ENTREVISTA: Soledad Quiroz es una de las dirigentes de Fundación Integra, que cumplen casi veinte días de paro. Sindical.cl conversó con ella, quien analizó el escenario de la negociación y explicó los motivos que llevaron a que más de 14 mil trabajadores salieran a la calle y paralizaran más de mil establecimientos de educación inicial en el país.
[Santiago, 15 de octubre de 2013] Son seis los sindicatos que existen en la Fundación Integra, todos en paro a nivel nacional desde el 26 de septiembre, sumando a más de 14 mil trabajadores paralizados y cientos de miles de niños sin clases. La fundación, presidida por la Primera Dama Cecilia Morel, después de infructuosas reuniones con los trabajadores para destrabar el conflicto, ha solicitado la intermediación de la Inspección del Trabajo para continuar el diálogo, por lo que la negociación sigue esta semana.
Para Soledad Quiroz, presidenta del Sindicato Democrático de Integra y directora de un jardín infantil en Temuco, el conflicto puede tener una solución si la fundación se abre a dialogar sobre un reajuste similar al que se habría aplicado a los directivos de la institución en julio pasado. Pero este supuesto reajuste fue la gota que rebalsó el vaso: las trabajadoras exigen también menos carga laboral, aumento de un bono que reciben por cumplir metas de calidad (bono SACI) y derogación de un decreto que sube el número de niños a cargo de las técnicos en párvulos.
“Estamos en un contexto político importante, donde sentimos que es posible plantear nuestras demandas laborales y que podamos avanzar más”, comenta la dirigenta.
Para ella, es claro que la institución debe tener como fin unificar con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), ya que ambas instituciones, de origen estatal (aunque Integra funciona como una fundación privada), cumplen roles similares y atienden a niños vulnerables con estándares de calidad parecidos.
“Nosotros sabemos que es complejo, porque tiene que ver con la voluntad de los políticos de turno, del gobierno y del Estado”, agrega Quiroz.
El sindicato que preside tiene menos de dos años. ¿Cómo se formó y con qué objetivo?
En la institución existía un grupo de personas que no se sentía representada por los otros sindicatos y que apostó para que nosotros hiciéramos un sindicato para representar, por ejemplo, a quienes trabajan en oficinas en Integra, que son menos personas que quienes trabajan en jardines. Ellos no tienen los mismos derechos que las trabajadoras de los jardines infantiles, respecto a vacaciones, por ejemplo, pero en remuneraciones tienen mejores condiciones.
Y había otro grupo de trabajadores de regiones, que sentían que desde el centralismo los sindicatos no eran capaces de ver las diferencias, los estilos, la cultura de cada uno de los jardines en las regiones. También apostamos a tener más análisis en las asambleas.
Fue así como nos constituimos con 290 trabajadores y hoy somos 630 afiliados.
Usted explicaba que la mayoría de su sindicato son trabajadores de jardines de regiones ¿Qué diferencias ve entre los jardines de la región Metropolitana y los de otras regiones?
Hay diferencias en los estilos y los tiempos de los niños y apoderados. Por ejemplo, tenemos jardines en comunidades mapuche. Y nosotras tenemos un mismo currículum y agenda para todos los jardines y lo que pedimos no es cambiarlo, sino adecuarlo a esas diferencias culturales y desde el centralismo les cuesta hacerlo. Y se ponen metas y plazos para todos por igual, pero nosotros apostamos a que se refleje el respeto a cada localidad.
Por ejemplo, tenemos un sistema de intranet, donde hay una plataforma donde se suben los planes. Y esa conexión no llega a todos lados. En Puerto Saavedra, en el cerro donde está el jardín infantil, la señal se pierde. Lo mismo en otros lugares: Arica, Putre… Lo que se pide es ser flexible y que haya comprensión frente a la diversidad. O por ejemplo, los horarios: hay lugares donde la gente entra más tarde a trabajar, en lugares remotos en el sur, entonces los niños entran más tarde al jardín.
¿Y por qué 14 mil trabajadores de Integra deciden parar? Porque es muy complicado, imagino, dejar a miles de niños sin clases.
Sí, es algo que nos complica. En mi sindicato, por ejemplo, las dirigentes también trabajamos en jardines. Por eso nos cuesta mucho, tenemos más contacto con las familias de los niños y la conexión emocional con ellos. Y esa es la razón de que como sindicato nos hayamos sumado más tarde, recién el lunes 30 de Septiembre.
La razón del paro fue por los reajustes que Sergio Domínguez, director ejecutivo de la fundación, hizo a los directivos de un 10% del sueldo. Lo que queríamos era demostrar la molestia por la diferencia y discriminación en subir unos sueldos y no otros. Posteriormente, Domínguez nos planteó una negociación, con una suma mucho más baja que la que les había ofrecido a los otros sindicatos. Ante eso, los asociados se sintieron discriminados y decidieron adherir al paro.
Nosotros hemos pedido que se haga solo una mesa de negociación, con todos los sindicatos, porque nuestras peticiones como dirigentas son transversales, a pesar de que tengamos sellos distintos, tenemos mucho más en común.
De todas formas, sabemos que ésta no es una huelga de una negociación reglada. El año pasado tuvimos una negociación, donde mi sindicato obtuvo más presupuesto de materiales, 5% de reajuste salarial, bono de vacaciones, entre otras cosas.
¿Y por qué se produce el conflicto en Integra, si los sindicatos negociaron el año pasado? Porque la gente puede ver y preguntarse por qué piden un reajuste este año.
Tiene que ver con la medida discriminatoria que hizo el director ejecutivo de Integra. Si pudo aplicar un reajuste a los directivos a mediados de este año, cuando no había ningún proceso de negociación ¿Por qué lo hizo con los trabajadores? ¿De dónde sacó la plata? No sabemos. Porque es una plata permanente, no es un bono. Y nos enteramos por otras personas. Desde la página de transparencia no aparece tan claro.
¿Cómo pasan de una molestia que tiene que ver con la gestión de la fundación a replantear temas laborales en la huelga? Porque en sus manifestaciones se refieren a un bono o a la carga laboral como parte de las exigencias.
Es que el año 2012 todos los sindicatos negociamos mal el bono SACI (Sistema de Aseguramiento de la Calidad a través de Incentivos), porque no supimos analizar bien la cifra y cuando se repartió el dinero para hacer los bonos, al final el bono no subió. Este es un bono por cumplimiento de calidad, de gestión, que se le da al equipo completo de un jardín. Entonces, el monto quedó igual al año 2012, pero el nivel de exigencia subió. Por eso en esta huelga pedimos un aumento significativo en este bono.
Por ejemplo, el bono SACI más alto es de 630 mil pesos, que se divide en 10 cuotas, y como es imponible, en el sueldo termina reflejándose en 40 mil pesos más o menos. Y casi todos los jardines están en este nivel más alto, porque el nivel de los jardines Integra es muy bueno, se logran las metas y se usa de ejemplo para establecimientos privados.
También estamos en un contexto político importante, donde sentimos que es posible plantear nuestras demandas y que podamos avanzar más.
Con respecto al decreto 115, es un decreto que se firmó durante este gobierno y que regula con cuántos niños trabaja cada técnico. Esta norma aumenta el número de niños por técnico. Antes de este decreto, por ejemplo, en una sala cuna había 6 bebés por técnico y una educadora por 40 niños. Hoy día lo aumenta en un niño más, en dos o tres niños más en nivel medio menor. Hasta el momento no se ha despedido técnicos por el decreto 115, pero sí existe el temor. Nosotras ya esperamos que con el cambio de Gobierno se modifique este decreto.
Están en una huelga que ha durado más de 15 días y aun no se ha logrado acuerdo ¿Qué esperan ustedes que ocurra esta semana?
Nosotros esperamos que el director nos reciba, ya que ahora estamos trabajando con un mediador de la inspección del trabajo. Y también llegar a acuerdo pronto, todos los sindicato, negociando en una misma mesa.
Y para ustedes, tiene sentido que exista esta fundación de la Primera Dama y a la vez la JUNJI? Ya que cumplen un rol muy similar, ¿Se debate este tema entre los trabajadores de Integra?
Sí, es un tema que se habla. Incluso lo hemos conversado con las dirigentes sindicales de la JUNJI. Y creemos que es necesario que exista una sola entidad que agrupe a los jardines infantiles del Estado. No tiene sentido que existan dos entes, con distintas condiciones laborales, pero cumpliendo el mismo rol. Sabemos que la JUNJI tiene otros problemas, porque ellos tienen gran cantidad de trabajadoras a contrata, en cambio en Integra casi todas están con contrato indefinido.
Tenemos consciencia de que es complejo, porque tiene que ver con la voluntad de los políticos de turno, del Gobierno de turno y del Estado. Porque en estos últimos veinte años no ha crecido el Estado. Entonces, esos son factores que nos dan señales de que nuestro interés por unificar JUNJI e Integra es un tema complicado para las autoridades.