ENTREVISTA: En estos días estivales es muy común que la gente vaya a disfrutar a las playas. Lo cierto es que hay personas que trabajan duramente en esta época del año, sobre todo los que venden palmeras, pan de huevo, cuchuflí, barquillos y bebidas en las costas. Quisimos conocer la realidad de estos trabajadores. Él es Ramón Maldonado y lleva 40 años dedicándose a esto.
Por: Francisco Morón M.
[Algarrobo, 26 de febrero 2014] La vida no ha sido fácil para este hombre de 68 años, desde que tuvo uso de razón supo que tendría que trabajar duramente para poder subsistir y hasta el día de hoy lo hace. Es separado y tiene dos hijos, los cuales se independizaron y ya no viven con él. Nació y fue criado en el sector de El Yeco de Algarrobo, donde hasta el día de hoy reside y también trabaja.
Han sido cerca de 40 años de su vida, y quizás cuántos kilómetros caminados, los que ha dedicado al comercio en estas playas. Asegura que su trabajo lo hace feliz y quiere morir haciéndolo. Ya es todo un personaje, la gente lo conoce y prefiere muchas veces comprarle a él, que a otros vendedores.
¿En qué consiste su trabajo?, por lo que se ve, la gran parte del día pasa caminando por la arena.
Me dedico a la venta de productos en las playas, es decir todas las mañanas paso a buscar lo que vendo para que esté bien fresquito y luego me pongo a caminar por la arena ofreciendo mis palmeras y pan de huevo, entre otras cosas que ofrezco. Los sábados y domingos trabajo en esta playa (frente a San Alfonso del Mar) y durante la semana me puedo meter un poco más hacia la playa que está en el centro de Algarrobo (playa Internacional). Todos los días llego muerto a mi casa y no me dan ni ganas de salir, imagínense caminando todo el día, más por la arena que es más complicado, con mi canasta, mi bolso donde llevo mis productos y las bebidas que vendo. Es pesada la pega pero hay que hacerla porque hay que juntar dinero para poder comer todos los días. Además, el verano es la mejor fecha para los que nos dedicamos a esto, hay que aprovechar la gran cantidad de gente que viene desde Santiago y desde otras partes del país.
¿Trabaja de forma ambulante o tiene permiso por parte de la municipalidad?
Yo tengo permiso por parte de la municipalidad para trabajar sólo en la playa que está frente a San Alfonso del Mar, si me meto para otros lados me pueden sacar una multa o simplemente quitarme el permiso para vender. Pero aquí me conocen los marinos y los carabineros por lo que nunca he tenido problemas, además son tantos años que llevo dedicándome a esto que ya todos me conocen.
¿Le gusta su trabajo?
Si, la verdad es que me encanta y ya estoy acostumbrado, a pesar de que todos los días termino muerto, me acuesto feliz porque siempre conozco a gente distinta. Además, por este sector siempre hay chiquillas bonitas que te compran, lo único malo es que cuando me acuesto tengo pesadillas en la noche por culpa de ellas, jajaja.
¿Cuánto tiempo lleva trabajando en esto?
Llevo cerca de 40 años trabajando aquí en las playas de Algarrobo, soy una persona típica ya, la gente me conoce y las autoridades no me molestan. Las personas que vienen a veranear aquí siempre se acuerdan de mí y me buscan para comprarme. Yo empecé a trabajar en esto por medio de un tío que era comerciante, no específicamente vendiendo palmeras o pan de huevo, si no que íbamos a los campos y comprábamos gallinas, huevos, mantequilla, entre otras cosas. Luego salíamos a venderlas. Después nos metimos en este rubro, como vivimos aquí en el Yeco que está cerca de Algarrobo, y aquí estamos hace 40 años caminando por estas playas.
¿Qué es lo que vende usted?
Yo vendo solamente pan de huevo, palmeras y bebidas. Mucha gente me pregunta por cuchuflís o barquillos pero con el tiempo deje de traerlos porque, una que son muy frágiles y se rompen fácilmente, y lo otro, es que con el calor el manjar de los cuchuflí se pone malo y a mí no me gusta vender cosas que no sean de calidad. Todo lo vendo a 800 pesos (bebidas en lata, pan de huevo y palmeras), pero tengo una promoción que por llevar tres, de cualquiera de mis productos, los dejo en dos lucas.
¿Y cuánto puede llegar a vender un día que le vaya muy bien?
Pucha eso es relativo, pero un día bueno bueno y que llegue a trabajar tipo 11 de la mañana y me vaya como a las 8 de la noche, fácilmente puedo vender unos 100 pan de huevo y 100 palmeras, quizás un poco más o un poco menos. En plata son como 30 luquitas que me hago diarias.
¿Y los productos que vende los hace usted mismo?
No, yo sólo me encargo de vender. Los compro a una persona de confianza que hace cosas de buena calidad. Fíjese en la etiqueta del producto y busque si alguien más vende de estos mismo, nadie los tiene. Lo que pasa es que al ser buenos, son un poco más caros y mucha gente prefiere comprar barato para ganar más. Pero yo siempre he optado por la calidad hacia mis clientes, bueno por eso he durado más de 40 años y soy tan conocido.
¿Qué hace el resto del año?
La verdad es que durante el año no viene mucha gente a la playa, es sólo en el verano donde está lleno y hay que aprovechar, pero por lo general también vendo mis productos durante los fines de semana y también cuando hay fiestas largas. Y en la semana me dedico a sobrevivir de los “pololitos” que me puedan salir, hago aseo en edificios, también le aplico a la jardinería, todo me sirve, mientras haya para comer no regodeo los trabajos.