Conoce al Sindicato N°1 del Arzobispado de Santiago en el contexto de su próxima negociación colectiva

El Arzobispado de Santiago de Chile cuenta con tres sindicatos que conforman la organización de cerca de 210 trabajadores y trabajadoras de distintas áreas y vicarías de la institución. En el contexto de su próxima negociación colectiva, que comienza en septiembre, queremos destacar el rol de cada uno de ellos y resaltar su importancia tanto en la lucha por la justicia social, su rol sindical dentro de la Iglesia y el proceso que están llevando a cabo para preparar este nuevo contrato colectivo ya que los tres sindicatos decidieron unirse para llevar adelante el proceso en conjunto.

El primero de ellos, el Sindicato N°1 Cardenal Raúl Silva Henríquez, cuenta con 78 miembros y es el que más socios tiene del Arzobispado. Fue fundado en octubre de 1991 y tiene como dirigentes a Eduardo Ceballos, quien es el presidente por cuarto período, trabaja hace 13 años en el Arzobispado y es parte del equipo de Campañas Solidarias de la Vicaría de Pastoral Social Caritas; Marcela Corvalán, como secretaria del sindicato y abogada en el Tribunal Eclesiástico donde cumple el rol de auditora; y Marco Martínez, como tesorero del sindicato y quien trabaja de abogado en el Tribunal Eclesiástico como Patrono Estable.

¿Cómo describirían al sindicato?

Marcela Corvalán (MC): El sindicato es un grupo de personas que son más que eso; es una comunidad de trabajadores de este primer sindicato del Arzobispado de Santiago de Chile, al que queremos ayudar con nuestra labor desde la dirigencia, en ese poquito grano de arena que podemos brindar para que esta comunidad pueda ir trabajando con más empeño, con más gusto y sobre todo, con más sentido de pertenencia con nuestra amada Iglesia.

Eduardo Ceballos (EC): Como decía Marcela, nosotros le decimos Sindicato 1 porque fue el primero que se formó en el Arzobispado pero también nosotros tenemos otro nombre. Legalmente nos llamamos Sindicato Empresa Arzobispado de Santiago, ese es el nombre real pero con el tiempo fue cambiando y el que tenemos, que debemos hacer un cambio en el tema de los estatutos, es Sindicato Cardenal Raúl Silva Henríquez. Viene de un proceso de hace muchos años, por lo que tengo entendido. Primero, existía una asociación de trabajadores en el Arzobispado de la cual se formó después este Sindicato número 1, que pasó a ser muy exclusivo de la curia en su minuto, por eso es que después nacen los otros dos sindicatos con sus respectivos nombres; pero tiene una trayectoria de sindicato como tal de 34 años.

¿Cuáles dirían que son las fortalezas y desafíos del sindicato?

Marco Martínez (MM): Una de las fortalezas es que al estar más concentrada la mayoría de los socios en la curia o en la administración central, se hacen mucho más accesibles las conversaciones, los diálogos. En ese sentido, queremos fortalecer los vínculos; que no sean solamente personas aisladas que se reúnen para un evento en particular, sino que queremos ir generando este sentido de comunidad y de pertenencia. Entonces, creo que la fortaleza nuestra está en esa línea; que tenemos la cercanía, tenemos la facilidad de poder encontrarnos muy rápido, a excepción de algunos que están un poco más distantes pero no son la gran mayoría y por ahí yo creo que va nuestro desafío como dirigentes sindicales en esta oportunidad.

¿Cuáles son las características de pertenecer a un sindicato de Iglesia? ¿Qué cosas tienen en común con otras organizaciones sindicales? ¿Qué dificultades existen?

MC: El pertenecer a un sindicato de Iglesia nos llama a poder formarnos muy bien en lo que es la Doctrina Social de la Iglesia y la motivación que tenía, pensando en nuestro nombre, el Cardenal Raúl Silva Henríquez y también en nuestro primer santo que es Alberto Hurtado ¿Cuál es la motivación de pertenecer a un sindicato? es ir conociendo esa Doctrina Social de la Iglesia que busca el bien común, que busca la solidaridad y que todos los trabajadores puedan sentir que cumplen también una misión; que no solo es un trabajo que nos retribuye, que nos da un dinero y bendito sea Dios con él podemos subsistir, sino que también le da sentido a nuestro trabajo, a nuestro ejercicio y el de todos.

MM: En general, tenemos en común con los otros sindicatos que queremos buscar el bien de nuestros socios, que queremos tener las mejores condiciones laborales, tener una mirada mucho más de justicia social, pero acá le damos este agregado desde la mirada de la Doctrina de la Iglesia.

EC: Comentar también que, casi como anécdota, a veces uno conversa que está metido en un sindicato, que somos del Arzobispado de Santiago, que somos de la Iglesia y la gente dice pero ¿y la Iglesia tiene sindicatos? y uno dice sí, tiene sindicatos porque, como decía Marcela, está la Doctrina Social de la Iglesia que nos habla de la organización de los trabajadores, entre muchas otras cosas. Mucha gente probablemente no sabe la cantidad de trabajadores que somos, por lo mismo, necesitamos estar asociados, estar reunidos, ver que cosas tenemos en común, que cosas no. Una de las cosas clásicas también es que uno parte una reunión haciendo una oración que, probablemente, en una empresa quizás no lo hacen porque uno encomienda el trabajo que está haciendo al Señor, al Espíritu Santo, a la Virgen, y en ese sentido, nosotros hacemos esa diferencia. Acá también nos interesa tener mejoras laborales, mejoras económicas pero tenemos otras preocupaciones que tienen que ver con cómo estamos organizados como trabajadores y qué es lo que queremos hacer para el beneficio de cada uno de nosotros, tengan que ver con temas económicos o no porque también tenemos que tratar de sacar cosas que nos llenen a nosotros el corazón por lo que estamos haciendo en las distintas funciones. A diferencia de cualquier otra empresa que a lo mejor tiene un fin de producción como tal, nosotros como Arzobispado de Santiago, dependemos de otras cosas. No necesariamente de una producción como una minera, que si un día se para, se para la producción. Acá nuestro producto es distinto. Entonces eso cuesta de repente que nuestros compañeros y socios lo entiendan; que no es como que digamos vamos a ganar más plata porque hay más plata. No es tan sencillo de repente levantar una expectativa frente a nuestros trabajadores con mejoras, que muchas veces tienen que ver con reajustes económicos, que obviamente hay que ajustar también porque el IPC está involucrado en esto, pero no todo de repente es tan así. Por eso digo que no somos una empresa productiva como cualquier otra y ese quizás puede ser un pequeño detalle que dificulta para tratar de obtener algunas cosas a veces, pero aún así tratamos de buscar otras alternativas frente a esto.

MC: Coincidiendo con lo que dice Eduardo también, yo creo efectivamente, que aquí hay muchos bienes intangibles. Partamos de la base de que la Iglesia es una realidad humana y divina también, entonces hay bienes esenciales de la Iglesia y hay muchos bienes que son intangibles y que es necesario también resguardarlos, como por ejemplo esto mismo que manifestaba Marco, que es la dignidad de cada persona, la dignidad de cada trabajador; que pueda ser valorado su trabajo, que a veces puede ser un trabajo muy sencillo, muy escondido pero que sea también reconocido y muchas veces puede que no sea solamente reconocido con un sueldo, sino también con sentirse a gusto en su trabajo, sabiendo que con este también hace Iglesia y eso a la vez, puede ser una dificultad pero también puede ser un desafío, para mostrar esta Iglesia que está viva, que está trabajando con las manos y con el corazón y en comunión.

 ¿Cómo nace la idea de unir a los tres sindicatos en este proceso?

EC: Este trabajo se viene realizando hace años. En mi caso por lo menos, es la cuarta negociación colectiva que estamos preparando e incluso desde antes ya se venía trabajando en este contexto de estar unidos al menos en estas instancias de negociación y que los tres sindicatos podamos hacerlo en conjunto. Somos personalidades muy distintas pero tenemos el bien común que es que todos nuestros socios, de los tres sindicatos, queremos los mismos beneficios. En ese sentido, creemos que es súper importante aportar con la fuerza de los tres. Como digo, es un trabajo arduo porque ponernos de acuerdo nueve personas para sentarnos en una mesa frente a la administración no es sencillo, más aún considerando la cantidad de socios que tienen los tres sindicatos. Entonces, eso también implica saber qué decimos y qué no decimos, y en ese sentido, creo que cada una de nuestras personalidades en la mesa negociadora hace su aporte porque sabemos que hay minutos que hay que callar, hay minutos que hay que pensar, hay minutos que hay que levantar la mano, hay otros que quizás habrán de golpear un poco la mesa pero todo siempre pensando en el bien común de nuestros trabajadores y que se ve reflejado en una buena relación entre los nueve dirigentes que también creo que colabora mucho en este proceso para que se vea una unidad de lo que queremos manifestar y como decimos, si hay alguien que tiene más características para hablar de números bueno, ese habla de números, el otro si tiene más blablá para otras cosas lo dejamos ahí y así, porque sabemos que cada cual tiene su don y respetamos y valoramos lo que el otro dice. Creo que eso también es bonito en este proceso y lo que estamos precisamente preparando.

MM: Creo que la idea de unir a los tres sindicatos en una mesa negociadora única es porque tenemos dos conceptos en común: la colaboración y la construcción. Queremos colaborar entre nosotros para tener beneficios en común porque estamos trabajando hacia lo mismo, y en eso voy a la construcción: queremos lo mismo, tenemos un objetivo en común que es que cada uno pueda tener un mejor bienestar personal, pensando que hay familias detrás y eso es lo que estamos buscando.

¿Cuáles son las peticiones para esta negociación colectiva?

EC: Como decíamos antes, no todo es plata pero sí creemos que hay que hacer un tema de reajuste económico. En la última negociación colectiva se hicieron algunos reajustes pero que no estaban adaptados precisamente al IPC. Entonces, por ejemplo, un tema puede ser el ajuste real del incremento de sueldo, que también hay que ir viendo cómo va a estar ese asunto con la mano negociadora y quizás otros beneficios que no sean necesariamente relativos al tema remuneracional que por ahora, claramente, está muy asociado. Lamentablemente la vida está más cara, todo sube entonces hay que ver también de qué manera ajustamos esa realidad con nuestros socios y trabajadores.

MC: Otro punto importante también es fomentar la formación y actividades extra programáticas o formativas, en la idea de buscar fomentar la dignidad de los trabajadores, y que puedan ejercer. De pronto, actividades que a ellos les permitan hoy, en el mundo que estamos de tanto estrés, de tanto afán, de tanta lucha, que puedan servir para ellos y en eso también yo creo que la organización está muy de acuerdo; que nos podamos encontrar en distintas actividades, en encuentros gratuitos donde solamente nos escuchemos, conversemos, nos riamos. Eso también creo que es un punto relevante y, como hemos dicho, un bien intangible que es de mucho valor y que creemos importante reforzar para los trabajadores.

Compartir

PodCast Sindical.cl

PodCast

Sindical.cl

Scroll al inicio