NOTICIA: ComunidadMujer presentó el miércoles 17 de octubre su más reciente investigación, la segunda edición del Informe “Género, Educación y Trabajo: Avances, contrastes y retos de tres generaciones”.
[Santiago, 24 de octubre de 2018] Se trata de un informe inédito en Chile que, a través de un pseudo panel, observa las trayectorias de vida de hombres y mujeres para una serie de variables vinculadas con educación y trabajo. El resultado es una nueva mirada sobre la manera en que se desarrollan las trayectorias de vida de hombres y mujeres según la generación a la que pertenecen y la edad que tienen.
A través del procesamiento de cientos de datos, el Informe GET 2018, que cuenta con el apoyo de BHP, pone el foco en la realidad de mujeres y hombres de tres generaciones, categorizadas en el estudio como la de las “abuelas y abuelos” (nacidos entre 1940 y 1944); de las “madres y padres” (1960-1964); y de las “nietas y nietos” (1980-1984).
El estudio revisa la experiencia de estas tres generaciones en cuatro ámbitos: Educación, Inactividad, Participación Laboral e Ingresos y Pensiones. Se identificaron avances alentadores en las últimas décadas, pero también desafíos importantes.
Entre otros aspectos, el Informe GET 2018 muestra que mientras el nivel de educación de los hombres no influye mucho en su participación laboral, para las mujeres es un factor determinante. Las que tiene más educación tienen salarios considerablemente más altos y participan dos veces más que las menos educadas en el mercado laboral.
“Lo más llamativo de este Informe GET es que, si bien las vidas de mujeres y hombres son interdependientes, mientras una mitad se modificó profundamente, la otra no acusa mayores cambios. Las vidas de abuelos, padres y nietos no difieren mucho. Las mujeres ingresaron masivamente al espacio laboral, pero los hombres no llenaron con el mismo entusiasmo el espacio doméstico que se abrió”, señaló Mercedes Ducci, presidenta de ComunidadMujer.
En cuanto a la brecha de sueldo y corresponsabilidad, el GET 2018 muestra que, de generación en generación, la brecha salarial es menor. Sin embargo, también confirma que la brecha de salarios que castiga a las mujeres aumenta entre el inicio de su vida activa y el momento en que cumplen 50 años, aunque se reduce entre los 50 y los 60 años. A su vez, mientras más educación tienen las mujeres, mayor la brecha salarial.
Las mujeres que viven fuera de la Región Metropolitana, tienen sueldos inferiores a los de sus pares de la RM y una participación laboral menos alta que ellas, sea cual sea la generación a la que pertenecen.
Aunque el porcentaje de mujeres inactivas se ha reducido en los últimos 25 años, las que no tienen trabajo remunerado siguen atribuyéndolo principalmente al mismo motivo: las tareas domésticas y las responsabilidades de cuidado familiar (un 54,7% de las mujeres adultas dice no trabajar remuneradamente por esta razón). A su vez, las mujeres tienen muchas más probabilidades de ser NINIs que sus pares hombres (dos veces más entre las más jóvenes y cuatro veces más entre las mujeres adultas).
Fuente: ComunidadMujer