ENTREVISTA: La dirigente gremial de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Dora Martínez, criticó el funcionamiento de “los sindicatos burócratas” en su país y destacó el rol de la mujer en exigir los mismos derechos laborales que los hombres.
[Santiago, 29 de Enero de 2013] Como funcionaria del Hospital Mental Tobar García de Argentina, Dora Martínez mantiene un trato directo con pacientes que sufren enfermedades mentales o depresión. Quizás por eso mismo, en la entrevista que Sindical.cl le realizó durante la Cumbre de los Pueblos, evento paralelo a la cumbre CELAC-UE, ella destacó la necesidad de cambios en el mundo laboral para generar una cultura “de la vida” y de la felicidad en la población. “Puede parecer utópico, pero esa es la meta”, añade riendo.
Con su mirada clara y su voz pausada, Martínez participó en los debates y asambleas que generó la cumbre el pasado fin de semana, en su rol como trabajadora de la salud y Secretaria Gremial de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) de la Capital Federal. Y a pesar de que pronuncia claramente cada palabra, no tardó en tocar variados temas en pocos minutos: el rol de la mujer en el mundo laboral, su crítica al modelo económico actual, el papel de los sindicatos en la actualidad y cómo ha funcionado el sistema de sindicalización automática en su país.
La mujer en el mundo sindical
¿En qué postura o rol participa usted en la Cumbre de los Pueblos?
Yo llego a la cumbre con un grupo de compañeras y compañeros, desde la inclusión de la Central CTA en la marcha mundial de las mujeres.
Dentro de este contexto y como trabajadora de salud mental, me define una fuerte lucha latinoamericana que pueda cambiar el modelo de país en que vivimos. En Argentina hay una discusión muy fuerte sobre qué es la democracia, nosotros estamos planteando una democracia con participación de la población y no solo una democracia que represente, que signifique votar cada cuatro años.Queremos una democracia que decida desde la población, el ejercicio de ciudadanía, que significa participar en debates para decidir.
¿Y cuál es el rol de las mujeres en este movimiento de los trabajadores?
El rol de las mujeres es muy importante, porque uno de los sectores más vulnerados en sus derechos es el de la mujer trabajadora. Tiene un trabajo que no es reconocido, que es el trabajo doméstico. Ese trabajo nos dice que nosotras somos las responsables de los niños y niñas, de los maridos, y de los ancianos. Entonces, no hay una distribución igualitaria del trabajo de las mujeres. Y nosotras, como mujeres trabajadoras, por eso estamos diciendo que no, que haya otro modelo de responsabilidades en las relaciones entre hombres y mujeres.La situación es tan desigual, que incluso las mujeres no tienen los mismos salarios que los hombres, haciendo las mismas tareas.
La sindicalización automática
En Chile se está discutiendo sobre el código del trabajo y lo que permite o no, por ejemplo el derecho a huelga. ¿Cómo está el panorama laboral en Argentina respecto a la legislación?
Mira, yo creo que en mi país no hay libertad y democracia sindical. Lo digo porque en Argentina, como en muchos países de Latinoamérica, vivieron en algún momento de su historia una fuerte inclusión de trabajadores en los sindicatos. Pero con el avance de políticas de privatización pasó que se despidió a un gran sector de trabajadores y muchas industrias fueron cerradas, y la industria nacional fue transnacionalizada. Empezaron otras reglas del juego, lo que perjudicó a los trabajadores, parecidas a las que ocurren en Chile. Por ejemplo, si tú entras a un puesto de trabajo, tienes que ser de tal sindicato de manera obligatoria. No puede decidir de qué sindicato ser. Entonces, se conjugan poderes como el de la burocracia sindical, el del ministerio del trabajo y los patrones de la empresa. Y el que sufre es el trabajador que si no quiere perder su puesto de trabajo no tiene que reclamar, porque hay falta de democracia y libertad sindical. Si bien el mundo sindical en Argentina está todos los días en los diarios, no es de igual manera el trato para todos los sindicatos, se discuten las políticas labores con algunos sindicatos y con otros no.
Lo pregunto porque desde Chile el movimiento sindical en Argentina parece mucho más fuerte y sólido…
Sí, es cierto, pero en el fondo la mayoría de los trabajadores no está afiliado a ninguna organización sindical. Un motivo es porque ante la duda de quedar preso o cautivo a algún sindicato burócrata, algunos tienen suerte y no se afilian a ninguno. Pero eso también trae una desprotección mayor, porque al no estar sindicalizado no conoces tus derechos. Es cierto que el mundo sindical argentino a veces aparece como poderoso, pero defiende un status quo, a veces se olvida de defender a los trabajadores. Nosotros como CTA somos un modelo sindical diferente, y en la década de los noventas nos fuimos de la CGT histórica por entender que estaba traicionando a los trabajadores y trabajadoras y construimos esta central, porque queremos otro modelo sindical.
Usted habla del tema de las sindicalización automática, ¿Cómo ha sido esa experiencia en su país?
En algunos gremios hay sindicalización automática, por ejemplo en la industria de alimentos. En el ámbito del Estado, el trabajador que entra a trabajar en la provincia de Buenos Aires es captado por un sindicato histórico, pero burócrata, que estuvo apoyando incluso la dictadura militar, y para salirse de eso es un problema.
Acá se está discutiendo ese tema, porque en Chile no existe la sindicalización automática y los que están a favor apelan que fortalecería a los sindicatos…
Sí, pero para eso el trabajador debe elegir y debatir qué organización quiere. Porque como funciona en Argentina genera la captura, como trabajador estás cautivo y si vas a levantar la mano en una asamblea, tú eres molesto, y si te echan no te van a defender ¡Eso pasa! Pero hay que mejorarlo y nosotros planteamos que debe haber libertad de adonde quiere afiliase el trabajador.
Como representante gremial argentina, después de la Cumbre de los Pueblos ¿Con qué mensaje va a llegar a sus colegas en Argentina?
Yo creo que esta cumbre es la expresión de la voluntad para hacer y generar acciones que nos llevemos a nuestros países y llevarlas adelante. Yo siempre digo que deberíamos definir un día en el año, donde todos los países latinoamericanos hagamos un signo, no sé, una acción, una actitud, que digamos “no” a la mercantilización de la vida, “no a la muerte y sí a la vida”. Es difícil, porque a veces estamos discutiendo las diferencias entre nosotros. Hay que buscar una manera desde la diversidad para poder expresarlo.