El Sindicato de trabajadoras y trabajadores del Colegio San Francisco Javier de Cerro Navia, firmó un nuevo contrato colectivo el viernes 3 de octubre, tras cinco días de huelga.
La presidenta de la organización, Makarena Contreras, cuenta que este fue su segundo proceso de negociación colectiva y por ello, procuraron prepararse de la mejor forma posible. No obstante, afirma que pese a eso: “El proceso estuvo marcado por la tensión, ya que la empresa-colegio declara permanentemente desde hace algunos años, un contexto financiero de crisis, y por ende tuvo una actitud rígida de negación a todas las solicitudes”. En este punto, la dirigenta comenta que el empleador no ofertó nada durante el proceso de negociación y en contraste a esa postura, el sindicato rechazó la última oferta al ver que no se proponía un cambio de condiciones para los próximos dos años.
En esa instancia, Makarena manifiesta que recurrieron a la Dirección del Trabajo para solicitar la mediación obligatoria, y en ese espacio de reuniones les ofrecieron un bono de término de negociación de $35.000 pesos brutos, lo que fue rechazado por la asamblea y se votó la huelga. En la séptima reunión de mediación voluntaria se llegó a un acuerdo, tras obtener uno de los puntos centrales solicitados por la organización.
Entre ellos, se destacan la creación de 3 días administrativos anuales para todas las trabajadoras y trabajadores del colegio; un bono de término de negociación de $45.000 pesos brutos para las y los trabajadores presentes en la nómina del contrato colectivo; el no descuento de los tres días de huelga correspondientes al mes de octubre y la incorporación de dos nuevas socias al contrato colectivo, lo que no se había podido realizar por tema de plazos.
La presidenta menciona que las ventajas de este nuevo contrato colectivo son los días de permiso, que a futuro van a constituir un piso de negociación “por lo cual en algún momento tendrán que aumentar en número, al igual que el incremento de aguinaldos de navidad y fiestas patrias obtenidos en la primera negociación”, afirma.
Entre las desventajas, se encuentra que el punto mencionado de los días de permiso va a ser llevado a cabo por la institución de forma estrictamente normada. Makarena explica que se “exige documentación escrita como respaldo, requiere previo aviso de 5 días hábiles, puede ser rechazado y reagendar al menos 1 vez, y para ello el empleador tiene un plazo de 4 días para confirmar o negar”.
Entre las prácticas que sumaron como sindicato, se encuentra el ejercicio de la huelga y la vinculación con otros estamentos de la comunidad escolar. A nivel interno, expresa que hubo una mayor planificación estratégica y cohesión grupal.
“Aunque las cláusulas obtenidas son bastante humildes, este acuerdo representa un avance hacia condiciones laborales más justas y reguladas, pero por sobre todo un avance en cuanto a la cultura sindical dentro de nuestra comunidad”, declara Makarena.
Asimismo, hace un reconocimiento a la determinación y valentía de sus compañeras y compañeros para organizarse y pedir mejores condiciones laborales, lo cual consideran un pequeño triunfo perteneciente a todas y todos.
Por otro lado agradecen a la comunidad escolar, estudiantes, apoderadas, colegas y vecinos que solidarizaron con su proceso.
“Este es un gran paso para los trabajadores y un avance histórico en cuanto al conocimiento de la cultura sindical dentro de nuestra comunidad escolar, que en 65 años de antigüedad no había vivido un proceso similar. Sabemos que nos queda mucho trabajo a futuro, para concretar y expandir mejoras que urgen, pero por hoy nos contentamos con el camino avanzado, y a seguir creando cultura sindical”, reflexiona.




