Abdón Díaz Galleguillos fue el presidente de la Mancomunal de Obreros de Iquique, la cual, según el historiador Hernán Ramírez Necochea, “marca la etapa inicial del moderno sindicalismo chileno”.
Nació en Coquimbo en 1852 y se trasladó a Iquique, donde se desempeñó como lanchero y formó parte importante de la coyuntura de Chile del siglo XX en el marco del movimiento social salitrero y la cuestión social. En la época, se incrementó el movimiento social que ya venía del Siglo XIX gestándose en Tarapacá, fortaleciéndose y expandiéndose, y ya en el siglo XX se acentúan los procesos de carácter popular.
Es en este contexto que surge la Mancomunal de Obreros de Iquique, fundada el 21 de enero de 1901 por Abdón Díaz, para exigir una mejora en los salarios de los trabajadores del salitre mediante la utilización de la huelga y también presentando una denuncia por los malos tratos de parte de sus empleadores y demandas urgentes dirigida al Ministro del Interior, la cual fue firmada por 150 trabajadores.
Según el ensayo “De lo social a lo político en el movimiento social obrero: El caso de la Mancomunal de Obreros de Iquique 1900-1909”: “Esta sociedad tenía por objetivos el dar protección en el trabajo, acudir en defensa de sus derechos y las amplias garantías del socorro mutuo, pero rápidamente la Mancomunal reorientó su labor, asumiendo un rol fundamental en la representación de los trabajadores, concentrando su actividad en torno al planteamiento y la defensa de las principales reivindicaciones de los sectores populares de la provincia. Es así como la Mancomunal iquiqueña comenzó a tener un activo papel en los conflictos sociales de la zona, llegando a constituirse en uno de los más importantes conductores del movimiento social tarapaqueño en los primeros años del 1900”.
La organización logró tal alcance que se comenzó a generar un movimiento de envergadura nacional, ya que hubo esfuerzos para llevar adelante la actividad de carácter federativo. De esta forma, en mayo de 1904 en Santiago, se celebró la Primera Convención Nacional de Mancomunales que reunió a 15 organizaciones representativas de 20 mil afiliados a lo largo del país, presidido por Díaz. En la ciudad de Iquique, tras un año y medio de su fundación, la organización representaba a siete mil “hombres organizados”.
La Mancomunal tuvo su propio partido político y periódico con el nombre de “El Trabajo”, de 1906, que se caracterizaba por ser un espacio de opinión y denuncia de las condiciones laborales, situación económica y la actualidad de la época. Abdón, siendo presidente permanente de la Mancomunal, tuvo el rol de mediador para conciliar el conflicto entre los huelguistas y los patrones en 1907 en la llamada “huelga grande”, en Tarapacá. Díaz tuvo que comunicar a su grupo que los empresarios aceptaban de forma parcial las reivindicaciones que exigían, exceptuando la del establecimiento de los jornales a un cambio fijo de 18 peniques.
Los trabajadores no cedieron a la propuesta, pues buscaban que el total de sus demandas fueran acogidas. Finalmente, el Intendente de la ciudad, Carlos Eastman, actuó ejerciendo el uso de la fuerza, explicándole al Presidente de la República, que ya había agotado los medios de control hacia los mineros y consideraba que la concentración de personas suponía un peligro para la seguridad pública. De esta forma, se llevó a cabo lo que se conoce en la historia como la Matanza de la Escuela de Santa María de Iquique.