Nota extraída de Iglesiadesantiago.cl
La actividad se realizó en la parroquia San Francisco de Sales, donde el cardenal Fernando Chomali compartió meditaciones centradas en Jesucristo y en cómo integrar la fe en la vida personal y profesional.
Este 15 de noviembre, en la parroquia San Francisco de Sales, se realizó el retiro espiritual “Sembradores de esperanza”, al que llegaron cerca de 300 empresarios, emprendedores y profesionales que buscan integrar su vida espiritual con sus responsabilidades familiares, laborales y sociales. El encuentro comenzó con un canto invocando al Espíritu Santo y continuó con el rezo del Rosario, para luego dar paso a momentos de meditación guiados por el cardenal Fernando Chomali. Durante la mañana también hubo sacerdotes disponibles para confesiones.
Durante sus meditaciones, el arzobispo de Santiago invitó a los asistentes a volver a lo esencial de la fe. “Nos ha puesto en sintonía con el Señor Jesucristo y este retiro va a estar muy concentrado en Jesucristo primero”, señaló al iniciar.
Además, destacó la importancia de cultivar una fe más consciente: “Siento que la Iglesia, nosotros, yo, estamos en deuda… no hemos sido capaces de hacerles comprender la profundidad que tiene conocer a Jesucristo y cómo cambia nuestra vida”. Explicó que esta profundidad conduce a “más discernimiento de los tiempos, más fe, más razón y menos pasión”.
Luego invitó a examinar si la fe es verdaderamente una fuente de ánimo: “¿Es nuestra fe motivo de alegría o no? Si no lo es, es porque no hemos conocido al Jesús único y verdadero”. Añadió que el creyente, aun en medio de dificultades, mantiene la confianza en Dios: “Un católico puede estar lleno de problemas, pero sabe que hay un ser superior que lo sabe todo y que conduce todo al bien”.
También abordó el sentido último de la esperanza: “El enigma más grande de la condición humana es el misterio de la muerte, y el único que nos puede decir algo es Jesucristo, que afirma: yo soy la resurrección y la vida”. Y presentó a Cristo como guía segura: “Jesucristo es una brújula. Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas”.
El párroco de San Francisco de Sales, el padre Francisco Andrés Cruz Amenábar, destacó sobre el retiro: “Es muy significativo que en el Mes de María tantas personas hagan un alto en sus tareas. Hay un deseo real de volver a Dios y de poner los dones personales al servicio de los demás”.
Los asistentes agradecieron el retiro. Para el abogado Francisco Ortiz, la instancia dejó “el llamado a confiar siempre en Jesucristo, incluso en los momentos difíciles, y a transmitir la fe mediante el amor y el servicio”.
La profesional Virginia Santa María valoró “la claridad y cercanía del cardenal, que permite comprender la fe de manera sencilla y profunda a la vez”.
La ingeniera Francisca Vergara destacó que las reflexiones “motivan a tomar en serio la misión personal y a mejorar cada día”.
El retiro concluyó con la celebración de la Eucaristía. En su homilía, el cardenal Chomali llamó a reflexionar sobre la responsabilidad de construir un mundo mejor para las próximas generaciones y a ofrecer a Dios las propias fragilidades para que Él las transforme en acciones de justicia y paz. Invitó también a conservar la fe, la esperanza y la alegría como pilares de la vida cristiana.
Asimismo, llamó a ofrecer a Dios la propia vida y las dificultades personales: “Pongamos nuestras aguas turbias delante del Señor para que Él las transforme en vino bueno”.




