NOTICIA: Los sindicatos N°1 Cardenal Raúl Silva Henríquez, N°2 Clotario Blest Riffo y N°3 Padre Alfonso Baeza, de trabajadores del Arzobispado de Santiago, expresan que las demandas sociales manifestadas por la ciudadanía “abren nuevos rumbos y horizontes como país, buscando la equidad y justicia, tan necesarios para una verdadera paz social, en el cual cada chileno y chilena se sienta valorado en su dignidad como persona”.
[Santiago, 23 de octubre 2019] En el comunicado, dado a conocer esta tarde, los trabajadores expresan que, “frente a la actual situación que vivimos como país y al movimiento iniciado por estudiantes, manifestado en evasiones, cacerolazos, marchas, concentraciones y llamados a paralizaciones y del cual el pueblo de Chile ha salido a las calles a manifestar el descontento social frente a las graves desigualdades estructurales, en específico, sueldos dignos, transporte, salud, previsión social, educación, vivienda, y por sobre todo respecto a la distribución de la riqueza, los sindicatos del Arzobispado de Santiago, nos hacemos parte de las demandas sociales manifestadas por la ciudadanía, que nos abren nuevos rumbos y horizontes como país, buscando la equidad y justicia, tan necesarios para una verdadera paz social, en el cual cada chileno y chilena se sienta valorado en su dignidad como persona”.
Los trabajadores agregan que como cristianos tienen la responsabilidad “de poner de relieve los compromisos de la acción social y justa… denunciando en nombre de la justicia las estructuras sociales, económicas y políticas que están en contra del Evangelio” DOCAT Pag.35).
“Estamos llamados a ser profetas, que anuncian la importancia de los valores de la libertad, justicia, verdad, equidad, colaboración y comunidad, entre otros; tan importantes para al ser humano, y aún más a la sociedad. Por otro lado, tenemos la exigencia de denunciar el abuso, corrupción, desigualdad, injusticia, pobreza, hambre y otros tantos que viven cientos y miles de nuestros compatriotas en la actualidad”, señalan las organizaciones sindicales de la Iglesia de Santiago.
“La iglesia se convierte en abogada de todos aquellos seres humanos que, por circunstancias diferentes, no pueden levantar su voz y que no raramente están sometidos fuertemente por estructuras injustas”. (DOCAT Pág.35)
“¡Decimos con fuerza, BASTA de abusos! ¡BASTA de pensiones indignas, ¡BASTA de sueldos miserables, ¡BASTA de años de espera en hospitales, ¡BASTA de una educación segregadora, BASTA de que los ricos sean más ricos y los pobres sean más pobres!”
Los trabajadores expresan también su condena a “la violencia desatada por inescrupulosos, ya sea incendiando estaciones del metro de Santiago, supermercados u otros” y a “los excesos de violencia en el actuar policial y aún más, en la de los efectivos militares, bajo la decisión del gobierno de tener a varias regiones de nuestro país en estado de excepción”.
Los sindicatos finalizan su comunicado afirmando que seguirán velando por la justicia de los socios y socias trabajadores de la institución, y luchando por la de cientos de otros y otras en el país.