OPINIÓN: En el debate parlamentario respecto a la reforma laboral, el sector empresarial ha planteado el tema de modificación del sistema de indemnización por años de servicio con el argumento que un bajo porcentaje de trabajadores lo está percibiendo.  Lo que no dice el Sr. de la Sofofa es que las empresas se las arreglan a través de subterfugios para despedir sin derecho a indemnización o para finalmente terminar negociando para pagar menos de lo que corresponde. 

Por: Arturo Martínez  M. Secretario General CUT

Es conveniente recordar que hasta 1979 las indemnizaciones por años de servicio no tenían tope y fue la dictadura militar la que modificó el sistema e instaló un tope de 5 años, sólo para los trabajadores que sean despedidos por el artículo 161 del actual código del trabajo, ya que éstos no tienen derecho a reintegro aunque sean mal despedidos.  Posteriormente, en el año 1991, durante el Gobierno de  Aylwin, se modificó el tope llevándolo a 11 años.

El sector empresarial, desde años, viene insistiendo en que la indemnización por años de servicio encarece el despido y que es necesario modificarla.   Lo que están planteando ahora es la creación de un fondo que pague la indemnización para sacarse de encima la responsabilidad al momento de despedir.

La indemnización por años de servicio además de la importancia económica es, en cierto modo, una pequeña estabilidad en el trabajo, ya que el empleador al momento de despedir saca la cuenta de cuánto debe pagar, lo que lo inhibe en muchas ocasiones en llevar a cabo los despidos arbitrarios.

Al no tener la responsabilidad del pago de indemnización podrán despedir con mayor facilidad, sobre utilizando el Art. 161 despido por necesidades de la empresa, y el trabajador solo tendrá que recurrir a un fondo externo para cobrar lo que le corresponde.  Esta es la forma que los empresarios buscan para facilitar y abaratar el costo del despido.

Por esta razón creo que debemos estar alerta ante cualquier propuesta de cambio o modificación del sistema de indemnización y es necesario que los dirigentes sindicales al menos demos una opinión al respecto y no mantengamos silencio ya que este otorga el derecho a algunos a pasar por encima de lo establecido.