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Trabajadores y trabajadoras de Claro denuncian: Sueldos reducidos a la mitad y amenazas de despido por clientes impagos


Cambios abruptos en las comisiones por cliente captado y solicitud de tareas que no están contempladas en sus contratos de trabajo, son las prácticas que vendedores y vendedoras en terreno de Claro Chile han denunciado. Por estas razones, hoy estarían recibiendo menos de la mitad de sus ingresos y ejerciendo informalmente un segundo cargo no remunerado: agentes de cobranza.

[22 junio 2022] Las y los vendedores de Claro Chile denuncian que hace aproximadamente tres semanas la multinacional de la telefonía habría cambiado sus políticas de venta de forma arbitraria y sin aviso, de modo que, una venta que antes marcaba 8 o 15 puntos, que se traducen en $8.000 o $15.000 respectivamente, hoy marca 2 puntos, es decir, $2.000.

Como cada punto corresponde a mil pesos, la comisión por venta disminuye significativamente, y con ello, los sueldos: “A esta misma altura del mes tenía sobre 150 puntos, ahora no tengo ni 50. Esto obviamente va a bajar nuestros sueldos, que estaban entre los 800 mil y el millón”, señala una vendedora de Claro Chile.

La escala de puntuación divide a las y los clientes en categorías, de acuerdo a su compromiso de pago y características del servicio solicitado. Por ejemplo, el tipo de cliente que suma más puntos, es aquel sin deudas, proveniente de otra compañía telefónica e interesado en adquirir un plan de alto valor. Una venta de este tipo hasta hace unas semanas sumaba 15 puntos, es decir, $15.000, y hoy marca tan solo 2 puntos.

Una vendedora que lleva casi cuatro años en Claro Chile, explica: “La proyección que tenemos es que a fin de mes recibiremos por lo menos un 50% menos de lo que estamos acostumbrados a ganar. Por comisión voy a hacer 140 puntos, que es la nueva meta que establecieron, más el bono de $150 por productividad y más mi sueldo base llegaré a un poco más de 500 mil pesos. Mucho menos de lo que ganaba”.

Junto con lo anterior, las y los trabajadores informan de amenazas de despido a vendedores y vendedoras que entre sus ventas tengan más de un 7% de clientes sin pago, obligándoles a hacerse cargo de funciones que no están estipuladas en su contrato.

“Más encima tenemos que llamar a los clientes para que paguen. Incluso hace poco nos enteramos que el supervisor de una compañera la obligó a hacerse cargo de esos pagos, porque de otra forma él se vería perjudicado”, indica una vendedora de Claro.

Otro de los vendedores agrega: “me parece un despropósito que, a nosotros, los ejecutivos de venta, se nos obligue a auditar a los clientes que no pagan el plan, teniendo en cuenta que Claro es una multinacional, que cuenta con un departamento de cobranza”.

Debido a las irregularidades, los trabajadores y trabajadoras acudieron al Sindicato Complementos, quienes han intervenido para que la empresa prestadora de servicios, ECR Group, dé explicaciones.

El sindicato inició el contacto con la empresa el 2 de junio, y el martes 7 recibieron una respuesta: según la empresa, estas decisiones se debieron al “deterioro económico de los clientes que han dejado de pagar sus boletas por planes contratados”, lo que implicaría un “riesgo financiero” para Claro y todos los que participan en la cadena productiva.

“Es decir, Claro Chile, una transnacional tan grande con departamentos de cobranza y riesgo, dejando que los trabajadores paguen sus crisis”, indica Romina Rojas, integrante del Sindicato de Complementeros, quien agrega:

“Junto con el frío y el calor de estar todo el día en la calle buscando ventas, ahora hay que asumir labores de cobrador, cuando el contrato dice claramente que son trabajadores en terreno. Hemos insistido a la empresa, pero se siguen lavando las manos diciendo que nadie ha instruido eso, cuando sabemos que es así”, señala la dirigenta.

En respuesta a estos hechos, el pasado 9 de junio el Sindicato Completos acudió a la Inspección del Trabajo para solicitar una fiscalización:

“Tenemos conocimiento que el día de ayer la inspección se hizo presente en las dependencias de ECR y que, rápidamente, los supervisores comenzaron a pedir a los trabajadores que firmaran documentación que tenían atrasada. Esto porque al fiscalizar escogen una muestra al azar y no quieren que vean que la empresa ha incumplido el artículo 54 bis del Código del Trabajo, que estipula que las liquidaciones de sueldo deberán contener en un anexo con los montos de cada comisión, bono, premio u otro incentivo que recibe el trabajador, junto al detalle de cada operación que le dio origen a su remuneración variable”, señala.

El problema, explica Romina Rojas, es que el contrato comercial entre Claro y ECR solo lo conocen ellos, lo que responde al “flagelo” de la subcontratación. Y esto solo termina perjudicando a las personas que ponen su fuerza de trabajo.

“Seguiremos insistiendo hasta dar respuesta a nuestros socios y socias. Que Claro no se olvide de la gente que le ha hecho ganar sumas estratosféricas de dinero”.