Si bien la medida es celebrada desde diversos sectores por ser la mayor alza nominal en 29 años, hoy, frente al rápido aumento del costo de la vida y la inflación, se considera que un sueldo de $400mil sigue estando por debajo de la línea de la pobreza.
[24 mayo 2022] El día de ayer el gobierno promulgó el reajuste del salario mínimo como parte de la primera etapa del “Acuerdo sobre incremento del ingreso mínimo, protección frente a la inflación y promoción del trabajo decente”, alcanzado entre la CUT, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social y el Ministerio de Hacienda, que, en dos etapas, aumentará en $50mil el actual ingreso mínimo: durante mayo incrementará a $380mil y desde el 1 de agosto llegará a $400mil.
La medida además contempla una compensación por costos de canasta básica y un subsidio enfocado a las pymes, donde el Estado entregará un aporte de $22mil a partir de mayo, y $26mil en agosto. En enero del próximo año, cuando el salario mínimo aumente a $410mil, el subsidio será de $32mil.
El incremento beneficiará a 800mil trabajadores y trabajadoras y es considerado histórico, ya que se posiciona como la mayor alza nominal en 29 años y el mayor aumento real en 25 años, diferenciándose por mucho de reajustes como los de 2020, donde en septiembre el salario mínimo se incrementó en $6mil.
“El gobierno ha hecho un esfuerzo mayor al que nos hemos acostumbrado en las últimas décadas (…) pero el problema es que la deuda de arrastre de un salario mínimo completamente desalineado del costo de vida mínimo del país es tan grande que no basta con esto”, señaló el economista de Fundación SOL, Marco Kremerman, a lo que añadió:
“En los demás países del mundo, el salario mínimo es una política nacional que cumple un objetivo, ese objetivo es que el trabajador, la trabajadora que lo gana, pueda con ese monto satisfacer sus necesidades básicas y la de su grupo familiar”.
Por su parte, tras la ceremonia de promulgación, el diputado independiente de Apruebo Dignidad y exsindicalista, Andrés Giordano, enfatizó en que esta es “la primera puerta hacia una política salarial que apunte a la superación de la línea de la pobreza familiar”, a lo que agregó:
“Tenemos muy, muy claro que esto no es suficiente, que esto es un primer paso en un largo retraso y camino por recorrer, pero sabemos que es el comienzo. Y nuestro rol, desde el Parlamento, como exdirigente sindical y como alguien que ganó el (salario) mínimo, va a ser empujar para que ese salario mínimo pueda cubrir las necesidades básicas de subsistencia de una familia promedio en Chile”.
Tras la aprobación del proyecto en el Congreso, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras (CUT), David Acuña, manifestó “en abril del próximo año, nuevamente nos toca negociar el aumento del salario mínimo. Así que vemos con muy buenos ojos el avanzar en una política pública ya más estandarizada”.