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No todo será celebración. Muchos chilenos deben trabajar para fiestas patrias


REPORTAJE: Durante las fiestas patrias hay servicios que deben seguir funcionando para que los chilenos puedan disfrutar tranquilos. A continuación, el relato de algunos trabajadores que tendrán que festejar a la patria de una forma distinta y en sus lugares de trabajo.

[Santiago, 16 de septiembre 2014. P. Ampuero] La semana de fiestas patrias es una de las más esperadas del año. Son sólo dos días feriados y este año se alargarán a 4 debido al fin de semana. Muchos ya tienen organizado como celebrarán este nuevo aniversario patrio, con la familia, amigos y por supuesto la infaltable empanada y su buen pié de cueca.

Pero la realidad no es la misma para todos. Mientras la mayoría de las personas esté festejando en las fondas y ramadas, habrá un número importante de compatriotas que deberán continuar con su rutina laboral. Esto ya sea porque les corresponde turno, por contrato, por ganar una luquitas extras o simplemente por mala suerte.

Lo cierto es que el trabajo de ellos es tanto o más necesario en estas fechas. Los que resguardan la seguridad, los de la salud, transporte, servicios básicos, entre muchos rubros más. En Sindical.cl estamos preocupados por la realidad de todos los trabajadores del país, y por esa razón fuimos en busca de esas personas, las que no podrán festejar este nuevo feriado irrenunciable.

Historias

Buscando a los más sacrificados de Chile, llegamos hasta Patricia Lantadilla y, su compañera, Sandra Belano, quienes son bomberas en una bencinera de Peñalolén. Ambas ya han trabajado en otras festividades. “Vienen muchos curados a cargar bencina, bueno, siempre, pero en esta fecha aumenta. Además, sube mucho el público y se vende más”.

Patricia Lantadilla, se lamentó eso si por no poder estar con los suyos. “Nosotros queremos celebrar el 18. En mi casa celebran y finalmente te pierdes muchos momentos de familia, porque son cuatro días y un día libre no te alcanza de nada. La familia nos reclama”.

Daniela Pérez, es conductora de Metro de Santiago hace cinco años y le tocará trabajar en los días feriados. Ella además de cumplir su turno normal, deberá cubrir el sobre horario de metro por los días festivos. Si un día normal sale a la medianoche, en fiestas patrias termina de trabajar alrededor de la una o dos de la madrugada.

La conductora señaló que “para el 18 anda mucho mucho curadito, para las otras fiestas no hay tantos. Uno no puede ver lo que pasa en el tren, salvo que sea en el primer coche. Así que es la gente, la que se acerca te avisa: ‘oye, hay un gallo vomitado en el tercer coche’, ‘viene un tipo haciendo pipi’ o, ‘vienen peleando’. Ahí uno avisa a la central y se toman las medidas”.

A lo que agrega, “lo más triste es que te da nostalgia, yo conduzco en la línea cinco, pero tengo compañeros que están en la línea dos y ahí se ve el Parque O’Higgins. Ves a los niños elevando volantines y da pena no estar con tu familia. Estar perdiéndote los carretes”.

Otra de las tareas que no debe detener su funcionamiento en fiestas patrias, es la labor que realizan en las maternidades. Hablamos con Johanna Barraza, quien es técnico paramédico en neonatología del Hospital San Borja Arriarán. Ella cuida a los bebés luego de que son dados a luz por sus madres.

Lo más anecdótico que ha vivido en sus 18 años trabajando en el lugar, es: “he tenido que vestir a bebés recién nacidos, es decir, la primera ropita que se ponen, de huasos, las niñitas con trajes de chinita. Además, pasa que tenemos más pega en esta época, porque los papás que tienen que ir a ver a los niños se quedan carreteando”

Johanna agregó que: “Hay otros papás que van a ver a sus bebés, pero llegan y se quedan dormidos en las sillas, porque a veces andan pasaditos de copa en estas fechas”.

Un guardia nos contó también su experiencia. Enrique Pino, de la empresa ISS, recordó un mal momento que le tocó vivir las fiestas pasadas. “Tuve turno de noche en una empresa en la carretera y estaba solo con los trabajadores de allá. La cosa, es que se pusieron a celebrar el 18 y yo, como era subcontratado, tuve que mirar, mientras ellos la pasaban malito”.

La experiencia arriba de un taxi es otra, si bien están solos de entre una carrera y otra, toda la jornada deben recibir a pasajeros. David Abarca, quien maneja un radiotaxi comentó que “me han ensuciado el auto un montón de veces. Para estas fechas, se sube gente de todo tipo: familias, cabros chicos que andan carreteando, pero sobre todo, curados”.

“Con los compañeros organizamos un asado para celebrar en la base. Ponemos una cuota y compartimos, pero eso igual depende del tiempo que tenga cada uno, de las carreras que salgan, pero ganas de celebrar no nos faltan”, dijo David.

No todo es trabajo

Igual que la experiencia de los taxistas, los conductores de metro también celebran. “Aunque andamos solos en los trenes, algunos vamos coincidiendo en las horas de almuerzo en las estaciones terminales y ahí siempre hacemos algo, llevamos preparado unos anticuchos o, cualquier cosa, y compartimos. Además, adornamos con guirnaldas y cosas dieciocheras”, señaló Daniela.

El guardia, Enrique Pino, también contó una faceta positiva: “hay compañeros que trabajan en empresas donde son más buena onda y los incorporan en las celebraciones que organizan con sus funcionarios, así no nos sentimos tan solos”.

En neonatología del San Borja, también celebran: “Siempre hacemos alguna cosita, nos comemos una empanadita, un choripán. Y todos los años adornamos el lugar donde estamos, nos ponemos a tono, no pasamos por alto esta fecha”, contó Johanna.