NOTICIA: Los economistas Fernando Carmona y Andrés Marinakis destacaron el acuerdo al que llegó la CUT y el Gobierno, que propone que en un plazo de 18 meses se entreguen fórmulas para que, a través del sueldo mínimo, se logre superar la línea de la pobreza en Chile.
[Santiago, 30 de julio 2014. Por Luis Casanova] Fernando Carmona, economista y asesor de la presidencia de la CUT, y Andrés Marinakis, especialista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), expusieron en la Universidad de Valparaíso (sede Santiago) sobre los alcances del Convenio 131 de la OIT, que se refiere a la protección de los trabajadores y la implementación de un salario mínimo que les asegure una mejor calidad de vida.
Como antecedente, la CUT y el gobierno de Michelle Bachelet, establecieron en junio pasado una comisión de salarios mínimos, en el marco de la negociación entre ambas partes, que propone que en 18 meses se entreguen fórmulas para que a través del sueldo mínimo se logre superar la línea de la pobreza.
En tal sentido, Carmona expresó a Sindical.cl que “en 1999 se adopta el Convenio OIT, pero no se lleva a la práctica, porque es muy específico al aplicar un criterio económico (IPC, productividad, futuro del país, etc.) y otro relativo a la satisfacción de las necesidades de los trabajadores y sus familias”.
“Entonces, se ha supeditado durante mucho tiempo el reajuste del salario mínimo al alza del Índice de Precios al Consumidor y se entra en un eterno factor político que se da antes y después de su discusión en el Congreso Nacional. Es decir, lo que ha primado es un criterio económico, pero cuando la Presidenta Bachelet plantea que se ratifica el Convenio 131 y se compromete a implementarlo, lo que nace una nueva forma de tratar el salario mínimo”, explicó.
Según el profesional de la Universidad de Concepción y director del área de investigación de la Fundación Fiel, “lo que se quiere es que el trabajador deje de ser pobre. Ese es el escenario que se manifiesta y no un reajuste-miseria que es cuando se usa el IPC para subir el salario mínimo. Se trata de la dignidad del trabajo la que está en juego también”.
Rol del Estado
Marinakis, en tanto, se mostró optimista sobre los avances en la aplicación del Convenio 131 de la OIT en Chile, a pesar de que la actual agenda de gobierno está marcada por las reformas tributaria y educacional.
En su opinión, “si se revisa la evolución del salario mínimo en los últimos 20 años, éste ha mejorado, pero no basta. Por eso es importante que se sigan arriba las cifras de crecimiento y desarrollo”.
“Este acuerdo, tras el compromiso adoptado por el Gobierno y la CUT, ordena reglas muy claras en relación con la inspección laboral en materia de salario mínimo, lo que es muy importante, dado que no sólo se destaca el porcentaje de ajuste, sino que cómo se aplica todo el año. Y eso necesita de la acción firme de la Dirección del Trabajo. Son temas que están en la agenda del Ejecutivo y de los actores sociales para que se llegue a buen puerto”, enfatizó el economista argentino de la Universidad de Buenos Aires.