Se trata de la Mesa de Trabajo para la inclusión Laboral de Migrantes y Refugiados, que, convocada por la Vicaría Pastoral Social Caritas, congrega a representantes del Estado, del sector privado, sociedad civil y organismos internacionales, quienes en los próximos tres meses elaborarán un plan de inserción laboral para migrantes y refugiados que ya se encuentran en Chile.
[30 mayo 2022] Las y los participantes de la instancia fijaron como plazo agosto próximo para elaborar propuestas laborales realizables, destinadas a dar soluciones a las difíciles situaciones creadas por el incremento del flujo migratorio hacia Chile. Cumplido ese plazo, la instancia comunicará al país sus propuestas, las que serán puestas en consideración del gobierno y de los principales actores de la realidad nacional.
El Secretario Ejecutivo de la Vicaría Pastoral Social Caritas, Luis Berríos, enfatizó en que la Mesa no busca fomentar la migración sino que encontrar una salida laboral para migrantes que ya residen en el país:
“Importante aclarar que nosotros estamos hablando de las personas que ya están en Chile (…) la Mesa no quiere y tampoco va a hablar de lo que ocurre en la frontera, de los ingresos de personas. Eso es resorte exclusivo del Estado, y nosotros respetamos y validamos mucho eso. Además, creemos que la migración tiene que ser ordenada, segura y regular: estamos hablando de las personas que ya están en Chile”, enfatizó.
La Mesa ya tuvo su primera reunión formal el pasado miércoles 25 de mayo. El proceso de trabajo del organismo se encuadra en la metodología de mesa de diálogo social, a cargo del equipo del Programa de Formación Jurídica de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Dicha metodología ha sido internacionalmente probada y muestra experiencias exitosas tanto en Chile como en el extranjero.
Recordar que de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregados a principios del presente mes de mayo, la cifra de extranjeros en Chile que se mantienen en la situación laboral de “ocupados informales” o “desocupados”, asciende en conjunto a 318 mil personas. Esto, en contraposición a lo comunicado por organizaciones gremiales del sector agropecuario, quienes señalan que el déficit actual de mano de obra para los peaks de las temporadas agrícolas llega por lo menos a 100 mil trabajadores y trabajadoras.
La Mesa convocada por la Vicaría de Pastoral Social Caritas, cuenta con el apoyo del Programa de Formación Jurídica de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) y es integrada por representantes de las siguientes doce entidades:
Subsecretaría del Trabajo; Servicio Nacional de Migraciones; Organización Internacional del Trabajo (OIT); Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); Organización Internacional para las Migraciones (OIM); Confederación de la Producción y del Comercio (CPC); Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC); Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga); Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT); Instituto Católico Chileno de Migración (Incami), y asociación Inmigrante Feliz.
MACROTEMAS
Durante la primera reunión formal de la mesa, las y los participantes expresaron la necesidad de generar un “documento de acción” con propuestas que se puedan elevar luego a la consideración del gobierno y los actores sociales. Al mismo tiempo, comenzaron a desarrollar propuestas basadas en “macrotemas” vinculados a la realidad migrante.
El Secretario Ejecutivo de la Vicaría de Pastoral Social Caritas, Luis Berríos, destacó que la reunión “tuvo la concurrencia esperada y todos los actores participaron. Fue un primer diálogo para reforzar el compromiso de buscar soluciones conjuntas”.
Además, agregó que esta primera sesión tuvo como propósito dar a conocer la metodología, así como calendarizar los temas y las próximas fechas de trabajo.
En tanto, el profesor de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Programa de Formación Jurídica Derecho UC , Rodrigo Azócar, explicó que la metodología de mesa de diálogo social procura que los distintos actores puedan ponerse de acuerdo en los temas sobre los que quieren dialogar, “más allá de los diagnósticos y el intercambio de información, para llegar a un nivel de generar propuestas a la autoridad, a los responsables de las políticas migratorias y a la comunidad en torno a la situación de las personas y los trabajadores migrantes y sus familias”.