidad de los procesos educativos y la institucionalidad del sector entre otros.
Sobre el aumento de la cobertura, se ha planteado la incorporación de 90 mil niños y niñas en el tramo de 0 a 2 años a través de la construcción de 4.500 Salas Cunas. En el tramo de 2 a 4 años se ha definido la construcción de 1.200 Jardines Infantiles, beneficiando a 34 mil niños y niñas.
Desde el mundo de los trabajadores del sector, se aspira a que esta medida permita terminar con la segregación existente en nuestros Jardines Infantiles del Estado, puesto que hoy su población objetivo son los sectores de vulnerabilidad social. Hasta el momento el sistema se aleja de los conceptos de universalidad e igualdad desde la cuna y de que la educación de párvulos deba ser un derecho. Nuestro objetivo es que en la educación primaria los niños y niñas de familias pobres, de clase media y alta, puedan aprender juntos.
Respecto de mejorar el coeficiente técnico en la salas de nuestros Jardines Infantiles, la voluntad de las autoridades es contar con más profesionales y técnicos por niños.
Para nosotros basta con derogar en forma inmediata el Decreto 115 y diseñar un coeficiente cuyo concepto base sea “más adultos para menos niños”. Con esto, nuestro país estaría a la altura de los países que invierten en educación entendiéndola como pilar fundamental para el desarrollo de los pueblos.
El Gobierno también propuso la modernización de la institucionalidad de la Educación Parvularia, a través de la creación de una Subsecretaria e Intendencia, que permitirá separar los roles actuales de diseño de la política, fiscalización y provisión de servicios, hoy concentrados en la JUNJI.
Como trabajadores de esta institución creemos importante relevar el rol de JUNJI, fortalecer su función asesora y supervisora de los procesos pedagógicos, que en conjunto con la provisión y estimulación del rubro nos permitiría mantener un rol preponderante en apoyar a la Subsecretaria en el diseño de las políticas sobre educación inicial. Por otro lado, el traspaso de la función y a su vez de funcionarios de JUNJI a la Superintendencia de Educación, aspiramos a que sea lo menos traumático, que sus derechos laborales y estabilidad sea respetada, que no se consideren planillas suplementarias y lo más importante es que se respete la voluntad del trabajador para acceder voluntariamente al cambio de institución. Además, como trabajadores, no permitiremos la externalización y tercerización de los servicios de fiscalización.
Durante estos días, en el debate social y en los espacios legislativos, se ha planteado concentrar en una sola institución la administración de la educación parvularia estatal, en el entendido que hoy coexisten tres entidades: JUNJI, Fundación Integra y Los Jardines Vía Transferencia (VTF) dependientes en su mayoría de los Municipios. Dicho planteamiento lo apoyamos, mientras que la Educación Parvularia ofrecida por el Estado sea para todos, sin procesos de selección.
Por otra parte, la consigna de la desmunicipalización cobra cada día más fuerza: el diagnóstico es que los municipios lo han hecho mal, mientras que la educación inicial administrada por el Estado lo ha hecho bien, desde el punto de vista de la calidad, el sentido de lo pedagógico, del trato y estabilidad laboral. En la actualidad está el clima político y la voluntad de las autoridades para sentarnos a conversar y poder soñar en posibles.
También se ha querido poner un énfasis en la capacitación y perfeccionamiento, algo que nos parece importante y que nos permitirá aumentar la calidad de los procesos pedagógicos y aprendizaje esperados en nuestros niños y niñas. Sin embargo, es vital realizar diagnósticos precisos, participativos y que nos permitan definir actividades de capacitaciones pertinentes. Sabemos que los Servicios de la Administración Central del Estado pueden disponer de hasta el 1% de la planilla de remuneraciones para invertir en planes y programas de capacitación, porcentaje que según estudios de ANEF no se alcanzan en la mayoría de los servicios y ministerios.
A todo este proceso, se suma que el MINEDUC ha iniciado un diálogo a través de un Plan Nacional de Participación, lo que esperamos pueda subsanar en alguna medida el evidente distanciamiento entre las autoridades con la ciudadanía, corrigiendo la falta de participación analítica y propositiva que hoy exigimos los ciudadanos.
En conclusión las organizaciones de los trabajadores tienen como propósito fundamental contribuir al mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, en este sentido, cuando se tiene la posibilidad histórica de participar, proponer e instalar la discusión y análisis tendiente al mejoramiento de las iniciativas legales.
Es por ello, que la organización es fundamental para que las ideas no pasen al olvido y no se queden como un mero recuerdo ni en discursos de balcón. Tenemos la convicción de es positivo para la educación que exista más Estado, más educación parvularia pública, gratuita, de calidad y sin lucro. Sólo así los avances en la reforma pueden ser posibles.
Los trabajadores de JUNJI señalamos con fuerza: ¡Educación Parvularia pública, gratuita, de calidad, sin lucro y para todos!