NOTICIA: La actividad denominada “La negociación colectiva ramal en el contexto latinoamericano, los casos de Argentina y Uruguay”,  fue organizada por la Fundación Sol y la Federación de Trabajadores de Canales de Televisión (FETRA TV). Se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales.

[Santiago, 13 de agosto 2015] En la ocasión expusieron los dirigentes Gerardo González y Carlos Marín, del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y Datos (FUTTVA), y los uruguayos Eduardo Bugna, Tatiana López y Hugo Fernández, de la Federación Uruguaya de Trabajadores de la Televisión y Afines (SATSAID).

La idea principal de la actividad era poder constatar la experiencia de organizaciones que llevan años negociando en instancias más amplias que la negociación empresa- sindicato que existe en Chile. “La negociación por rama existe en Argentina desde 1975 y ninguna dictadura pudo derogarla porque se encontró con un movimiento obrero con espaldas, que defendió sus derechos con la vida”, comentó en la ocasión el abogado Carlos Marín.

En el mismo sentido, el uruguayo Hugo Fernández explicó los mecanismos mediante los cuales los sindicatos de su país han negociado desde 2005, cuando bajo el gobierno del Frente Amplio se restituyó la negociación ramal como modo de ordenamiento de la institucionalidad laboral oriental. “Igual que acá, en ese entonces existieron entonces voces muy alarmistas que clamaban por el descalabro económico que esto significaría para el país, pero a diez años hemos podido constatar que esto no era cierto y que respondía a los intereses de sectores que no querían universalizar derechos porque les significaba acotar sus grandiosos márgenes de ganancia”, explicó.

Desde el sindicato 3 de Copesa, quienes también participaron de la actividad, indicaron que “en ambos casos, nos quedó claro que la negociación por rama de actividades no es incompatible con la negociación colectiva de empresas, ya que los sindicatos mejor organizados negocian contratos colectivos, como el que poseemos los trabajadores de Copesa, que priman ante la negociación ramal, que sólo establece pisos mínimos para los trabajadores de cada actividad”.

La ocasión, además, sirvió para que trabajadores de varios sectores económicos manifestaran la necesidad que tiene el movimiento sindical chileno de avanzar en grados de representatividad, y a su vez denunciaran la nula acogida que ha tenido, hasta ahora, la idea de articular ramas para la negociación en el marco de la reforma laboral.

La idea común del auditorio fue reactivar los esfuerzos organizativos entre sindicatos para que, como en 1909 y 1954 (años de creación de la FOCH y la CUT, respectivamente), los trabajadores confluyan en una nueva instancia representativa, que superponga los intereses de los trabajadores a la coyuntura política de turno.