NOTICIA: Los trabajadores comenzaron un paro nacional este jueves, argumentando la pérdida de beneficios, remuneraciones y carrera funcionaria durante la creación de la Superintendencia de Educación. Acusan que sus condiciones laborales son precarias.
[Santiago, 03 de julio 2014. Por F. Morón M.] Los dirigentes de la Superintendencia de Educación iniciaron este jueves un paro indefinido, que tiene a más de 450 funcionarios de esta institución, a nivel nacional, sin realizar sus funciones.
Los trabajadores acusan que la ley que creó la Superintendencia de Educación, no definió correctamente el traspaso de los funcionarios desde el Ministerio de Educación a la Superintendencia, ni sus salarios, ni consideró los derechos ni carrera funcionaria de los trabajadores.
Es por esta razón, según argumentaron los trabajadores, que se dio inició a la movilización que es de carácter indefinido. “A nivel nacional son cerca de 6500 establecimientos que la superintendencia debe fiscalizar, pero los funcionarios somos cerca de 500 a nivel nacional. Se supone que la labor, y para la que fue creada esta superintendencia, es para mejorar la calidad de la educación, pero la verdad es que no damos a basto y sólo estamos fiscalizando y nada más. Además hemos perdido beneficios, las diferencias economías con las otras superintendencias son grandes. Creemos que se debe re definir el rol de esta entidad”, comentó el presidente de la Asociación de Funcionarios de la Superintendencia de Educación (ASUME), Patricio Contreras.
Por su parte, el presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, respaldó a los funcionarios en paro, e instó a las autoridades del Ministerio de Educación a dialogar con los dirigentes.“Es necesario establecer una mesa de trabajo que dé respuesta a los planteamientos de los funcionarios, pero también queremos una mesa que no sólo tenga una agenda de trabajo, sino que fije plazos para que esto tenga pronta solución”, afirmó De la Puente.
Desde ASUME, reconocieron que ya existe un dialogo con la autoridad, el cual esperan que en los próximos días se transforme en un acuerdo que permita deponer la movilización y mejorar las condiciones de los trabajadores.
En cuanto a las consecuencias de esta movilización, Patricio Contreras, argumentó que la superintendencia está totalmente paralizada a nivel nacional, por ende no se están llevando a cabo sus funciones. “Están suspendidas las fiscalizaciones, los procesos administrativos no se están llevando a cabo, tampoco se están atendiendo las denuncias”.