ANÁLISIS: Luego de una larga lucha por parte del gremio, al fin se consiguió aprobar una ley que establece cambios en las condiciones de trabajo para cerca de 350 mil mujeres que hoy se desempeñan como asesoras del hogar. Junto a la presidenta del gremio, Ruth Olate, analizamos sus principales puntos y también las falencias que continuarán existiendo, sobre todo para las trabajadores de casa particular puertas adentro.
[Santiago, 14 de octubre 2014. Por Amanda Godoy] Aprobada a comienzos de este mes por amplia mayoría en el Congreso, la nueva ley pretende acabar con los abusos laborales cometidos por años en contra de las trabajadoras de casa particular y de paso también proteger los derechos laborales de choferes y mayordomos particulares, que también están contemplados en la ley.
El primer punto importante de esta nueva ley radica en los contratos de trabajo, los cuales deben especificar claramente las tareas a realizar y el domicilio específico donde se prestarán los servicios. En este caso, el empleador tendrá la obligación de registrar este contrato en la Inspección del Trabajo, con el fin de facilitar cualquier proceso de fiscalización.
El segundo punto que establece la ley, se da en relación a la alimentación y habitación de las trabajadoras. Ítems que no podrán ser considerados como parte de su remuneración, como se habrían detectado varias denuncias por abuso cometidos por este tema en la Inspección del Trabajo.
El tercer y último punto es el condicionamiento del contrato al uso de uniformes y delantales en espacios y establecimientos públicos. Antes establecido como herramienta de trabajo obligatorio para las trabajadoras, ahora su uso será de carácter optativo.
Pero, ¿cómo se ven beneficiadas en esta ley las trabajadoras puertas adentro?
La ley fija que estas trabajadoras podrán optar a un descanso mensual, quedando estipulado el derecho a descanso dominical (obligatorio, completo y no fraccionable), y el derecho a 4 días adicionales en cada mes del calendario, pero el problema es que este descanso no estaría sujeto a horarios establecidos.
Ruth Olate, Presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, ahondó un poco más en este punto. “Es verdad que hay una falencia para las trabajadoras puertas adentro, en cuanto a la jornada laboral. Si bien es cierto, pudimos lograr que las trabajadoras tuvieran 4 días adicionales al mes de descanso. El código laboral establece que las trabajadoras de casa particular tienen derecho a 12 horas de trabajo y 12 horas de descanso, pero no estamos sujetas a horarios y si el empleador nos dice que debemos quedarnos la noche entera, lamentablemente hay que hacerlo”, señaló la dirigente.
Para Ruth Olate, esta es una situación que hay que cambiar desde la raíz, a través del código del trabajo. “Eso habría que verlo a través de la reforma laboral, porque hay muchas cosas en las que quedamos amarradas desde este código. En el caso de las trabajadoras puertas afuera también tendremos que hacer un gran trabajo para que se nos respeten las 45 horas semanales que acordamos”.
Por lo mismo, la representante de las trabajadoras de casa particular, hizo un llamado a su gremio a unirse en pos de seguir consiguiendo más beneficios para el sector. “Este es un proyecto básico y los mismos senadores nos lo dijeron, por eso acá no termina la lucha. Si bien, tenemos en cuenta que a los otros trabajadores les cuesta luchar por sus derechos, imagínense a nosotros que nunca han reconocido nuestro trabajo. Nos costó casi 69 años conseguir estos poquitos avances, así que no nos podemos quedar de brazos cruzados”, manifestó la dirgenta.
Olate comentó que también hay muchas falencias en lo que respecta a las trabajadoras inmigrantes que tampoco están contemplas dentro de la ley. “Nuestras compañeras inmigrantes también tienen que estar sufriendo porque tienen sus visas sujetas a contrato. Es terrible que tengan que estar sufriendo extorciones en sus empleos mientras esperan su visa definitiva, ése es otro de los puntos por los cuáles debemos luchar”.
