Cuando el pueblo sufre el rigor y los efectos del mal manejo de la crisis sanitaria y social por parte del gobierno, una vez más la elite en el poder intenta imponer, maquinado por parlamentarios y jefes de partidos deslegitimados, un Nuevo Pacto de Acuerdo Nacional en las alturas, aprovechando las condiciones generadas a partir de la cuarentena tardía establecida para enfrentar la pandemia del corona virus.
Unidad Social
Unidad Social rechaza cualquier intento de imponer acuerdos espurios que no consideren la opinión del pueblo representado por sus organizaciones sociales y, demanda en particular de la izquierda y el mundo progresista, ponerse de una vez por todas a la altura de la gravedad de la crisis que vive el país y no seguir apoyando la agenda del gobierno y haciéndose parte de supuestos cambios y acuerdos que terminan manteniendo el modelo neoliberal, cuestionado y rechazado por el pueblo, a partir del estallido y rebelión popular iniciado el 18 de octubre pasado. El pueblo sabrá pasar la cuenta a todos aquellos que no respetaron la demanda y el mandato popular y que se acostumbraron a cocinar acuerdos a sus espaldas.
Hoy para lo que se requiere acuerdo nacional es para controlar la pandemia, para lo cual hemos propuesto (declaración del 15/5) la inmediata renuncia del Ministerio de Salud J. Mañalich, nuevas autoridades de salud y la constitución de un COMITÉ NACIONAL DE EMERGENCIA SANITARIA que se haga cargo de la crisis.
Para lo que se requiere acuerdo nacional es para garantizar el empleo y derechos laborales. Acuerdo para derogar el DL 3500 y terminar con las AFP, lo que garantizará mejores pensiones y recursos para para activar la economía y no seguir beneficiando a los grupos económicos. Se necesita acuerdo nacional para imponer impuestos a las grandes fortunas que, junto con los bonos soberanos, permitan disponer de los recursos que hoy el país y el pueblo necesitan.
Se requiere acuerdo nacional para ir en auxilio de los trabajadores/as y sus familias que se han quedado sin trabajo y sin ingresos y que bajo la necesaria cuarentena, están siendo víctimas del total fracaso de las políticas de emergencia del Gobierno. Éste antes de priorizar en la salud y la vida de chilenos y chilenas, optó por defender los intereses de los grandes empresarios, obligando a los y las trabajadoras a arriesgarse para cumplir con las empresas y permitir a grandes inversionistas proteger sus capitales, evadiendo sus responsabilidades. Como consecuencia de ello, millones de pobladores y trabajadores, dueñas de casa, jóvenes, vecinos y vecinas, están hoy desesperados y asediados por el hambre y las penurias, amenazados por la Pandemia y la total carencia de atención por el debilitamiento y falta de recursos de la salud pública.
El pueblo, sobre todo los sectores más vulnerables y postergados, se rebela y sale legítimamente a las calles a protestar, porque no se pueden quedar de brazos cruzados en sus casas y pequeños departamentos, cuando el hambre les acecha a ellos y a sus hijos. La protesta social irá en aumento si no hay respuestas y cambios profundos al modelo impuesto en dictadura y mantenido hasta ahora. Exigimos el término de la represión y el retiro de las querella presentadas contra los pobladores que se han manifestado públicamente en la comuna de El Bosque.
Hoy exigimos cuarentena con garantías, terminar con las limosnas, el asistencialismo y paliativos como las cajas de alimentos que no resuelven el problema. Exigimos soluciones reales, como lo señalamos el 1 de mayo, reiteramos la demanda de Ingreso Básico de Emergencia, con un mínimo de $ 350.000, que permita que ninguna familia quede bajo la línea de la pobreza en estos meses más difíciles.
Denunciamos y rechazamos el accionar del Gobierno de Piñera que intensifica su escalada represiva y dictatorial, con un nuevo proyecto de ley de modernización del sistema de inteligencia con nuevos objetivos para la Inteligencia de Estado, que ahora se plantea espiar y acosar al “enemigo interno”, que define a grupos nacionales como amenazas contra la seguridad del estado, que entrega más recursos y más atribuciones a los militares. En definitiva para controlar y reprimir a ese “enemigo poderoso” que son los ciudadanos y sus organizaciones a los cuales ha declarado la guerra.
En la misma línea rechazamos y exigimos que se retire el proyecto de ley enviado por Piñera al parlamento mediante el cual, para protegerse de acusaciones que pesan sobre él y personeros bajo su mando, pretende desconocer y anular los Acuerdos de Chile con el Tribunal Penal Internacional, para franquearse impunidad respecto a crímenes de lesa humanidad y violaciones a los DDHH que este Gobierno ha sistemáticamente cometido desde antes del 18 de Octubre, contra organizaciones mapuche y estudiantes, y luego de esa fecha, contra cualquier manifestación de ciudadanos en rechazo a su política.
Finalmente llamamos a un gran caceroleo nacional este viernes 22 de mayo a las 20:00 horas para exigir:
No al nuevo pacto Nacional de la Elite
No al Gobierno del hambre. Basta de represión. Renuncia de Ministro Mañalich
Que la crisis la paguen los ricos y no el pueblo, Ingreso Nacional de Emergencia.
A desplegar la organización y la solidaridad: El pueblo ayuda al pueblo
Unidad Social