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Guillermo Campero: “El foco de la seguridad y salud laboral debe estar en lo psicosocial”


ENTREVISTA: El consultor de la OIT, Guillermo Campero, es el presidente del Consejo Consultivo para la Seguridad y Salud en el Trabajo. Por estos días su principal labor será evaluar el Plan Nacional sobre la materia que se está gestando en la Subsecretaría de Previsión Social. A continuación hace un diagnóstico de lo que pasa en Chile en esta área.

Por Francisco Morón y Paula Ampuero

Sociólogo de profesión, Guillermo Campero, ha estado gran parte de su vida laboral ligado al mundo del trabajo. Durante la dictadura fue empleado de la OIT y luego, en los primeros gobiernos de la Concertación fue jefe de los asesores de los Ministros del Trabajo René Cortázar, Jorge Arrate y Germán Molina.

En el período del presidente Ricardo, Lagos participó por última vez en un equipo de Gobierno. Tras ello, volvió a trabajar en la OIT en donde se encuentra hasta el día de hoy. En paralelo se ha desempeñado como académico en distintas universidades del país: Diego Portales, Alberto Hurtado y de Chile, dictando cátedras sobre materia laboral.

En marzo de este año (2015), fue nombrado presidente del Consejo Consultivo para la Seguridad y Salud en el Trabajo por la presidenta Michelle Bachelet. La instancia consultiva se creó durante la administración de Sebastián Piñera, luego del accidente de los 33 mineros.

El Consejo Consultivo                                                                                 

Surge de un decreto supremo presidencial, y tiene carácter permanente (VER DETALLES). En particular, este consejo tiene como mandato la evaluación de todoproyecto de ley o política pública que tenga que ver con el área de la seguridad y salud en el trabajo. “Cualquier decisión que se tome no puede ir al parlamento o aplicarse, si no tiene la aprobación de este consejo”, dijo Campero.

Por parte de los empleadores se encuentra Ernesto Evans Espiñeira, consejero, representante de la Confederación de la Producción y de Comercio (CPC); por parte de los trabajadores, Laura San Martín Hernández, consejera, representante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT); y los profesionales María Carolina Vargas Viancos, consejera; Héctor Húmeres Noguer, consejero, y Guillermo Campero Quiroga, presidente del Consejo.

Si bien la instancia de consulta se creó durante la administración anterior, esta no tuvo incidencia real en el área, pues como señaló Campero “Piñera no hizo mucho en esta materia, entonces, no les preguntó nada”. Ahora, fue la presidenta Bachelet la que reactivó el consejo y nombró un nuevo equipo que preside Guillermo.

¿Por qué lo eligieron a usted como presidente?

Yo creo que la presidenta me nombró presidente de esta comisión, porque para estas cosas necesitan siempre gente de consenso y tanto la gente de la CUT, como la gente de la CPC y los especialistas universitarios del área, dieron con mi nombre. El origen de eso es que parezco una persona de consenso para todos.

¿En qué están ahora?

La primera tarea que tenemos es que hay un plan de nacional seguridad y salud en el trabajo que se está elaborando, que viene a reformar o perfeccionar la ley 16.744 que es la ley de seguridad laboral, que se dictó el año 68. Trae temas con las mutuales, con todos los sistemas y procedimientos que tienen que ver con la seguridad laboral, etc. Incluso, puede llegar a tocar algunos temas que tienen que ver con las Isapres, o sea, con la salud privada, así que es potente.

¿Nos puede adelantar un poco de ese plan?

No lo conozco. Se supone que debimos recibirlo cuando vino el cambio de gabinete y justo cambiaron al Subsecretario Barraza. Ahí las nuevas y antiguas autoridades nos dijeron que les parecería razonable que la persona que asuma la Subsecretaría vea este plan antes de enviarlo al consejo. Aunque yo no creo que la persona que llegue vaya a cambiar este plan.

¿Ustedes como consejo pueden levantar iniciativas?

Podemos sugerir, pero la autoridad no está obligada a hacernos caso. Lo que no puede hacer es obligarnos a aprobar. Si nosotros decimos, no, esto no va, no va no más. Entonces, eso le da mucho poder al consejo, pero el consejo es tripartito. En ese sentido es el mismo poder el que tiene la CUT, que el que tiene la CPC; la única diferencia es que si hay empate decide el presidente, en este caso, yo.

¿Por qué la Presidenta decide renovar este consejo y darle impulso nuevamente a su misión?

Porque Chile ratificó hace poco un convenio de la OIT, el 187, que implica que los países tienen que tener este tipo de institución como el consejo. Los Estados se comprometen a consultar a los ciudadanos o a las instituciones que correspondan respecto de políticas que les van a afectar; por eso es tripartito. Si no reactivaba el consejo estaría violando el convenio de la OIT, porque cuando se ratifica este pasa a ser parte de la legislación nacional. O sea, estaría actuando ilegalmente.

Psicosocial

El foco de la legislación actual sobre seguridad y salud laboral está puesto en lo físico; pero Guillermo Campero propone un cambio, una nueva visión de la seguridad social. Esto basado en los principales conflictos que él ve en el área.

Ustedes como consejo, o a modo personal, ¿qué falencias detectan en la seguridad social en nuestro país?

Yo no te puedo dar una opinión a nombre de todos los demás consejeros, porque nos hemos reunido solo tres veces y no hemos discutido este tema. Pero, a modo personal, creo que la principal falencia es no tener una visión integral donde el aspecto psicosocial, en la parte preventiva, esté claramente formulado e inicie efectivamente un nuevo diseño de políticas sin abandonar el perfeccionamiento de todas las otras que corresponda hacer.

¿Por qué lo psicosocial es lo neurálgico del conflicto?

Resulta que todos los estudios actuales, incluso los que hay en Chile, están demostrando que una proporción no baja de estos accidentes del trabajo tienen que ver con causas psicosociales. O sea, no es que tú te caigas de la micro o te tropieces o en un momento determinado dentro de la fábrica te distraigas y te cortes un dedo, lo que ocurre es algo más profundo.

¿Este aspecto ha sido dejado de lado en la legislación chilena?

Sí, prácticamente no existe eso en la ley 16.744. Por ejemplo, hoy día todo el sistema computacional no existía en el ‘68 cuando se dictó la ley, entonces, las enfermedades de la gente que trabaja con este tipo de cosas no están, por lo tanto, hay que incluirlas. Y cuando se trata de lo psicosocial, es peor. No está bien abordado en la legislación actual, y eso es un problema que para mí es fundamental.

Si esto se tomara en cuenta ¿qué puede significar en la práctica?

Eso implicaría una redefinición bastante grande de lo que es la salud ocupacional. Desde los textos legales, hasta las definiciones que operan este tipo de medidas, las mutuales, etc. Porque lo hacen muy bien cuando te sanan de la pierna, y lo tienen que seguir haciendo, porque sería ilógico que lo pongan frente a un psiquiatra todo el tiempo y la persona esté con el brazo colgando. No se trata de eso. Esto más bien tendría un impacto fuerte en la fase preventiva y políticas en las que haya especialistas que estén en las empresas con los trabajadores y trabajadoras en una fase preventiva, al mismo tiempo que se ve la fase de prevención de aspectos más físicos, propios del ejercicio de un oficio.

Trabajadores

Los trabajadores deberían ser los principales interesados en mejorar la seguridad y la salud  laboral, pero ¿están realmente conscientes de lo que esto significa?

¿Les preocupa este tema a los trabajadores?

Lo han dejado de lado, igual que todo el mundo. Hay una ley que acaba de ser aprobada en la que se fortalecieron los comité de seguridad e higiene en el trabajo. Pero, ¿qué pasa en realidad? En las empresas valen poco y los mismos sindicatos los miran así. Tenemos que sacarnos eso de la cabeza, porque en Europa, en EEUU donde funcionan estos comités, son poderosos. El sindicato también tiene que metérselo en la cabeza de que este es un tema central para los trabajadores.

¿Qué mensaje les puede dar a los sindicatos, dirigentes y a los propios trabajadores para que se motiven e informen mejor de este tema?

Si te mando un discurso general puede ser cháchara, lo concreto es estudien esa ley (la de los comité paritarios), es corta, es simple y pónganle fuerza a esa cosa. Además, puede haber algunos que en su plan de trabajo como sindicato, o incluso como parte de su contrato de negociación, incluyan el hecho de que se haga una vez al año un diagnóstico psicosocial en una empresa, sobre las relaciones del trabajo y condiciones de salud mental. A lo cual probablemente el empleador le va a decir que no, porque le va a costar plata. Pero la respuesta a ello siempre tiene que apuntar a la productividad y que la empresa va a funcionar mucho mejor con esas condiciones.

Accidentes

Durante el año pasado (2014) ocurrieron 187.932 accidentes del trabajo en las mutualidades, lo que se traduce en una tasa de 4,0 accidentes del trabajo por cada 100 trabajadores protegidos en las mutualidades, siendo la menor tasa en el período 2005-2014.

¿Bajó efectivamente la tasa de accidentes en Chile?

Que ha bajado en general, sí. No hay duda que ha bajado. Pero eso es el promedio, y promedio oculta diferencias. Por lo tanto hay sectores que han subido y sectores que han bajado. Entre los que han subido hay sectores súper importantes para la economía de este país, como el portuario, la minería y la construcción. La caída se ha dado básicamente en la manufactura, en la pequeña y mediana empresa y en el retail. Es que hay que darse cuenta también cómo se ha transformado la economía. Chile hoy es un país muy poco productor, el gran contingente de trabajadores está en los servicios, ya sea financiero, de retail o público y ahí ha bajado mucho la accidentabilidad, porque son los menos accidentables.

¿Cómo se obtienen estos datos?

Los antecedentes vienen de las mutuales y otras fuentes, pero en general la capacidad de tener acceso a cifras duras, reales  es muy difícil. Existen empresas que se niegan a entregar sus datos de accidentabilidad y a las mutuales a las que pertenecen les prohíben difundirlas, porque lo consideran propiedad privada. Lo entienden como un tema de competitividad, o sea, si mi empresa aparece con muchos accidentes, entonces resulta que el competidor que oculta accidentes va a tener una mejor situación en el mercado. La lógica empresarial.

Entonces, ¿la tasa es real?

Sí. Más bien la observación que yo haría es que la información disponible no es suficiente para poder formarse un juicio preciso de cual es efectivamente la tasa de accidentabilidad en Chile, porque hay muchos sectores que no tienen disponibilidad a entregar esos datos. Y en segundo lugar ese promedio, la estructura económica del país, es una estructura básicamente de servicios y que por lo tanto un país que ha crecido en eso, no es el país de antes, de los ’70, donde tenías muchas empresas y no estabas llenos de mall y de retail.