A propósito del Día Internacional del Trabajo Decente celebrado el 7 de octubre, el Presidente de la Central Autónoma de Trabajadores realizó un balance sobre la calidad laboral y las tareas pendientes que existen en Chile.
Aunque muchos empleados y obreros gozan de trabajos estables, el escenario previsional y de salud aún son temas pendientes en nuestro país. Así lo afirma el presidente de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), Oscar Olivos, quien afirma que aún quedan muchos sectores productivos con personas desprotegidas.
El dirigente hace esta reflexión a propósito del Día Internacional del Trabajo Decente, celebrado el pasado 7 de octubre. En este contexto, la CAT desarrolló coloquios donde personeros del mundo sindical y de Gobierno dialogaron con los dirigentes de la multigremial, con el fin de analizar las políticas públicas que ha desarrollado el Estado para promover la concientización del pleno empleo en Chile.
Es este punto que, a juicio del líder sindical, aún experimenta un lento avance. Pues hay una brecha previsional y social entre quienes están inmersos en el mundo laboral. Algo preocupante para Olivos, si se piensa que Chile adhiere a las normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien define al trabajo decente como oportunidades laborales productivas y que produzca un ingreso digno para las personas durante su vida laboral.
¿En Chile hay trabajo decente?
Yo creo aquí se ha ido armando toda una estructura donde se produce mucho trabajo que no es decente. Ya sea parcial o mal remunerado. Y una de las partes donde se presenta esta característica, aunque parezca extraño, es en la administración pública. Hay harto trabajador a contrato o a honorarios, y éste no tiene garantías y menos seguros sociales.
¿Si tuviéramos que ponerle nota al trabajo decente en Chile?
Es súper relativo. Cuando hablamos sobre trabajo decente, hablamos en función de lo que OIT ha planteado y si hacemos una radiografía de lo que es Chile, hay trabajo precario y hay trabajo decente; hay un fenómeno que ocurre en nuestro país, donde hay pleno empleo. Yo todavía no sé si será bueno o será malo, pero por lo menos cuando conocemos los casos en Latinoamérica, nos damos cuenta que aquí falta mano de obra.
El gran parámetro que hemos tenido siempre ha sido en el rubro de la construcción y vemos que hasta hace unos años atrás, en las obras había un cartel grande que decía que no había vacantes. Ahora todo se ha dado vuelta y hay ficheros gigantes donde especifican los oficios que buscan.