Noticia: Luego del ataque transfóbico sufrido por su presidenta, El Sindicato de Trabajadoras Sexuales, Trans y Travestis Amanda Jofré, señaló que además de sufrir constantes actos de discriminación, falta mucho por avanzar en materia laboral para la población trans.
[21 de octubre de 2021] La madrugada del 9 de octubre, Alejandra Soto, presidenta del Sindicato de Trabajadoras Sexuales, Trans y Travestis Amanda Jofré, sufrió un violento asalto que derivó en un ataque transfóbico donde fue insultada y además agredida físicamente al punto de ser quemada luego de echarle bencina.
Esta situación mostró la situación de constante discriminación que sufre la población trans y que se ve reflejada en lo cotidiano y lo laboral. Así lo cuenta Violeta Quezada, quien trabaja en el sindicato Amanda Jofré, y que dice que todo es parte de un problema de fondo, y es que comenta que “sin una ley de educación sexual integral y sin una ley de protección frente a una discriminación arbitraria que prevenga, estamos en una situación estructural de discriminación”.
Violeta agrega que pese a que existe una ley anti discriminación en Chile, “hay una desprotección general porque en Chile existe la Ley Zamudio, y en esa ley se contempla devolver el imperio de la ley ante un hecho de discriminación arbitraria y da como 15 tipologías dentro de las cuales está expresión de genero, orientación e identidad. Pero el problema que tiene es que opera después que se hacen las acciones de discriminación o agresión. No es una ley que prevenga, y cuál es problema con eso, que en la prevención es donde la ley puede incidir en un cambio cultural”.
Con respecto a la realidad laboral, la representante del sindicato, señala que hace un tiempo la diputada Natalia Castillo tramitó un proyecto que poponía una ley integral trans, que pretendía avanzar sobre el ámbito laboral en el aparato público, pero finalmente ese proyecto no prosperó. Quezada señala que “queremos volver a presionar e incidir para que el proyecto vuelva a estar en discusión”. Además agrega que se vive una gran desprotección porque “en el trabajo sexual, que es informal, escondido, es como un trabajo paria, ni siquiera es como trabajar con boletas desde tu casa, es mucho peor. Hay una desprotección en general y una expulsión de la población trans del trabajo formal con contrato por un lado, que podría ser corregida en el mediano plazo y por otro lado hay una situación de expulsión en el trabajo sexual, porque aunque la primera ley se aprobara, nada cubriría el trabajo informal de las trabajadoras sexuales, y de eso si que no hay nada por ahora”.