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Expertos analizan la informalidad en el trabajo asalariado


CIFRAS: Según los expertos que expusieron en un seminario organizado por FLACSO y OIT  sobre la realidad del trabajo informal en la región, este concepto se entiende ligado a la jornada laboral y a los derechos fundamentales de los trabajadores, más que a un contrato de trabajo.

[Santiago, 22 de Marzo de 2013] Uno de los temas centrales analizado en el seminario “Realidad de la informalidad en América Latina y los desafíos para el acceso a la salud y protección social de los Trabajadores”, organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), fue el de la definición del concepto “informalidad laboral” y sus características. La actividad se realizó los días 14 y 15 de marzo en las oficinas de la OIT en Chile.

En el seminario, varios expositores declararon que este concepto ya no se relaciona solamente con el empleo por cuenta propia o sin jornada laboral, sino que en la actualidad se puede hallar a trabajadores en condiciones de informalidad laboral insertos en lo que tradicionalmente se comprendía como trabajo formal.

Según cifras de la OIT, en Latinoamérica el año 2010 el 50,4% del empleo no agrícola era empleo informal, dentro de éste el 32,7% correspondía al empleo en el sector informal, el 12,3% a empleo informal en el sector formal y el 5,4% a servicio doméstico. Para el investigador de la FLACSO Daniel Pérez, quien presentó el concepto de Trabajo Informal en el seminario, el foco de éste es la desprotección, donde muchas veces los trabajos con contrato no garantizan necesariamente la seguridad social.

Una modalidad de empleo con contrato que puede generar situaciones de informalidad es la subcontratación, Pérez explicó en su presentación que a pesar de que el origen de esta modalidad de trabajo es especializar la producción, al mismo tiempo puede generar una precarización del trabajo, al buscar disminuir los costos de producción en desmedro de las remuneraciones de los trabajadores.

Consultado sobre la definición de trabajo informal, desde otra óptica, el investigador de Fundación Sol, Alexander Páez coincidió en que este concepto ha tenido una evolución estos últimos años y que hoy involucra un fenómeno más complejo que el tener o no tener contrato laboral.

 “La OIT le llamaba sector informal, que incluía a todos los trabajadores por cuenta propia o no asalariados y aquellos de empresas de no más de cinco personas, a ellos se les aplica este concepto por sus altas probabilidad de no estar registrados como trabajadores o que no paguen impuestos. Sin embargo el concepto evolucionó, luego se consideró como informales a aquellos trabajadores que trabajaban en grandes empresas sin contrato laboral. Después eso también se modificó, producto de la flexibilización del trabajo y de la regulación, se empezó a considerar como informales a asalariados formales, que tienen contrato, pero que tienen una precarización en términos de jornada o el tipo de contrato que tienen”, comenta Páez.

Según el investigador de Fundación Sol, la informalidad también se liga a la precarización del trabajo, al aumento de la subcontratación en las grandes empresas y al subempleo, que la OIT define como aquellas personas que trabajan en jornada parcial pero quieren y están disponibles para trabajar en jornada completa. “Si ves estos fenómenos de la subcontratación y del subempleo, ambos incluso pueden tener un contrato indefinido, pero la vulnerabilidad y precarización va por lado de la jornada laboral y de los ingresos, que son más bajos que en la formalidad”, añade Alexander Páez.

Una de las expositoras del seminario, la académica Berenice Ramírez de la Universidad Autónoma de México (UNAM), se refirió a una definición diferente del trabajo informal. En su presentación, la definió como aquellas ocupaciones “que en términos legales no están con trabajos que deriven en seguridad social”, es decir, sin previsión de pensiones o de salud. Es así como dentro del grupo de los informales en América Latina, existe un 46% de asalariados informales y un 34% por cuenta propia.

En el seminario, también expuso el dirigente sindical y presidente de la Confederación de Empleados Bancarios, Luis Mesina, quien afirmó que la informalidad en el trabajo beneficia a los empresarios, a los “sindicalistas corruptos y a los políticos corruptos”.

“En el mundo bancario, un tercio de los trabajadores caben en el grupo de trabajadores informales, con derechos humanos vulnerados, que no tienen acceso a salud digna a veces. Por ejemplo, el trabajo del giro específico del banco, quien cuenta la plata tras unos barrotes- una imagen que todos tienen del trabajador bancario- algo que ningún trabajador de otra empresa puede hacer, gana cerca de 270 mil pesos”, declaró Mesina.