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La dura “pega” de una trabajadora de cobranzas


ENTREVISTA: Paola Ortiz Morales tiene 40 años y es madre de tres hijos, vive en la comuna de Pedro Aguirre Cerda y por cerca de 10 años ha trabajado en diferentes empresas de cobranza. A diario debe soportar insultos, gritos y malos tratos por parte de clientes de las empresas que ella presta servicio. Eso sí reconoce que hay días buenos, donde le toca estar en contacto con clientes “ejemplares”.

 Por: Francisco Morón M.

[Santiago, 3 de enero del año 2014] Comienzan a asomarse los primeros rayos de sol en nuestra capital y Paola Ortiz ya está en pie, es que su pequeña hija de 2 años despierta muy temprano y el deber de madre la llama. Realiza las labores propias de una progenitora y se prepara para comenzar un nuevo día laboral. Ya a las 7:30 de la mañana está esperando locomoción colectiva para llegar hasta su lugar de trabajo; una empresa de cobranzas ubicada en Agustinas con calle Huérfanos.

Son cerca de 10 años de experiencia en este rubro, todo comenzó como un complemento a un antiguo trabajado. “Ser madre de tres hijos es pesado. Necesitaba más dinero. Poco a poco me fui encantando. Primero comencé sólo en las tardes y algunos sábados. Hoy trabajo a horario completo y me gusta lo que hago”.

¿Cuéntanos en qué consiste tu trabajo?

Mi trabajo principalmente consiste en llamar por teléfono y cobrarle a la gente. Llego a la oficina a las 9 de la mañana, me siento en mi computador y veo la cartera de clientes que me fue asignada. Por lo general ésta dura dos meses. Tras esto veo a la gente que tengo en agenda y comienzo con los llamados telefónicos. Le comento al cliente de donde estoy llamando. Le detallo su deuda y las formas que existen para cancelarla.

¿A cuanta gente llamas en un día?

Hay veces que llamo a 300 personas diarias, otros días a 100… el promedio es cerca de 200 llamados. Me toca de todo, gente amorosa, gente que se deshace en disculpas. También gente que me trata mal. Hasta me han insultado. Lo peor es que yo no tengo la culpa, las personas muchas veces no entienden que yo trabajo en una empresa y mi pega es sólo llamarlos.

¿Tienes alguna anécdota en estos 10 años de trabajo?

Más de alguna vez he llamado al deudor y me atiende algún familiar ya que lo están velando y cosas así. Por ejemplo, más que anécdota es algo súper triste que me paso hace algunos años atrás pero lo recuerdo como si fuera hoy. Llamé a un cliente para cobrarle y me respondieron si estaba muerta de hambre, si necesitaba plata para comprar pan para darle de comer a mis hijos… eso realmente me marcó. Igual es fuerte que te digan eso si en el fondo tu solo eres un intermediario. Ellos van a cancelar pero tú no recibes el dinero. Es para la empresa que tu prestas el servicio.

¿Y cómo manejas esa situación, cuando la persona te grita, te insulta o está alterada?

¿Sabes?, en realidad yo no caigo en el juego. Antiguamente Sí. Más de alguna vez caí con la persona, “bueno si no quiere que la llamen pague”. Pero ahora ya no, le digo cualquier cosa, “bueno lo van a volver a llamar” o entrego a información doy las gracias y cuelgo el teléfono.  Son situaciones que con el tiempo se aprenden a manejar.

¿Y qué pasa contigo luego de recibir tantos insultos, como haces para que estos no te influyan en tu vida personal?

Al principio igual te afectan, imagínate que te digan pucha perdóname, no tengo ni para comer y más encima tengo dos hijos… O sea, uno piensa ¿quién eres tú para cobrarle a una persona así? O también cuando te insultan, te agarran a garabatos y todo eso pero bueno, yo ya aprendí y cuando salgo de mi trabajo, todo eso se olvida, me desconecto y voy a disfrutar con mi familia.

¿Pero me imagino que también hay clientes que no te insultan? 

Por supuesto, hay de todo… hay personas que te piden disculpas por adeudar cierta cantidad de dinero o no estar al día en sus cuotas y son muy respetuosas contigo mismo. Pero debo reconocer que son los mínimos.

Que te gustaría decirle a la sociedad para que aprenda sobre tu labor, sobre tu trabajo.

Yo sé que es muy difícil decirle a una persona que pague… porque todos debemos. Pero sí, que tengan más conciencia con uno, porque yo soy una trabajadora más… Si yo estoy sentada aquí, no es por hobby, es porque necesito el dinero para poder subsistir y mantener a mis tres hijos. Que tengan un poquito más de paciencia. Si yo los llamo, no es porque quiera molestar, sino porque lamentablemente es mi deber y a uno le están pagando por realizar este trabajo que es digno. Prefiero estar acá que haciendo cosas indebidas.

 

 



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