NOTICIA: En 2014 la institución de educación impuso a sus docentes la circular N°8, en la que los trabajadores aceptaban la posibilidad de reducir su carga académica por semestre hasta en un 30%, disminuyendo sus salarios arbitrariamente de un periodo a otro.
[Santiago, 05 de abril de 2018] Alrededor de dos mil trabajadoras y trabajadores reúne la Federación Nacional de la Universidad Tecnológica de Chile, Inacap, a lo largo de todo el país. La casa de estudios tiene 120 mil alumnos en 27 sedes, 11 de ellas están representadas por esta federación. Hoy, esos miles de trabajadores acusan falta de justicia en el trato de la institución hacia académicos y administrativos.
En 2014 a los trabajadores se les dio a conocer la circular N°8, la que según informó la directiva de la federación fue impuesta de forma arbitraria. “Dicen que la circular se generó tras un proceso de análisis, pero en realidad no hicieron parte a los afectados, a los docentes, ni a la federación de esa discusión, por lo que el sentir de las y los trabajadores es que esto fue impuesto”, sostuvo el presidente de la federación, Sergio Abazola.
La circular afecta directamente al cuerpo docente de Inacap, pues entrega a una comisión la facultad de reducir las horas de clases de cada académico (con contratos indefinidos y a plazo fijo) de un semestre a otro, afectando significativamente sus sueldos.
Al respecto, Abazola comentó que, “por ejemplo, tenemos los profesores de inglés y matemáticas, que son ramos comunes a todas las carreras, independiente de sus mallas, a los que les dicen que les reducirán las horas, porque bajó la cantidad de alumnos, pero después contratan a nuevos profesores para cubrir los horarios que faltan, porque realmente no hay menos estudiantes ni menos horas de matemática e inglés”.
La directiva de la federación afirmó que el único objetivo que persiguen, respecto la circular N°8, es poder conversar con las autoridades y dejar en claro su disposición, primero al diálogo, y segundo a construir un nuevo documento en conjunto, aportando con su mirada como trabajadores y trabajadoras de Inacap.
Pero este no es el único problema que enfrentan los académicos. Margarita Villalobos, directora de la federación, sostuvo que “las horas de clases se las pagan a un promedio $8.800, siendo el pago por hora más bajo de las instituciones de educación superior. Además, no les incorporan en el contrato las horas no lectivas, que son cuando deben asistir a reuniones, planificar sus clases y otras labores para cumplir a cabalidad su función como educadores”.
Por otro lado, Abazola, agregó que a los profesores actualmente no se les están reconociendo económicamente ni sus grados académicos ni sus certificaciones. “Nos pidieron ‘jerarquizarnos’, enviar nuestros títulos legalizados, con la promesa de compensaciones y asignación de otros haberes, y la gente legalizó sus títulos, se tomó el tiempo y ahora no hay ninguna retribución monetaria. Para Inacap somos todos iguales cuando se trata de pagarnos, pero tener nuestros títulos ahora les sirve, porque están en pleno proceso de acreditación y ahí van usar nuestros grados para tener mayor puntaje”.
En tanto, la situación de los administrativos no dista mucho de la de los académicos. La secretaria de la federación y administrativa de Inacap, Hayde Sarmiento, acusó que Inacap les vulnera constantemente sus derechos fundamentales: “Los trabajadores son víctimas de hostigamiento, hay socios que son perseguidos y a otros les prohíben hablarnos a los dirigentes”.
Por su parte, Margarita Villalobos, también del área administrativa, está en juicio con la casa de estudios, por cambio unilateral de su contrato de trabajo, trato discriminatorio, disminución de funciones y otras vulneraciones a sus derechos fundamentales.
Los trabajadores han intentado en innumerables ocasiones contactarse para dialogar con las autoridades de Inacap, pero en las pocas oportunidades que han obtenido respuesta, los compromisos adquiridos por la institución no han sido cumplidos.
Actualmente, están buscando apoyo de distintas organizaciones para que medien con su empleador, y para que los asesoren en el camino a seguir. Durante este jueves, por ejemplo, sostuvieron una reunión con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en la que la central se comprometió a ayudarlos con la mediación.