Dentro de las medidas del Plan de Recuperación Inclusiva “Chile Apoya”, destacan la extensión del IFE Laboral; la implementación de un bono exclusivo para trabajadoras y trabajadores de la cultura; la mejora de beneficios del Seguro de Cesantía y el aumento del salario mínimo, de $350.000 a $400.000 durante este 2022.

[12 de abril de 2022] El pasado jueves 7 de abril se anunció el Plan de Recuperación Inclusiva “Chile Apoya”, compuesto por 21 medidas que buscan revertir las dificultades que ha dejado la pandemia, teniendo como eje enfrentar el alza en el costo de la vida, impulsar el empleo, aliviar a sectores rezagados y apoyar a quienes han abandonado el mercado laboral para ejercer labores de cuidado, que son, en su gran mayoría, mujeres.

De los 3.726 millones de dólares que contempla el plan, 1.386 millones estarán destinados a la generación de empleo y apoyo a sectores rezagados, mientras que 1.340 millones al soporte directo a familias y 1.000 millones al apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyME).

El plan presentado por el gobierno señala que se ampliará el IFE laboral desde junio hasta septiembre de 2022, poniendo foco en aquellos grupos prioritarios que se han quedado atrás en la reactivación económica, donde se fomentará la creación de nuevas relaciones laborales formales y se aumentarán los montos del IFE. En este punto, el plan señala que se pondrá especial cuidado en que las mujeres no vean afectado su acceso a beneficios sociales por una nueva relación laboral.

Por otro lado, el programa compromete que se apoyará a 30.000 trabajadoras y trabajadores de la cultura con un bono de hasta $450.000 por persona, que busca compensar la disminución de sus ingresos durante la pandemia.

Dentro del punto que aborda el apoyo a personas cesantes, se indica que se mejorarán los beneficios del Seguro de Cesantía y que se flexibilizarán los requisitos de acceso a éste, con menos burocracia. Esto, con el objetivo de que alrededor de 1 millón de mujeres pueda acceder al seguro.

En cuanto a los salarios, las medidas anunciadas indican que la meta es alcanzar este año un sueldo mínimo de $400.000, señalando además que para que este aumento no vaya en desmedro de las empresas de menor tamaño, se diseñará un apoyo especial para las MiPymes que enfrenten dificultades.

Las otras medidas del plan de recuperación contemplan congelar los precios del transporte público; contención del precio de parafina, petróleo y bencinas; ampliación de la competencia en el mercado de gas licuado para evitar abusos; incremento de la Beca de Alimentación para la Educación Superior (BAES); ampliación del subsidio Protege; IFE automático en caso de confinamiento; ampliación de la Red Local de Apoyos y Cuidados; Centros Diurnos de Adulto Mayor (CEDIAM) y extensión de la cobertura de los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) a todas las regiones.

Además, se compromete un fondo de 300 millones de dólares para la infraestructura de gobiernos locales; el fortalecimiento del programa de acceso al crédito para 100.000 MiPyME no bancarizadas; la creación de una línea de crédito extraordinaria para la pequeña minería, así como el aumento de cobertura de programas CORFO Y SERCOTEC.

Finalmente, el plan “Chile Apoya” indica que se fortalecerán los programas de reforestación de bosques nativos; se aumentarán recursos para espacios de comercialización de agricultura familiar campesina y artesanal; se flexibilizarán los programas de garantías para apoyar a empresas que no accedieron a créditos FOGAPE y que se ampliará la cobertura del “Programa 4 a 7”, dedicado al cuidado de niños y niñas después de su jornada escolar.

Es importante considerar que estas medidas llegan en un momento económico especialmente crítico, no solo para Chile, sino que a nivel mundial, donde a la crisis dejada por la pandemia del Covid-19 se suman los efectos de la guerra Rusia – Ucrania. Así, vemos hoy que el índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo de 1,9% es el más alto en 28 años en nuestro país y se prevé que en 12 meses podría llegar a superar el 10%.

En relación a lo anterior, el economista de Fundación SOL, Marco Kremerman, en una entrevista televisiva señaló que las medidas del plan “Chile Apoya” no serán suficientes:

“Nos parece muy bien que existan medidas para contener aumentos próximos de los precios (…), parece bien tener un IFE que se active (…), pero el punto central tiene que ver con los salarios, porque el aumento del costo de vida no sólo es un problema actual, es un problema que Chile arrastra hace mucho tiempo, la relación de la diferencia entre el salario, las pensiones y el costo de vida”.

Además, y a pesar de que el aumento de $50.000 significaría por lejos la mayor alza en el sueldo mínimo que un gobierno haya implementado en Chile, el economista enfatizó en que “el aumento del salario mínimo se va a tener que reconsiderar, porque llegar a $400.000 este año ya está quedando medio obsoleto, los precios están aumentando mucho y muy rápidamente”.