Como parte de la cobertura de proyectos y acciones en el contexto del mes del trabajo, Sindical.cl quiso conocer también la opinión del mundo de la cultura. Luego del proceso eleccionario más importante de los últimos 30 años, se hace fundamental saber dónde se debe poner el foco cuando hablamos de Nueva Constitución y del acceso a la cultura para todos, todas y todes.
Hoy conversamos con María Paz Videla, vocera de las Trabajadoras de la Música: Mujeres y Disidencias (TRAMUS). Desde su perspectiva los embates de la pandemia son la principal preocupación que tiene esta red nacida en 2019 y que se autodefine transfeminista, apartidista, inclusiva, colaborativa, sin fines de lucro y que tiene más de 550 integrantes de distintas áreas del mundo de la música, como compositores, intérpretes, fotógrafos, técnicos de sonido y audiovisuales, productores musicales, profesores de música, entre otras.
En el contexto de la pandemia, ¿en qué situación se encuentran las trabajadoras de la música?
El sector cultural enfrenta una crisis de abandono terrible. Como organización hemos tenido que generar campañas de ayuda mutua para las personas que están viviendo situaciones críticas. Esto, por la falta de medidas del gobierno y también, por la escasa llegada de las mismas al sector cultural.
Como TRAMUS hemos logrado dar frente y entregar una cuota de amor y ayuda para nuestrxs compañeres que lo están pasando mal. A través de campañas solidarias como lucatones, canastas de alimentos, alianzas con otras organizaciones para generar empleos (ciclos de conciertos por streaming y concursos de creación musical); y, realizando derivación terapéutica. Desde el voluntariado hemos sobrellevado la pandemia y tendremos que seguir activando y reactivando estas iniciativas solidarias.
¿Considera por lo tanto que las acciones del gobierno han sido insuficientes?
Es impresentable. A más de un año de esta pandemia no existen políticas de reactivación para el sector cultural. ¿Por qué un mall puede estar abierto y ser prioridad de apertura (por ejemplo: ante el pasado día de la madre) y un teatro no? Este tipo de cosas tiene al sector de las artes, las culturas y el patrimonio, y lxs trabajadores que conformamos este ecosistema en una parálisis brutal. Hemos visto la caída libre de nuestros trabajos.
Ha afectado a toda la cadena. Al tener un toque de queda y no poder realizar nuestro trabajo también ha llegado por otro lado la sobrevivencia y hemos tenido que digitalizarnos. Sin tener el mismo flujo de trabajo, ni retorno.
2) ¿Qué tanto más desprotegidas y desprotegidos se encuentran con respecto a los tiempos pre pandemia?
El nivel de desprotección al cual nos enfrentamos es tremendo. Somos un sector súper precarizado en esta materia. La informalidad del sector musical en todo su ecosistema hoy, nos trae problemáticas ante las posibles ayudas; como no tener registro formal de nuestras labores por la escasez de regulación, o la inexistencia de contratos y boletas al momento de prestar servicios.
Entonces, sin lo anterior y en muchos casos, pasamos a no ser elegibles en materia de bonos sociales, ni de emergencia, y por ende, el nivel de cobertura de seguros de cesantía, contra accidentes laborales o de pensiones, ha sido bajísimo.
Respecto de la nueva Constitución. ¿Es importante que dentro de las y los constituyentes existan personas ligadas al mundo de la dirigencia de sindicatos u organizaciones laborales?
Siempre es y será importante contar con un abanico diverso de personas que sean lo más representativas para este tipo de procesos. Los resultados muestran una lectura en donde hay más protagonismo de candidaturas independientes, expertxs en la materia, defensores de luchas para cambiar el modelo, y de candidatxs que han estado “donde las papas queman”.
Poder asegurar el acceso a la cultura de manera descentralizada, equilibrada y paritaria con procesos más participativos y vinculantes. Lo que sucede es que se hacen políticas públicas sin consultar al sector. Hasta hoy se escriben temas a ciegas. Cuando llaman a instancias de consultas son reuniones informativas. Por parte del Ministerio de las Culturas debiese haber procesos participativos y vinculantes. Esto debiera ser uno de los nuevos focos.