Por María Fernanda Vidal
Este jueves 7 de noviembre, la Confederación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud (CONFEDEPRUS), invocó una manifestación en la Plaza de la Constitución donde se sumó el Colegio Médico de Chile (COLMED), el Colegio de Psicólogas y Psicólogos (COLPSICHILE) y otros gremios de la salud pública, para denunciar la crisis de presupuesto en el último cuatrimestre y la falta de paridad en el gasto que se hace en implementos privados en comparación a la salud pública.
Esta problemática ha sido sostenida en el tiempo y evidenciada en recintos como el Hospital Sótero del Río, San Borja Arriarán, San Juan de Dios y Carlos Van Buren, donde fue este último el centro de salud que, según el vicepresidente de CONFEDEPRUS, Francisco Álvarez Rojas, “evidenció la crisis hospitalaria dado el cierre de pabellones” y además, expuso la deuda con los proveedores que no habían sido pagadas desde el 2021 y que finalmente revocó en la crisis que se vive actualmente.
“Hoy día la gravedad está en que, primero, no se puede dar atención a los usuarios y eso genera estrés en los trabajadores al no contar con los insumos básicos para poder trabajar. Hoy día contamos con licencias médicas de salud mental que son un problema que se debe reconocer por parte del Estado, dado el efecto que se produce en los funcionarios. No hay recursos financieros, no hay infraestructura, no hay recursos humanos; se desvincularon más de 6.000 funcionarios el año pasado que eran del COVID y eso obviamente produce sobrecarga, produce estrés, hay mayor denuncias de violencia y acoso laboral. Entonces eso complejiza aún más el rendimiento de los funcionarios”, expresa el vicepresidente.
Ante la situación, CONFEDEPRUS estuvo presente en la Comisión Mixta de Presupuestos, exigiendo que la reducción de presupuesto, anunciada esta semana por el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, no afecte a la salud y que la compra de servicios a los privados se realice con los mismos precios con los cuales Fonasa paga a los hospitales “porque al final es una competencia desleal”, señala el vicepresidente de la Confederación. Asimismo, se estableció con los parlamentarios la necesidad de “fortalecer las unidades de salud de los establecimientos para resguardar la atención y la seguridad que, hoy en día, se ve mermada no solo en la atención primaria, sino también en la secundaria”.
La Confederación también hizo un llamado a la acción del compromiso del Estado para no solo garantizar que a fin de año se termine con el ideal presupuestario para poder funcionar, sino también “que los presupuestos que vengan reconozcan la deuda histórica que no permiten que el Estado garantice un derecho como es el de la salud”.
