NOTICIA: Cientos de personas llegaron a la celebración eucarística por el Día del Trabajo realizada en el Templo Catedral de Rancagua este 29 de abril, para orar por la dignidad de los trabajadores, la que fue presidida por el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic.
[Santiago, 2 de mayo de 2016] Ante gran cantidad de dirigentes sindicales el Obispo de Rancagua, señaló que “en esta celebración del 1 de mayo queremos recordar que el trabajo es una parte fundamental de la dignidad de la vida humana” y agregó que “se hace urgente y necesario una profunda revisión del sistema de pensiones para lograr pensiones suficientes, dignas, decentes”.
En la oportunidad se quiso referir a algunas de las realidades en las que se necesita avanzar para dignificar el trabajo y las personas de los trabajadores juntamente con la paz social.
Entre ellas abordó la de los temporeros de la fruta tienen una vida muy sacrificada en los campos, pues a pesar de los esfuerzos que se han realizado de parte de la Inspección del Trabajo siguen los reclamos por el incumplimiento de lo pactado en los contratos con figuras de sub contratación y de suministro de trabajadores.
Otro tema es el de los trabajadores de la salud y sus precarias condiciones de para funcionar, esto lo relacionó con el reciente traslado del nuevo hospital regional y el inicio de su funcionamiento, “que ha comenzado con muchísimas dificultades, especialmente para los que trabajan en el Hospital y que han iniciado un paro de actividades. Confiamos que se encuentren pronto caminos de diálogo y se resuelvan los problemas de funcionamiento del más importante centro de salud en la Región para bien de todos sus usuarios”.
Habló también de la actual atomización y división del mundo sindical que se observa en distintas áreas económicas y de “las debilidades formativas y valóricas de algunos dirigentes que ponen el acento en intereses personales y ansias de protagonismo por sobre la unidad de sus bases y la defensa de sus derechos han provocado un desinterés de parte de muchos trabajadores”.
Recordó que es necesario recuperar el espíritu de líderes sindicales como Clotario Blest y Manuel Bustos y de pastores y pensadores cristianos como San Alberto Hurtado y más recientemente el P. Alfonso Baeza.
Mejorar las condiciones laborales
El Obispo de Rancagua señaló que mejorar las condiciones laborales es una inversión que redunda en mejores rendimientos de la empresa. Tarea de todos, especialmente de las autoridades, empresarios, políticos.
Expresó se especial preocupación por el fenómeno de los jóvenes nini en Chile. “Se calcula que más de 700 mil jóvenes, representando un 11% – entre 15 y 29 años – se encuentran sin empleos ni estudian. Los jóvenes ninis se encuentran concentrados en los quintiles de menores ingresos”, precisó.
El tema de las pensiones dignas y salarios justos fue uno de los temas mayormente abordado por el pastor, pues quienes han entregado su vida al trabajo y hoy están pensionados, viven condiciones sumamente difíciles, “conocemos la realidad de la inmensa mayoría de estos hermanos nuestros con pensiones bajísimas. Con los años llegan las enfermedades y situaciones complejas y los ingresos disminuyen considerablemente en relación a los ingresos que se recibían cuando se estaba activo y con trabajo.En un verdadero sistema de seguridad social debe existir el principio de solidaridad en que la persona aporta según sus capacidades y recibe según sus necesidades. Se hace, pues, urgente y necesaria una profunda revisión del sistema de pensiones para lograr pensiones suficientes, dignas, decentes”, indicó monseñor Goic.
Con respecto al recientemente abierto debate sobre el sueldo ético, señaló que más allá de las cifras, lo que interesa es buscar caminos de equidad social.
Posteriormente, los trabajadores presentes entregaron sus ofrendas al pastor y al encargado de la pastoral diocesana de trabajadores, padre Eduardo Morin.
La misa concluyó con un llamado a los legisladores para que se acuerden de la dura realidad de muchas familias chilenas y legislen un nuevo sueldo mínimo que permita en parte participar en el banquete económico disfrutado por una minoría de chilenos