NOTICIA: La actividad que fue organizada por el Museo de la Memoria y la Fundación de la Vicaria de la Solidaridad, tenía el objetivo de distinguir a ambos sacerdotes por su inagotable trabajo en favor de justicia social.
[Santiago, 08 de mayo 2014] El homenaje que se llevó a cabo en el Museo de la Memoria y que contó con la participación de familiares, amigos y agrupaciones de derechos humanos, buscaba conmemorar póstumamente a los sacerdotes Carlos Camus, quien fuera obispo de Linares y Alfonso Baeza, ex vicario de la Pastoral Obrera. Esto, en virtud de su trabajo inagotable por emplazar a diario los conceptos de verdad y justicia como consignas de lucha.
El Padre Alfonso Baeza, fue el primer vicario de la Pastoral Obrera entre 1977 y 2000, trabajó activamente durante toda la dictadura por la defensa de los derechos humanos desde el Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad. Por su parte, monseñor Carlos Camus, secretario de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) entre 1974-1976, en su rol como obispo de Linares, enfrentó las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Colonia Dignidad, siendo el primero en denunciar a Paul Schäfer.
“No podemos dejar pasar más tiempo para hacer un justo reconocimiento al trabajo en la defensa de los derechos humanos, que realizaron ambos sacerdotes. Por ello, con la Vicaría de la Solidaridad buscamos entregar con este acto una certeza, a todos quienes quedamos consternados con sus recientes muertes, que la labor de ellos no fue olvidada” señaló el director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky.
Por su parte el actual Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, Padre Andrés Moro, agradeció el homenaje a estos dos pastores y dijo que esto nos desafiaba a seguir luchando por los más desamparados. “Como creyente y como cristiano, creo que es importante reconocer el trabajo de estos sacerdotes que han sido calificados como pastores. Esto hoy nos desafía a seguir trabajando fuertemente por los mementos duros que viven hoy miles de chilenos”.
Viviana Díaz Caro, premio nacional de derechos humanos, también estuvo presente en la ceremonia y recordó en especial, al padre Alfonso Baeza, con quien era muy cercana. “El dejó un legado muy importante en el mundo de los trabajadores. Para él, el derecho de los trabajadores a ser respetados es su dignidad, estaba antes que todo”.
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