En el contexto de una pandemia mundial como es el COVID-19, que no está controlada en nuestro país, estando en el noveno lugar del mundo con mayores contagios (440.823), 14.938 fallecidos entre casos confirmados y probables a causa de covid-19 y ante la ausencia en el corto plazo de una vacuna accesible para todas y todos los ciudadanos y ciudadanas; plantear un retorno voluntario a las aulas, resulta un atentado a la salud y vida de niños, niñas, adolescentes, trabajadoras (es) de Educación y a sus familias.
Sandra López Palma
Vocera
EVEP INICIAL
Ha existido un rebrote en cada país donde se ha desconfinado y se ha retomado a las actividades educativas y clases presenciales; países como Alemania, Noruega, Dinamarca y Países Bajos, donde las condiciones de vida y cultura claramente son muy distintas a las nuestras, han visto aumentos en sus números de contagiados. Preocupa también que acá no exista conciencia que protocolos deben ser consensuados con las comunidades educativas y especialistas.
Vemos con pesar como autoridades de Gobierno, en especial el actual Ministro de Educación Raúl Figueroa insiste de forma persistente en medios de comunicación y congreso con un retorno a las aulas, desconociendo al igual como lo desconoció en su momento ex Ministro de Salud Jaime Mañalich la realidad en nuestro país, donde la precariedad sanitaria, falta de normativa en jardines infantiles, salas cunas y escuelas, falta de recursos para reparación, mantención de infraestructura, han sido una constante durante muchos años; además del hacinamiento de salas donde en promedio asisten más de 40 niños (as) en colegios, jardines infantiles 28 niños y niñas y en salas cunas 20 lactantes. Muchas veces sin cumplir con el espacio por niño o niña requerido y servicios higiénicos adecuados. Con falta de recursos para lo básico, como es el papel higiénico en baños, jabón, artículos de aseo, oficina y otros necesarios en normalidad.
Autoridades no escuchan a especialistas, expertos y menos a representantes de trabajadoras y trabajadoras de educación; muy por el contrario, nos denuesta y ningunea reiteradamente.
Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos de Chile A.G. ha señalado es un error grave un posible retorno a las aulas, más aun cuando los elementos entregados o adquiridos por el Ministerio de Educación, no cumplen con la autorización del Instituto de Salud Pública de Chile, único organismo en el país que puede autorizar un Elemento de Protección Personal los cuales deben contar con certificación especifica al riesgo que protege, materia que en los equipos adquiridos por el Ministerio de Educación no se cumple, poniendo en riesgo innecesario a la comunidad educativa.
Colegio Médico de Chile ha señalado no es apropiado retornar a las aulas en fase 4; sino más bien en fase 5, que debe ser de forma gradual y que la educación Inicial debe ser la última en retornar; que se debe ir viendo por localidad, comuna y de acuerdo a cada realidad con la participación de toda la comunidad educativa y actores territoriales.
Ya en Isla de Pascua, Isla Juan Fernández se ha retornado y en la Región de Los Ríos, Región de Aysén se pretende retornar a actividades presenciales de Educación Inicial. Todo esto sucede antes nuestros ojos sin haber antes trabajado en una mesa de retorno a las aulas Covid-19 entre Ministerio de Educación, Salud, Trabajo, Transporte, especialistas en salud y seguridad laboral, comunidades educativas, territoriales, sindicatos y gremios de trabajadoras (es) de Educación a fin de elaborar en conjunto condiciones previas al retorno, capacitación de trabajadoras, trabajadores de educación, y protocolos sanitarios consensuados; este Gobierno no dialoga, realiza protocolos de forma unilateral, impone y con ello lo único que logra es generar desconfianza e incertidumbre; no entendiendo las razones reales que hay detrás de todo esto.
Cada Unidad Educativa es muy distinta a otra, por lo que acá también tienen un rol fundamental las mutualidades, que deben asesorar, capacitar y cautelar se den las condiciones sanitarias en los lugares de trabajo, ponderando la infraestructura y aforo. Todo esto una vez que la autoridad sanitaria asegure formalmente que pandemia está controlada y que el retorno a las actividades de la Educación Inicial y Educación escolar sea seguro para niños, niñas, adolescentes, trabajadores, trabajadoras y sus familias.
Volver a las aulas de forma voluntaria traspasa la responsabilidad a las familias, sin antes haberlos hecho parte de la elaboración de protocolos.
Exponer la vida y salud de niños, niñas y adolescentes no se justifica; es una vulneración a sus derechos; el traslado, permanencia en establecimientos educacionales ante una pandemia no controlada es un descriterio.
Padres, madres, apoderados tenemos derecho a saber en qué condiciones volverán nuestros hijos e hijas a establecimientos educacionales, cuantos serían los niños y niñas por sala, cuál será la dotación, que protocolos se utilizarán por los equipos educativos, si se cuentan con los recursos para implementos de higiene y seguridad, si se cuenta con personal capacitado para higienizar y sanitizar, como se desinfectaran los baños cada vez que se usen, si existirán condiciones especiales para el transporte de estudiantes y sus familias en horarios diferidos.
¿Qué pasa si un trabajador (a) se contagia en el traslado para llegar al establecimiento Educacional?, ¿Qué pasa si se contagian niños, niñas y adolescentes en establecimientos educacionales?, ¿Quién asumirá el costo derivado por contagio? La respuesta es cada uno. Es voluntario volver a las aulas, pero si se contagia su hijo o hija o su familia, usted asume los costos.
A autoridades, periodistas, parlamentarios que respaldan el retorno a las aulas, aludiendo que no ha habido contagios en algunas localidades; les decimos recuerden que el segundo brote de contagio en nuestro país se dio en un establecimiento educacional con un profesor contagiado.
Importante sería saber si ustedes como padres y madres expondrían a sus hijos e hijas a un retorno inseguro a las aulas; pues el riesgo de contagio está latente.
Ustedes que insisten en retornar a las aulas, enviarían a sus hijos (as) a sala cuna, jardín infantil, escuela, liceo, sin antes haber escuchado recomendaciones médicas de especialistas y de expertos en Prevención de Riesgos.
Ustedes serán los únicos responsables ante Chile y el Mundo, si alguna trabajadora, trabajador de Educación, niño, niña, familia se ven afectados por el COVID -19
Estamos próximos al mes de septiembre quedando nada del año escolar, perder un año lectivo, año escolar presencial no es la prioridad hoy, proteger la salud y vida sí.
De acuerdo a lo que señalan especialistas, tenemos para un año o más de pandemia y Gobierno lo vemos solo preocupado en el retorno a las aulas o a actividades educativas en jardines infantiles.
Si realmente están preocupados por la salud socioemocional de estudiantes, lo adecuado es realizar circuitos y horarios exclusivos para salidas de niños, niñas, adolescentes en cada comuna y localidad y no exponerlos a una salida no controlada.
En estos meses, miles de docentes, educadoras de párvulos, educadoras en educación diferencial, técnicos en educación en párvulos, técnicos en educación diferencial y tantos más han debido adaptarse junto a equipos directivos, asistentes de la educación y quienes dan el soporte para entregar una nueva forma de Educación. Hoy vemos con desazón como pasado todos estos meses el Ministerio de Educación no se preocupa de los problemas que tenemos actualmente, donde es imperante dar acceso a tecnología, Internet, mejor conectividad a millones de niños, niñas, adolescentes y adultos que no acceden a plataformas y a sus clases virtuales. ¿Cómo llegamos de mejor forma? Utilizando no solo la TV estatal, sino que también la TV privada; como lo han hecho otros países. Preocuparse por entregar mejores canastas de alimentos, con alimentos de acuerdo a los requerimientos nutricionales de niños, niñas y adolescentes y dar los mismos elementos tecnológicos y acceso a internet a miles de Docentes, Educadoras y Técnicos, quienes han asumido dichos costos todos estos meses.
En el escenario en que estamos, debemos actuar, pues no sabemos cuánto durará esta pandemia y cuándo podrá ser controlada. Estamos a tiempo para corregir y mejorar, hemos aprendido de todo lo que ha sucedido y es por ello debemos evitar estos errores en el futuro de presentarse otra pandemia.
La Vida y Salud es lo Primero. No a un retorno inseguro e innecesario a las aulas en el 2020.