NOTICIA: 20 días llevan en huelga los trabajadores del sindicato N°1 de Luchetti. Exigen, entre otras cosas, consecuencia de parte de la empresa que, en diciembre de 2017, fue premiada por el Pacto Global de las Naciones Unidas en la categoría Derechos Humanos.
[Santiago, 01 de agosto de 2018] Pasados a llevar. Así se han sentido durante este período de negociación los socios del sindicato N°1 de Luchetti. El secretario de la organización, Carlos Valenzuela, afirmó que les impactó un punto esencial previo a la huelga: “No llegamos a consenso en los primeros cinco días de mediación (obligatoria), y de repente nos encontramos con que estaban tapiando con madera todas las ventanas que dan hacia Vicuña Mackenna, dando a entender que –en el futuro conflicto de una huelga- íbamos a hacer unos verdaderos delincuentes”.
El dirigente señaló que si bien la empresa se dio cuenta del error que cometió, y reconocieron que actuaron mal, no han sacado la madera del frontis de la planta que está ubicada en metro Rodrigo de Araya.
Pero eso no es todo. Los trabajadores en junio se enteraron, mediante unas pantallas ubicadas en el casino donde almuerzan, que Tres Montes Luchetti había sido reconocida por el Pacto Global de las Naciones Unidas (que es una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en la que participan más de 10.000 empresas en todo el mundo).
El galardón lo obtuvieron “en el marco de la presentación anual de resultados del estudio que mide el nivel de integración de los Principios de Pacto Global de Naciones Unidas en la gestión de las empresas (Estudio SIPP)”, en la categoría Derechos Humanos, según consigna el sitio web de Tres Montes Luchetti.
Pero para el dirigente, incluso el momento de presentación del video no fue azaroso, esto, porque el premio fue entregado en diciembre de 2017 y no en junio de 2018 cuando ellos lo vieron en las pantallas del casino.
Ante esa situación, el dirigente afirmó: “Nos llama la atención que si son premiados por las Naciones Unidas expresen otra realidad con la respuesta que nos han dado a las necesidades que plasmamos en nuestro contrato colectivo (VER NOTA ANTERIOR). Ellos son inflexibles. Nos dijeron no tenemos más recursos, no tenemos plata, hagan lo que quieran. Ellos mismos en su forma de responder han llevado a que nosotros tomemos la decisión –de acuerdo a la ley- de llegar a la huelga”.
Ahora, están a la espera de consensuar un reajuste real que refleje “el aumento del costo de la vida”, además de “mantener todos los beneficios que se dan cada cierto tiempo con una finalidad de uso más familiar, como la fiesta de navidad, el estímulo escolar, casino y otros”.
Los trabajadores sienten que la empresa, “en vez de querer mejorar la calidad de vida del trabajador, de la familia de Luchetti, la están menoscabando y eso se ve, por ejemplo, en los presupuestos que ellos utilizan para hacer las compras de la ropa de trabajo y el zapato de seguridad interno que tenemos que usar”.
